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Un informe de la ONU revela prácticas ilegales de Israel en el Golán

Un documento del secretario general de Naciones Unidas muestra las prácticas y actividades de asentamiento israelíes que afectan a los derechos del pueblo palestino y otros habitantes árabes de los territorios ocupados

José Antonio Gómez
José Antonio Gómez
Director de Diario16. Escritor y analista político. Autor de los ensayos políticos "Gobernar es repartir dolor", "Regeneración", "El líder que marchitó a la Rosa", "IRPH: Operación de Estado" y de las novelas "Josaphat" y "El futuro nos espera".
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análisis

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La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha publicado un informe de su secretario general, Antonio Guterres, al que Diario16 ha tenido acceso, en cumplimiento de una resolución aprobada por la Asamblea General en diciembre de 2020 en el que se ordenó a Israel a que acatara las resoluciones relativas al Golán sirio ocupado.

En concreto, la Asamblea resaltó una resolución del Consejo de Seguridad, en la que determinó que la decisión de Israel de imponer sus leyes, su jurisdicción y su administración al Golán sirio ocupado era nula y sin valor y no tenía efecto alguno desde el punto de vista del derecho internacional y exigió que Israel revocase su decisión de inmediato.

El 23 de abril de 2021 la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), en nombre del secretario general, dirigió una nota verbal al Gobierno de Israel en la que le reclamó que proporcionara información sobre las medidas que hubiera adoptado o tuviera previsto adoptar respecto de la aplicación de las resoluciones de la ONU.

Sin embargo, el documento de Naciones Unidas denuncia que, en el momento de presentar este informe, no se había recibido ninguna respuesta del Gobierno de Israel.

También el 23 de abril de 2021, el ACNUDH dirigió una nota verbal a todas las misiones permanentes en Ginebra para señalar a su atención las resoluciones y solicitar información sobre las medidas adoptadas o previstas en relación con la aplicación de las mismas. Se recibieron respuestas de Cuba, Irak y la República Árabe Siria.

Hay que recordar que, desde 1967, la Asamblea General de Naciones Unidas había rechazado la ocupación por Israel del Golán sirio y exigido que Israel se retirara del territorio ocupado hasta la frontera del 4 de junio de 1967.

Durante décadas la ONU ha hecho reiterados llamamientos a Israel para que pusiera fin a su continua ocupación del Golán sirio, a las prácticas represivas que llevaba a cabo de manera cotidiana contra los ciudadanos sirios que viven bajo la ocupación y a las violaciones que cometía contra el derecho internacional. El desprecio de Israel hacia la legalidad internacional y las resoluciones de la ONU se demuestran en que no ha hecho ni caso y allí siguen los israelíes.

Israel sigue actuando con impunidad y no ha sido obligado a rendir cuentas gracias al amparo de algunos miembros del Consejo de Seguridad, en concreto, Estados Unidos.

Por otro lado, Israel se solapa en una decisión ilegal, contraria a derecho, adoptada por Donald Trump, en la cual reconoció la soberanía israelí sobre el Golán sirio ocupado. Esta decisión constituyó una violación flagrante del derecho internacional, la Carta de las Naciones Unidas y las resoluciones pertinentes de la ONU, la más importante de las cuales era la Resolución 497 (1981) del Consejo de Seguridad.

La realidad es que, según se indica en el informe, los habitantes del Golán sirio ocupado han expresado reiteradamente su rechazo al intento de Israel de imponer sus leyes y establecer su legitimidad en ese territorio mediante la celebración de elecciones para los consejos locales. La ciudadanía boicoteó estas elecciones, a pesar de que las autoridades israelíes reprimieron con extrema violencia las protestas y detenido a un gran número de personas.

Proyectos de generación de energía

Por otro lado, el informe de la ONU revela cómo Israel tiene en marcha un proyecto de construcción de turbinas eólicas en terrenos de propiedad privada de los residentes árabes del Golán. Este proyecto no tiene más objetivo que perpetuar la ocupación, en particular mediante la construcción y expansión de asentamientos y la confiscación de tierras agrícolas.

En concreto, Israel había concedido a una empresa israelí de energía una licencia para construir entre 45 y 52 turbinas eólicas en terrenos agrícolas del Golán sirio ocupado.

En ese sentido, el proyecto consta de una serie de cuestiones específicas que presuntamente violan la legalidad. Por un lado, la construcción se realizaría en 600 hectáreas de tierras de cultivo de propiedad privada de residentes árabes del Golán que viven en los pueblos cercanos, a pesar de que los residentes de la zona habían protestado masivamente contra dichos planes.

Asimismo, limitará el crecimiento de las localidades cercanas, lo que daría lugar a zonas de mayor densidad de población en esos pueblos, ya densamente poblados, y provocaría daños sanitarios, medioambientales y agrícolas, que afectarían negativamente a los medios de vida de la población árabe.

En el proyecto se utilizaría una quinta parte de todas las tierras de cultivo disponibles.

También está proyectada la construcción de una línea eléctrica de alta tensión destinada a transportar electricidad de las turbinas eólicas al asentamiento israelí de Katzrin y una nueva central eléctrica.

La decisión de Israel de permitir a la empresa ejecutar el proyecto en tierras agrícolas de propiedad privada de la población árabe es reflejo de una persistente política discriminatoria de asentamientos, de la cual el proyecto forma parte.

Según se señala en el informe de la ONU, el 12 de julio de 2020 representantes de la empresa escoltados y protegidos por un gran número de fuerzas de seguridad israelíes entraron en las tierras agrícolas pertenecientes a los residentes árabes con el fin de permitir que la empresa comenzara sus trabajos. Para ello, se cerraron las carreteras que conducían a las tierras de casi 1.000 agricultores árabes sirios. Cientos de personas se reunieron para protestar y expresar su oposición al proyecto y su impacto destructivo.

En respuesta al proyecto, la población del Golán anunció una huelga general y se dirigió a los terrenos en cuestión para protestar e impedir que las autoridades y la empresa comenzaran a ejecutar el proyecto. «Según la información disponible, las fuerzas de seguridad israelíes respondieron con represión e intimidación y hubo manifestantes heridos y detenidos», afirma el informe de Naciones Unidas.

Presión israelí para confiscar las tierras

Siria condenó lo que describió como presión ejercida por Israel sobre los habitantes de las aldeas árabes del territorio ocupado para que aceptaran los títulos de propiedad expedidos por el Registro de la Propiedad de Israel en lugar de los emitidos por la República Árabe Siria.

Además, observó que se había amenazado a los residentes con confiscarles sus tierras si no aceptaban los documentos de propiedad expedidos por el Registro de la Propiedad. Asimismo, el gobierno sirio señaló que las autoridades israelíes habían exigido a los árabes, en particular los de Ayn Qinya y la zona industrial de Maydal Shams, que presentaran los títulos de propiedad sobre las tierras. «De acuerdo con la información recibida, las autoridades también amenazaron con confiscar esas tierras si no se presentaban dichos documentos», afirma el documento.

Perpetuar la ocupación ilegal del Golán

Por otra parte, el informe describe varias políticas aplicadas por Israel dirigidas a perpetuar la ocupación del Golán sirio, entre ellas la construcción y expansión de asentamientos, la confiscación de tierras agrícolas y el establecimiento de una industria agrícola cuyo fin era prestar apoyo a los colonos israelíes y perjudicar a la industria agrícola de los residentes árabes del territorio ocupado.

A este particular destaca cómo el consejo regional de asentamientos israelíes había continuado anunciando en su boletín semanal la expansión de los asentamientos ilegales como consecuencia del creciente número de colonos. El ritmo de construcción de viviendas temporales o casas rodantes se estaba acelerando y existían planes para construir residencias más permanentes.

Según el informe «esto también se observó en los asentamientos de Odem y Aniam. Habían continuado los trabajos de construcción de las llamadas instalaciones de servicios para los asentamientos de Katzrin, Kedmat Zvi, Nov, Kanaf, Neve Ativ y Yonatan. Según la Oficina Central de Estadísticas de Israel, desde 2019 el número de colonos del asentamiento de Katzrin había aumentado en 2.000 nuevos colonos».  

Israel, además, ha puesto en marcha un plan plurianual con el objeto de desarrollar y reforzar la agricultura en los 33 asentamientos israelíes existentes en el Golán, en el que se animaba a los jóvenes israelíes a incorporarse al sector agrícola.

En abril de 2019, Israel había anunciado sus planes de expandir los asentamientos ilegales, que incluían la construcción de 30.000 viviendas y el traslado de 250.000 colonos al Golán sirio ocupado, con lo cual se alteraría la composición demográfica de la zona.

«Israel había apoyado la toma de tierras por parte de los colonos israelíes y la explotación de la tierra realizada por los asentamientos con el fin de producir diversos productos agrícolas. La República Árabe Siria explicó que ello representaba una carga económica insoportable para los habitantes árabes sirios del Golán sirio ocupado, y señaló que la competencia desleal originada en las políticas discriminatorias amenazaba el futuro sustento de la población árabe siria, que dependía de la agricultura», señala el documento.

En junio de 2019, se había iniciado un nuevo proyecto de asentamiento que llevaba el nombre Donald Trump. El consejo regional de asentamientos anunció que llegarían nuevas viviendas temporales para acoger a las 20 familias de nuevos colonos que habían sido aceptadas para vivir en el asentamiento. Las familias recibirían parcelas en el asentamiento sobre las cuales construirían viviendas permanentes. El consejo regional de asentamientos inició la construcción de infraestructuras e instalaciones sociales en el asentamiento con el fin de recibir a esas 20 familias en los meses de diciembre de 2020 y enero de 2021.

Restricciones y represión a la población árabe

Por otro lado, el informe de la ONU señala que Israel ha seguido imponiendo restricciones a los residentes árabes del Golán con miras a impedir la construcción y la expansión de las aldeas, especialmente en la de Maydal Shams. «El denso hacinamiento en esta zona se había agravado tras la confiscación de más de 80.000 dunums (800 hectáreas), desde el norte de Maydal Shams hasta Ain Qinya, al parecer en nombre del proyecto del Protectorado de Hermón».

Israel ha otorgado las autorizaciones necesarias para comenzar a construir barrios de asentamientos e instalaciones asociadas en el Golán sirio ocupado, y el comité de planificación y construcción las había aprobado en su primera reunión de 2021. Los planes incluían la construcción de un hotel de 200 habitaciones y tres complejos de viviendas turísticas aledaños a las dos mayores reservas naturales del Golán, además de la creación de un parque temático con una superficie de 3,6 km2 en el asentamiento de Katzrin, construido esencialmente sobre las ruinas del pueblo sirio de Qasrin.

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1 COMENTARIO

  1. Un informe de la ONU revela prácticas ilegales de Israel en el Golán ¡¡¡No me diga!!! ¿No se habían dado cuenta??? ¿Lo sabemos todos menos ustedes? En todo caso, seguramente no se han dado cuenta de los asesinatos diarios de familias enteras. Espero que, los asesinatos, no entren en la legalidad de sus estatutos.
    Esto parece la «conquista del lejano oeste americano» matar, matar, matar para robar y encima poner etiqueta israeliana a lo fabricado en Palestina. Desgraciadamente creo que somos más criminales que los yihadistas.

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