La Dehesa Boyal de las Navas en la cacereña localidad de Cañaveral está en peligro porque existe un proyecto empresarial en el que se pretende crear una megamina proyectada por la sociedad Lithium Iberia (JESAMPA) para extraer litio y otros elementos cancerígenos como el cesio o el tántalo.  

Este enclave, que comprende ecosistemas naturales de las localidades de Cañaveral, Torrejoncillo, Grimaldo, Casas de Millán, Pedroso de Acím, Holguera o Portezuelo, es el lugar donde habitan muchas especies incluidas en el Catálogo de Especies Amenazadas de Extremadura. Algunas de ellas, incluso, están en peligro de extinción.

Por otro lado, el proyecto minero causaría un daño irreparable por la más que probable contaminación de la cuenca del río Alagón y Tajo, que es donde terminarían los residuos tóxicos de la mina.

La Plataforma NO a la Mina de Cañaveral señala que el proyecto minero en la Dehesa de las Navas va a beneficiar a los de siempre, a las élites, en este caso a la industria del automóvil a costa de la destrucción de ecosistemas de un alto valor ecológico. El proyecto es, según la plataforma, el ejemplo perfecto de un desarrollo no sostenible.

La mina prevé extraer además del litio, cesio y tántalo, materiales altamente tóxicos, cancerígenos y perjudiciales para la salud. «¿Quién quiere vivir en un entorno así? ¿Qué pasará con los productos agro-ganaderos de calidad? ¿Quién los comprará?», se preguntan desde la Plataforma y continúan afirmando que «no es esa la Extremadura que soñamos, con embalses llenos de residuos tóxicos, con acumulación de residuos venenosos o con inevitables filtraciones tóxicas».

El proyecto, según se indica en la petición de firmas publicada por la Plataforma en Change.org, arrasará más de 2.000 encinas y alcornoques. Al daño medioambiental en flora y fauna hay que unir el económico.

«Anuncian falsamente que el proyecto traerá 400 empleos directos en la comarca durante 20 años, pero sabemos que esto no será así. Solo traerán poco empleo y precario, y dejarían en la estacada con sus perjuicios a cientos de ganaderos y agricultores», señalan con contundencia desde NO a la Mina de Cañaveral.

En la comarca existe el miedo de que cuando el proyecto termine en 20 años, se convertirá la zona en una especie de depósito de pobreza, ya que podría desaparecer el empleo agrario y ganadero.

«Además el sector del turismo de esta comarca morirá para siempre, ya que no tendremos los parajes que tanto nos visitan. Parajes a los pies de la Reserva de la Biosfera de Monfragüe», denuncia la plataforma. 

«Creemos que hay que saber elegir entre cómo queremos que nuestra región prospere: si de forma sostenible y siendo muchos los que se benefician de esto, o si queremos que sea a base de destruir el paisaje, contaminar tierra y agua y dejar este territorio siendo una extensión yerma y sin ningún futuro», concluye la Plataforma NO a la Mina de Cañaveral.

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