Mykola Valentinovych, de tan solo 20 años, ha tenido que beber agua en numerosas ocasiones para contar su historia. Lo ha hecho ante los medios ucranianos vestido con el uniforme ruso y explicando su historia de guerra. Valentinovych es uno de los soldados rusos detenidos en Ucrania. “He visto mucha gente muerta. Tengo 20 años y ya he visto fosas comunes. Vi cadáveres reales. Es terrible”, ha aseverado el joven, que ha indicado que no sabía que iba a combatir en Ucrania, ya que las tropas avanzaron durante cuatro días sin recibir ataques y traspasando la frontera sin saber que lo hacían, informa La Sexta.
El joven cabo habla así ante Ukraine Media Center, un medio de iniciativa pública apoyado por el Gobierno ucraniano con sede en Leópolis cuyo principal objetivo es ayudar a los medios a cubrir la guerra en Ucrania. Así, Valentinovych ha querido advertir a “los padres que tienen hijos que van a combatir” para que no lo hagan: “No envíes a tus hijos aquí porque lo que hay aquí son cosas muy aterradoras. Nuestros soldados están muriendo, tus niños, tus hijos”.
“Sacadnos de aquí, porque no veo el sentido de la guerra. Las Fuerzas Armadas de Ucrania están tratando de proteger a su país. Irrumpimos en su casa como fascistas. Sin saber el objetivo, nos tiraron como carne. No sabemos los objetivos, las metas, pero nos matan”, ha continuado. En este sentido, se ha dirigido directamente a Putin: “Creo que te equivocas. Eres el culpable de esto. Te pido que acabes con esto”. “Muchos niños mueren. Gente que he visto tal vez hayan perdido a sus hijos. Estoy seguro de que nuestro país nunca será perdonado”, ha lamentado.
Además, lanza un mensaje a su madre por si, de alguna forma, llega a verlo: “Mamá si ves esto: si te dicen que todo está en orden, no lo creas. Rusia ya ha cometido este crimen. No quería hacerlo, mamá. Aquí me dan bien de comer. Estamos protegidos. Por la única forma en la que puedo morir es por los bombardeos de los míos”. Y zanja: “Tengo miedo. Todos tenemos miedo. Ni siquiera entendemos lo que estamos haciendo”.
Varios soldados rusos encarcelados en Ucrania han confesado sentirse arrepentidos de haber participado en la invasión iniciada por Putin, e incluso han llegado a esbozar algunas lágrimas ante los medios del país. Galkin Serguéi Alekseevich, uno de los militares que han renunciado a obedecer a Putin, ha querido pedir perdón a todos los ciudadanos de Ucrania: “Ancianos, mujeres, niños, perdón por invadir estas tierras”, ha reconocido entre lágrimas.
“Pido perdón a toda Ucrania. Perdonadme por venir aquí, estoy profundamente avergonzado. Putin solo dijo mentiras, nos obligaron a venir aquí”, ha aseverado otro de los militares. La agencia de noticias Interfax Ukraine ha subido algunos vídeos de comandantes que aseguran sentirse arrepentidos. Andrei Ilich Chebotarevsky, miembro de las Fuerzas Armadas de la Federación Rusa, es uno de ellos. El joven ha asegurado que tienen “miedo de volver” a Rusia, y ha asegurado que “los rusos se han convertido en criminales”. “Fuimos enviados aquí sin saberlo. No nos dijeron nada. No sabíamos a dónde íbamos”, ha reconocido. Asimismo, ha explicado que le dieron la oportunidad de llamar a sus padres y al hacerlo le dijeron que allí está considerado “hombre muerto”.
En el vídeo se puede ver cómo el soldado Olexandr Morozov, de 21 años, explica que acudió a Ucrania pensando que haría ejercicios de entrenamiento en campos rusos. Asimismo ha lanzado un mensaje a “los padres que tienen hijos que van a combatir”: “Sacadnos de aquí, porque no veo el sentido de la guerra aquí. Las Fuerzas Armadas de Ucrania están tratando de proteger a su país. Irrumpimos en su casa como fascistas”.
Nexta TV, un medio de comunicación bielorruso con difusión en Telegram y YouTube, también recogió algunos de los testimonios de estos soldados arrepentidos, y los ha difundido por redes sociales. Nexta Adquirió gran importancia en el país en la cobertura de las protestas de Bielorrusia de 2020-2021, y fue fundado por un estudiante de 17 años, Stsiapan Putsila, que acabó exiliándose en Polonia al convertirse en una persona ‘non grata’ para el régimen de Lukashenko.