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¿Tribunal Prostitucional?

Al-Hakam Morilla Rodríguez
Al-Hakam Morilla Rodríguez
Coordinador de Liberación Andaluza.
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análisis

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«El orden social no puede ser más que un equilibrio de fuerzas». Simone Weil

 

Cuentan que aquel megalomaníaco y genocida führer fracasado, cuestionada la hegemonía aérea de la Luftwafe por la RAF (Royal Air Force) británica, convocó a sus científicos para una exhibición aérea. Al parecer se habían adelantado creando el motor a reacción, el cual iba a conseguir una velocidad tal que daría a los nazis el total dominio del aire. Despegó el cohete y sonó un petardazo en las alturas cuando traspasó la barrera del sonido. Entonces el obeso cleptómano Göring, fundador de la Gestapo y comandante en jefe de la aviación germana, sabía lo que de verdad impresionaría a su jefe, el palurdo austriaco. A una orden suya los centenares de aeroplanos Junkers y Messerschmitt, en compacta formación de tierra accionaron sus hélices en ensordecedor estrépito, para regocijo de Hitler.

Estaba claro, ahí estaba el futuro para los atronadores triunfos, para la altitonante subyugación de todos los demás Pueblos al ‘reich de los mil años’. A los ingenieros y técnicos del novedoso reactor se los llevaron a pegar tiros al frente del este por su cortedad de miras. Luego tuvieron que echar mano de los que quedaron vivos, nítida señal de la ineptitud de los mandos, para desarrollar las bombas volantes V1 y V2 cuando aquella tiranía de pesadilla, auspiciada por el papado de Pío XI y XII y definitivamente ahorcada en Nuremberg, se encontró al borde del colapso.

A los gerifaltes clerical-franquistas, trocados en ‘demócratas’ opusinizados, les sucede lo mismo. Con impunidad se han estado infiltrando desde hace sesenta años en las más altas magistraturas del Estado, entre las élites financieras y académicas falsificando lo que sea, rapiñando a placer, con su piara mediática centralista mirando hacia otro lado o creando cortinas de humo para desviar la atención de sus saqueos. El delito de Traición, castigado con prisión mayor de treinta años de cárcel, por servir a un Estado extranjero – como el Estado Vaticano fundado por Mussolini – desde puestos sensibles de la Administración, no se inventó para ellos, ni el CNI está para impedir esos espurios menesteres: la tonsurada contrainteligencia a la carta, sufragada por los contribuyentes, nos defiende a todos así de bien… Al igual que aquellos arrogantes cabezacuadradas teutones, ciertos devotos escrivarianos necesitan un poder omnímodo para acallar sus malas conciencias: deben aplastar toda disidencia con la contundencia de un bombardeo en alfombra de la Luftwafe.

¿Hay que redactar decretos-ley ambiguos ‘antiterroristas’ – aprovechando que el Pisuerga pasa por la puerta parisina de la revista satírica Charlie-Hebdo – o violar la semántica de la RAE y jurisperita en la interpretación de su ‘constitución’ – con idéntica ‘santa desvergüenza’ a la del rancio autor de Camino -, sin inmutarse al pulverizar un simulacro siquiera de Separación de los Tres Poderes? No hay problema, al descubrirse los pufos ya se encargarán los peones de tapadillo de la Obra de vendernos el ‘y tú más’, el ‘en todas partes cuecen habas’ o el ‘¿y qué pasa?’… con la misma frescura que Hannibal, el caníbal, degustaba a la plancha sesos humanos con un buen Chianti y la mejor de sus sonrisas.

La última arbitrariedad inadmisible del ‘tribunal constitucional’ erigido en redivivo Tribunal de Orden Público, al amparar la segregación de sexos en las aulas sufragada en parte por el Estado, ha abierto la Caja de Pandora. Y créanme, no es que disguste la ruin exclusión sexista, ni mucho menos, a la patulea de fundamentalistas católicos que celebran a esos cardenales que acusan de ‘hereje’ (¡sic!) al papa; ni al hembrismo supremacista que confunde a las míticas amazonas con las boyeras (sacerdotisas conductoras de toros castrados en rituales de la antigüedad); a rabinos ultraortodoxos tan rigoristas al indagar en las posibles ‘impurezas’ de las féminas rapándoles la cabeza y poniéndoles hasta peluca; o a imames que se figuran que por verle el tobillo, las manos o el cuello a una mujer, ya por eso la totalidad de los varones adultos lanzan bufidos en plan verracos…

Lo sentimos, señoras y señores de incuestionados dogmas sacrosantos, nos repugna esta ilegitimidad flagrante y escandalosa porque supone un cínico atentado contra el Artículo 14 de su propia ‘constitución’. A saber: «Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión, o cualquier otra condición o circunstancia personal o social». ¿O es que puede ser de recibo esgrimir el Artículo 155, forzando torticeramente su aplicación a manera de misil termonuclear contra Catalunya a capricho, y cuando conviene manosean los supuestos valedores del ‘estado de derecho’ de pega otros párrafos de su ‘carta magna’, cual si se tratase de papel higiénico? Si la rebelión o la sedición implican violencia armada (por eso tradicionalmente han sido aplicados esos delitos a cuerpos militares o policiales insurrectos), por favor, que no hagan más el ridículo por Europa, que ya a todos los súbditos del hijo del rey de Franco nos toman por frikis masocones hasta en Honduras, y nos da vergüenza por tantas tragaderas no ya sólo cruzar los Pirineos, sino hasta el Guadiana y el Estrecho de Gibraltar.

Así se quiera disfrazar con beatos eufemismos, la segregación por sexos en colegios siempre – repito, SIEMPRE – es discriminatoria, como muy bien han denunciado Europa Laica, Ceapa (Confederación Española de Asociaciones de Padres de Alumnos) y otras organizaciones no subordinadas a la ‘cosa nostra’ de Castelgandolfo. Conlleva un brutal atropello a lo expresado con claridad en su propia ‘constitución’, cada vez más convertida en humo de pajas agitado al albur de la ventolera mediática que dicten los teletipos de Interior. Y lo peor no se esconde ahí. Al destapar esa peligrosísima espita anticonstitucional, ¿qué impide ahora marginar en colegios o establecimientos públicos a personas por ‘raza’, religión, porque pertenezcan a un estatus social depauperizado del extrarradio, o por reflexionar con espíritu crítico? Si del mismo modo que hay sexadores de pollos los represores curánganos y monjorras, con impuestos de todos, pueden excluir en lugares aparte a las niñas y a los niños, ¿van a esperar mucho ahora para declarar parias, subrepticia o descaradamente, a los chavales o chavalas homosexuales y transexuales en su hedionda instrucción retrógada y parafranquista?

¿Puede extrañarse alguien que a pesar de los esfuerzos del Coletas y Errejón por endosarnos su fraude ‘plurinacional’ – multiculturalismo liberal en realidad: Grosfoguel dixit -, haya cada vez más ciudadanos que no comulguen con estas ruedas de molino del ñoño, abyecto y mezquino nacional-catolicismo rojipardo, y estemos deseando la emancipación política de tan burdo jacobinismo inciensado, de esta infame Prisión de Naciones incapaz de articularse en una verdadera Democracia con Poderes Independientes (en origen, ejercicio y funciones), y con una auténtica Representatividad no emasculada por las hipócritas camarillas de partido?

No tienen remedio los ‘novios de la muerte’ y sus adláteres de la Carrera de san Jerónimo. Por su patética cesión de soberanía, vendida al foráneo Vaticano, junto con su grosero militarismo de matones de procesión. Con esas maneras tan civilizadas, por lo que más se les conoce a lo largo de la historia a los rojigualdos es por sus ‘heroicas victorias’ contra su propio Pueblo al que juraron defender, con sevicias tan brutales como inenarrables. Por suerte células masónicas blancas en lucha por la democracia y la laicidad, actuando con las propias armas de nuestros verdugos, están ya operando en secreto en el seno de esas sectas extranjeras criminales con patente de corso para la usurpación.

La caudillista monarquía confesionalizada se hunde cada vez más en la ciénaga generada por el papismo expoliador. Sólo en lucha constante por una  evolución natural y lógica hacia las Repúblicas de los Pueblos Ibéricos, con una moderna Administración Laica y una genuina Democracia, podremos ponernos a salvo de tanta inhumana barbarie, forjando una nueva sociedad civil que alcance, gracias a la Libertad Política Colectiva, sus máximas potencialidades.

Los triperos lacayos de Roma, esos grandes ‘patriotas’ colorados o pardos de repleta faltriquera oculta en guaridas fiscales, preferirán escuchar el arrogante retumbar de los motorcitos de su maquinaria telealienante y esclavizadora, como antaño babeaban con los ladridos de los perros de la guerra los del morrión o los peleles hitlerianos; pero a la Humanidad le va la vida en el anhelo de poder respirar al fin… Libre.

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