Esta semana se cumplen siete años de la entrada en vigor de la reforma laboral del Gobierno del PP del año 2012. Un aniversario, que para la Unión General de Trabajadores ha sido una de las grandes responsables de la degradación del empleo en España, con trabajos de peor calidad, más inestables, menos seguros y peor pagados.
UGT reclama “la necesidad imprescindible de derogar esta reforma” con el fin de acabar con el subempleo, la pobreza, la desigualdad y la precariedad, que imposibilitan realizar un proyecto de vida.
El sindicato solicita del Gobierno y las organizaciones empresariales, “actuar y cumplir lo que ya han acordado con los sindicatos en el marco del diálogo social”.
Para UGT “hay que pasar ya de las palabras a los hechos y aprobar una contrarreforma laboral que obligue a cambios sustanciales para recuperar y mejorar derechos sociales y laborales”, para repartir la riqueza y crear empleos dignos y de calidad.
Con la caída de la calidad en el trabajo se ha profundizado en la devaluación salarial
Desde UGT continuarán intensificando la movilización si no se deroga la reforma laboral de 2012, para mejorar no solo la cantidad, sino la calidad de los empleos que se crean. Este era uno de los objetivos fundamentales de los actos convocados por UGT, junto a CCOO, que se realizó el pasado viernes, 8 de febrero y que tendrá continuidad el 8 de Marzo.
La economía crece desde 2014, pero la riqueza que se genera no llega a los trabajadores y trabajadoras, ni a la gran mayoría social, que son las principales víctimas de la crisis. La salida de esta crisis “ha sido, injusta, donde esa mayoría social ha sufrido los efectos más severos de la depresión, las políticas de austeridad, los recortes y la devaluación salarial”, denuncia UGT.
Actualmente en España hay 1,4 millones de empleos más que a finales de 2011, justo antes de la reforma, y casi 2 millones de desempleados menos. Para el sindicato, “esto no es fruto de la reforma laboral, sino del aumento de la actividad económica”.
Por contra, la reforma laboral ha contribuido a aumentar los contratos de peor calidad. UGT denuncia que la temporalidad, en lugar de reducirse, no ha dejado de crecer. En 2011 era del 25,1% y en 2018 se ha situado en el 26,8%.
Ha empeorado la salud y seguridad de los trabajadores y la calidad del desempleo
Durante estos años los contratos indefinidos, ha aumentado la rotación laboral, mientras los contratos temporales son cada vez de más corta duración: uno de cada cuatro contratos temporales son de duración inferior a siete días. En 2018 hay 6,5% más de contratos de muy corta duración que en el año 2011.
El sindicato quiere destacar la profunda caída del número de horas trabajadas por cada empleo un 1,7%, como consecuencia del aumento del empleo a tiempo parcial.
En nuestro país uno de cada tres empleos creados desde 2011 ha sido a tiempo parcial. Contratos que han crecido a un ritmo tres veces superior que los de tiempo completo. UGT denuncia que este tipo de contratación no es deseada e involuntaria, por “la intensa rotación laboral, por los contratos de corta duración y por la subcontratación como forma de organización empresarial para abaratar la mano de obra”.
El Partido Popular aprobó la reforma laboral de 2012, “para deteriorar al máximo el mercado de trabajo”, denuncian desde UGT. Y este deterioro ha “provocado menos ingresos, tanto de impuestos, como de cuotas a la Seguridad Social, lo que ha debilitado nuestro Estado de Bienestar”.
Devaluación salarial
UGT recuerda que la reforma laboral de 2012 “no solo ha precarizado el empleo y las condiciones de trabajo, sino también los salarios”.
El sindicato recuerda que esta destrucción del empleo de calidad, fue una estrategia política deliberada del Gobierno del PP, dirigida a abaratar los costes laborales a las empresas, y “la reforma laboral ha sido el principal instrumento para aplicarla, al desequilibrar de manera determinante la negociación colectiva en favor de las empresas”.
