Presos republicanos en campo de concentración franquista

El pasado viernes el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó el listado de los 4.427 españoles que murieron en los campos de concentración nazis de Mauthausen y Gusen, lo que supone un reconocimiento oficial a estas personas que fallecieron o fueron asesinadas por el ejército de Adolf Hitler. Un paso adelante hacia el reconocimiento de las víctimas de la sinrazón, del fascismo y del nazismo. Sin embargo, ¿este es el primer paso para el reconocimiento de las víctimas del franquismo?

En este sentido, Carles Mulet, portavoz de Compromís en el Senado, ha afirmado que «tras la publicación en el BOE del listado de las víctimas de los campos de concentración nazi, esperamos el de las víctimas del franquismo».

El político valenciano ha manifestado que la publicación en el BOE de las personas que murieron en Mauthausen era una medida «necesaria, que como todas las de memoria histórica llegan muy tarde». Sin embargo, se ha hecho la siguiente pregunta: «por qué pueden ser reconocidos estos españoles y no los miles y miles de víctimas del franquismo, ya que en la actualidad los represaliados por oponerse al golpe de Estado de 1936 y a la dictadura franquista no gozan siquiera del estatuto de víctima».

Mulet urge, además, a que ese colectivo sea oficialmente declarado como víctimas y una publicación en el BOE de un listado «con un procedimiento para reparar a sus familiares. Condenar el nazismo es fácil, por el factor exógeno; condenar el franquismo, cuando este perdura en buena parte de la judicatura, el sistema político o la Jefatura del Estado, cuesta más», ha afirmado el senador.

Además, según Mulet, las víctimas del franquismo constituyen por sí mismas una referencia ética del sistema democrático español y «simbolizan la defensa de la libertad, de la democracia y del Estado de Derecho; la lucha por los derechos políticos, civiles y sociales», ha dicho.

1 COMENTARIO

  1. ¿Quién ayuda a la Luz de una vez? Pero ¡de verdad, no con bla-blas o con el no incomodar a poderes, en malvados consentimientos! Si a mí me demuestra alguien racionalmente que estoy en un error (y tal error daña-mata a muchos) pues, si no lo reconozco en responsabilidad o en ética, soy un destructor que no respeta a ningún bien y en verdad no merezco ni la vida y sí todos los insultos y castigos posibles. ¡Así es el bien en defensa propia, así!
    Pero ocurre que eso no lo hago yo jamás, ni en pintura, el eludir un error destructor, sino ya sí lo hacen objetivamente incontables españoles, que encima son ayudados por tantas cosas y por mis propios recursos «de los públicos», y encima reciben todos los premios de tantas cerrazones-alineaciones literarias que existen, y encima TODO LO TIENEN A FAVOR descomunalmente, ¡todo!, para engañar a todo bien y al mismo Dios. En intento. https://tusinrazonenturbia.blogspot.com

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