UGT considera que el Impuesto sobre Determinados Servicios Digitales (conocida como “Tasa Google”) servirá para complementar la estructura del sistema tributario gravando actividades que han cobrado relevancia en los últimos años, que obtienen elevados beneficios, y que en la actualidad apenas contribuyen al sostenimiento de los ingresos públicos por la utilización de complejas ingenierías fiscales para eludir el pago de impuestos allí donde operan.
El Consejo de Ministros aprobó el pasado 18 de febrero este Impuesto (junto con el de Transacciones Financieras), acordando que la recaudación de este fuera en diferido, hasta final de año (al igual que se ha hecho en Francia). Esto se hizo así por las amenazas de EE. UU. de tomar represalias comerciales contra los países que la implantaran (las principales multinacionales afectadas son propiedad de capital estadounidense, las conocidas como GAFA: Google, Amazon, Facebook y Apple), y en espera de que la OCDE tenga lista para entonces su propuesta de gravamen global.
España ingresa 6,3 puntos de PIB menos que la media de la eurozona, lo que supone un déficit anual de unos 75.000 millones de euros
UGT considera que la casi inexistente aportación a las arcas públicas de estos gigantes corporativos, junto a los enormes beneficios que obtienen, son un atentado a la conciencia fiscal colectiva de los países desarrollados, y suponen una quiebra intolerable de la solidaridad y justicia tributaria que deben garantizar los estados avanzados. Al mismo tiempo, la actividad financiera más especulativa, cuya influencia sobre el conjunto de las economías es enorme, puede y debe contribuir en mayor medida al bienestar colectivo vía impuestos.
El sindicato considera que este impuesto puede contribuir muy positivamente a la recaudación, pero en ningún caso resuelve los problemas de España. Nuestro país, ingresa 6,3 puntos de PIB menos que la media de la eurozona, lo que supone un déficit anual de unos 75.000 millones de euros, imprescindibles para construir un estado de bienestar avanzado. Algo insostenible que hoy es más necesario que nunca que se corrija, ante las necesidades sociales provocadas por la crisis desatada por la Covid.19.
UGT aboga por una reforma tributaria integral más justa y equitativa, donde pague más quien más tiene, e impulsar la lucha contra el fraude fiscal. Es el momento de plantear las reformas de calado necesarias para dotarnos, de manera estable, de un entramado tributario potente y eficaz, que sitúe el nivel de recursos públicos a la altura, al menos, de la media de la zona euro, para impulsar un crecimiento económico más sostenible y un estado de bienestar sólido y extenso.