La crisis del COVID-19 ha servido para unir fuerzas entre diferentes sectores debido a su fuerte impacto, sanitario, social y económico. En este contexto, surge “Por una recuperación sostenible”, un manifiesto al que se han adherido más de mil personas que apoyan una recuperación “hacia una economía más sostenible y robusta” entre todos los agentes de la sociedad.

El texto muestra un sentir optimista: “España tiene unas condiciones ideales para aprovechar las oportunidades que supone esta estrategia de recuperación para generar economía y empleos”, así como un “enorme potencial de desarrollo de energías renovables, un capital natural único, una industria bien posicionada y una apuesta decidida por la eficiencia energética”.

Con una economía prácticamente paralizada, los gobiernos están planteando medidas económicas para mitigar este efecto, que huele a catástrofe global. El manifiesto se pregunta “¿cómo se emplearán estas ayudas?, y ¿cómo se maximizará su valor para la sociedad?”. En este sentido, las decisiones que tomen los gobiernos “deberán ser cuidadosamente valoradas porque tendrán un gran impacto y unos efectos que perdurarán mucho tiempo, condicionando nuestra economía durante décadas”, prosigue el manifiesto.

Con todo, las personas firmantes y adheridas al manifiesto creen en una recuperación económica sostenible y demandan “el establecimiento de alianzas entre partidos políticos, empresas, sindicatos, medios de comunicación, ONG y sociedad civil” con el fin de apoyar e implantar “un paquete de estímulos sostenibles, basados en el mejor conocimiento científico y en las mejores prácticas, que permita avanzar hacia una sociedad más prospera, sostenible, saludable y resiliente”. Además, consideran que todas estas cuestiones “deben tenerse en cuenta” en los planteamientos de la Comisión de los Diputados para la Reconstrucción de España tras la crisis del COVID-19

En medio de esta situación, se ha lanzado Alianza para una Recuperación Verde (Green Recovery Alliance), una iniciativa en Europa de agentes diversos que defiende que “las políticas de estímulos deben ser efectivas desde el punto de vista económico y social y, a la vez, estar alineadas con las políticas de sostenibilidad y biodiversidad, que son esenciales”. Dicha iniciativa se apoya en el Pacto Verde Europeo “como estrategia de crecimiento” basada en la digitalización, descarbonización y la resiliencia. Pues, según el escrito, “la competitividad y el medioambiente van de la mano, y si no hay sostenibilidad ambiental no hay sostenibilidad económica o social”.

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