Los padres de Marta del Castillo en el Guadalquivir.

La Agrupación Reformista de Policías, sindicato de la Policía Nacional, ha denunciado el espectáculo que se está produciendo por el enfrentamiento entre la Guardia Civil y la Policía Nacional en relación a la investigación sobre el asesinato de Marta del Castillo. 

En su comunicado, ARP señala que la competencia territorial en este asunto es de la Policía Nacional, según la Ley vigente. Y en este sentido, resaltan que los GEO de la PN están “suficientemente capacitados para realizar esa búsqueda en la dársena del río Guadalquivir”, y que solamente en caso de tener que rastrear en el mar o en cuevas submarinas, sería pertinente que interviniesen los GEAS de la Guardia Civil. Por otro lado, señalan que la Policía Nacional debería haber contado con la GC para realizar las búsquedas con sonar, sin que fuera necesario recurrir a los buques de la Armada, así como con los bomberos de Sevilla, que tienen una amplia experiencia en las labores que se acometen en el río.

Ponen de manifiesto que la colaboración entre Policía Nacional y la Guardia Civil no se facilita, atribuyéndole la responsabilidad a mandos y responsables políticos preocupados “más de sus posibles éxitos y recompensas que del mejor desarrollo de un servicio a la ciudadanía”. Denuncian así la cantidad de efectividad perdida debido a la falta de coordinación y voluntad de colaboración entre ambos cuerpos.

El Coordinador general de ARP, Luís Miguel Lorente, en declaraciones a este medio refiere que “es un auténtico disparate la falta total de empatía demostrada con la familia de Marta del Castillo y la sociedad en su conjunto por parte de mandos y responsables políticos que permiten el esperpento vivido en el día de hoy”. Y señalan casos de enfrentamientos anteriores. Según este sindicato; en 2013 “frente a la puerta del consulado francés por hacerse cargo de un paquete sospechoso de contener ántrax” o el “déficit crónico de fluidez en el trasvase de información operativa relevante entre ambos cuerpos” denotan la necesidad de reformas urgentes y voluntad política de materializarlas”.

De hecho la Agrupación Reformista de Policías ha elaborado una propuesta reformista del modelo de Seguridad Estatal. El sindicato los detalla en su página web: www.arpol.es. “Un modelo de seguridad distinto al actual que acabe con problemas como éste del enfrentamiento entre los distinto cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado”.

Las tensiones no son nuevas, y de hecho, en esta ocasión, las quejas han trascendido hasta el Secretario de Estado, quien ha reunido a los responsables de ambos cuerpos para tratar de poner fin al conflicto. De fondo, según han informado a Diario 16, se encuentra la intención de los altos mandos de la Guardia Civil por intentar ocupar el espacio del cuerpo de seguridad del Estado español, lo que se rechaza abiertamente por los trabajadores de la Policía Nacional, que señalan en este sentido que “no existe un país europeo ni democrático donde el cuerpo de seguridad sea militar”.

Lo cierto es que la estructura de la Guardia Civil responde a criterios y a disciplina militares, y según apuntan algunos miembros del sindicato ARP, “la estrategia es la de reforzar la presencia de la Guardia Civil en investigaciones que no son de su competencia, podría responder a que, simplemente, se trabaje mejor cuando las órdenes se dan dentro de una disciplina castrense, y eso parece gustarle al actual gobierno, que prefiere la sumisión a la formación”.

La situación ha llegado al punto, según denuncia ARP, de “contra-programarse” y desarrollar labores de búsquedas de distintos casos al mismo tiempo, pudiendo, según fuentes consultadas, “entorpecerse un cuerpo al otro”.

El órgano coordinador del sindicato finaliza su comunicado poniendo de manifiesto que se trata de dos cuerpos (la Guardia Civil y la Policía Nacional) de seguridad del Estado que están enfrentados permanentemente, para cuyos responsables profesionales lo más importante no es servir a la ciudadanía sino conseguir cuotas de competencias y poder que supongan mayor proyección profesional y dinero. Cosa que no es asumible en un país avanzado y serio.

1 COMENTARIO

  1. En una sociedad que se dice moderna y democrática, no se debería concebir ni soportar la existencia de varios cuerpos policiales, diferentes y contradictorios entre si y menos aún el de la guardia civil, por su carácter militar poco o nada democrático. Tendría que haber un solo cuerpo policial sumamente democrático bien profesionalizado, eficaz y operativo, que con cercanía inspire confianza a las personas y nada represivo, lo que incluye que no porten armas los policías que sin tener responsabilidades o cometidos específicos (terrorismo, atracos armados etc.), están en contacto permanente y directo con los ciudadanos. El ejemplo más evidente es el de la policía británica (el clásico bobby) que siendo única (aunque cuenta con sus divisiones especializadas) y con un solo mando, cubre todo su territorio.

    No digamos nada de la existencia en el ejercito todavía de un estamento militar, caduco, obsoleto y muy conservador como es la legión, fundada el 28 de enero de 1920 por el general fascista José Millan-Astray y Terreros, con el apoyo de Franco. Inconcebible e intolerable que aun no haya sido disuelto. No tienen excusas de su continuidad ningunos de los gobiernos que hemos tenido desde la Transición, incluidos (o más si cabe) los socialistas. Tampoco los nuevos partidos políticos Ciudadanos y Podemos, que no denuncian su existencia, ni exigen su disolución.
    Antonio Aguado Suárez

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