El editor del Daily Sceptic, Will Jones, ha publicado para el Brownstone Institute un interesante artículo sobre el nuevo informe que analiza los resultados de una serie de autopsias, donde se apunta a las vacunas contra el Covid-19 como causantes.
El informe, que puede leerse aquí, ha sido publicado en Clinical Research in Cardiology, la revista oficial de la German Cardiac Society. En el texto se detallan los resultados de las autopsias realizadas en el Hospital Universitario de Heidelberg en 2021, bajo la dirección de Thomas Longerich y Peter Schirmacher.
En las autopsias, según el informe, se encontró que en cinco muertes ocurridas en la misma semana en que se habían producido inoculaciones de la vacuna contra el COVID-19 (en algún caso la primera dosis y en algunos la segunda), la inflamación del tejido cardíaco debido a una respuesta autoinmune que había generado la vacuna, habría sido probablemente la causante de las muertes.
35 autopsias analizadas
El informe analiza un total de 35 autopsias realizadas en la Universidad de HEidelberg, en personas que fallecieron dentro de los 20 días posteriores a la inoculación de las vacunas contra el Covid-19. Entre ellas, se consideró que 10 habían fallecido a causa de una enfermedad preexistente y no a la vacuna. Para los 20 restantes, el informe no pudo descartar que la vacuna fuera la causa de la muerte. La mayoría de estos casos se debieron a un problema cardiovascular (21 de las 30).
Entre ellos, uno se atribuye a los coágulos de sangre (VITT) vacunados con AstraZeneca.
En las cinco muertes atribuidas como probables a las vacunas, los autores señalan: «Todos los casos carecían de cardiopatía coronaria significativa, manifestaciones agudas o crónicas de cardiopatía isquémica, manifestaciones de miocardiopatía u otros signos de una cardiopatía clínicamente relevante preexistente».
Según señala Will Jones, el Dr. Schirmacher le dijo: «Incluimos solo casos en los que la relación es inequívocamente clara y ninguna otra causa de muerte es demostrable, a pesar de todas las investigaciones. No podemos descartar los efectos de la vacuna en los otros casos, pero aquí teníamos una posible causa de muerte alternativa (infarto de miocardio, embolia pulmonar). Si existe una miocardiopatía isquémica severa es casi imposible descartar efectos de miocarditis o descartar definitivamente alteraciones inflamatorias como por vacunación. Estos casos no han sido incluídos en el estudio.
No pretendemos incluir o encontrar todos los casos, sino las características de los casos definitivos e inequívocos fuera de toda duda. Solo así se pueden establecer las características típicas; de lo contrario, los criterios menos estrictos pueden conducir a la contaminación del colectivo. Es absolutamente plausible que según estos criterios, hayamos pasado por alto más casos, pero la intención de nuestro estudio nunca fue cuantitativa o de extrapolación y existen numerosos sesgos positivos y negativos. Pero queríamos establecer el hecho, no el tamaño».
En 2021, cuando las autopsias fueron realizadas por primera vez, el Dr. Schirmacher afirmó que el equipo de investigación consideraba que entre el 30 y el 40% de las muertes se debía a las vacunas.
Considera Will Jones que «por supuesto, es muy posible que las vacunas también causen la muerte cuando existe una afección cardiovascular subyacente, y de hecho, es más probable que así sea. Por lo tanto, estas cinco muertes son el mínimo de estos casos de autopsia en los que están involucradas las vacunas, esos en los que no hay otra explicación plausible».
El informe no ha analizado la presencia de proteína Spkie en el tejido del corazón. Como tampoco ha analizado muertes tras dosis de refuerzo. Por eso no se puede relacionar este informe con el exceso de muertes registrado con posterioridad, desde que en otoño de 2021 comenzaron a aplicarse las dosis suplementarias.
Lo que sí señala el informe es la relación entre la muerte repentina y la vacuna cuando se ha producido días después de la inoculación. También confirma lo letal que puede ser la miocarditis leve inducida por la vacuna y, por lo tanto, por qué estudios como el de Tailandia encontraron efectos adversos cardiovasculares en, alrededor de un tercio de los adolescentes (29,2%) tras la vacunación con Pfizer e inflamación cardíaca subclínica en uno de cada 43 (2,3%).
El estudio de Suiza encontró al menos un 2,8% con miocarditis subclínica y niveles elevados de troponina (que indican lesión cardiaca) en todas las personas vacunadas.
Análisis del Dr. Campbell
A continuación, en el video que encontrará, el Dr. John Campbell analiza el informe señalado.
Hay que recordar y seguir matizando que, no son VACUNAS, son TRATAMIENTOS GÉNICOS EXPERIMENTALES.
Donde un considerable porcentaje son placebo (normalmente bajo especificación comprende entre un 8 y 20 %) y que muchas (indefinidas e imposible computar por el oscurantismo de los compendios fármaco-estatales) se les había degradado su principio activo por las extremadas condiciones de conservación que requerían (básicamente, se les inoculó restos del coadyuvante, caldito de sales y polietilenglicol), pero al que le tocó el ‘premio’ … Es imposible relacionarlo con las inoculaciones masivas, ya que todo este ensayo socio-sanitario se llevó a cabo sin estudios de anamnesis, ni seguimientos, ni consideraciones previas, y todo esto lo saben ‘ellos’ y son perfectamente conscientes. Los Estados firmaron exenciones de responsabilidad… Lo único que puede llegar a suceder es que algún tonto útil o algún cabeza de turco de turno pague de cara a la opinión pública para calmar al populacho y pasar al siguiente ‘GOAL’ como dicen en su agenda, denominado Cambio Climático…