“Traer al mundo el valor que nunca debió perder nuestra menstruación y ciclicidad”

Las activistas y educadoras menstruales han posicionado el mes de mayo como el mes de la dignidad menstrual para visibilizar las inequidades y desigualdades de género reales que afectan el día a día de millones de niñas, jóvenes, mujeres y personas que menstrúan por el solo hecho de hacerlo.

Las iniciativas divulgativas de autoconocimiento del ciclo menstrual y la menstruación; los negocios surgidos en los últimos años relacionados con la salud del ciclo como BauboLOVE; las escuelas de educación menstrual; el activismo menstrual de asociaciones como la “Asociación de cultura menstrual La vida en rojo o la ONG be artsy, que vienen trabajando y poniendo el foco en la importancia de identificar los tabúes, los mandatos, los mitos y las desigualdades asociadas con el hecho de menstruar, la menstruación y el ciclo, son la potencia revolucionaria para una nueva cultura menstrual positiva, integral, inclusiva y sostenible.

Entrevisto a tres activistas y educadoras menstruales que responden a los diversos aspectos de la educación y la salud menstrual en un contexto de revolución menstrual histórico donde hay mucho que celebrar, pero también, mucho que cuidar, que conjugar y que seguir reivindicando.

Clara Garcia i Ortés, lleva más de 6 años educando y empoderando a mujeres y niñas desde la ONG be artsy en Nepal.

¿Consideras que el momento actual de “revolución menstrual” con carácter internacional, favorece a las niñas, jóvenes, mujeres y personas que menstrúan en otros países como el Nepal donde desarrollas tu proyecto?

Creo que este boom sobre la menstruación que ha habido los últimos años favorece y mucho a todas las personas de cualquier parte del mundo con acceso a internet. En Nepal, aparte de nuestro proyecto Rato Baltin que está educando a chicos y chicas y ofreciendo una solución ecológica para la menstruación desde principios del 2017, hay muchos otros, fundados por chicas nepalesas centrados en mejorar el acceso a productos menstruales y promover la dignidad menstrual y la educación sobre la menstruación.

Estos esfuerzos son cruciales para abordar los desafíos que las personas que menstrúan enfrentan en países en desarrollo, donde a menudo se estigmatiza y se carece de acceso a productos y servicios de higiene menstrual.

Además, la creciente atención a la menstruación también es un buen catalizador para aumentar la conciencia sobre la igualdad de género y la necesidad de abordar otros problemas relacionados con la discriminación de género en todo el mundo.

Durante el proyecto Rato Baltin lo ponemos de manifiesto: La menstruación es solo un aspecto de la desigualdad de género, pero es un punto de partida para iniciar conversaciones más amplias y fomentar cambios significativos en la sociedad.

Victoria López Benito es docente e investigadora. Creadora del proyecto Hystera. Salud femenina y cofundadora de la Asociación La vida en rojo

Desde tu proyecto y perspectiva, ¿cuál es el camino a seguir para que la dignidad menstrual sea una realidad y no tenga lugar ni un paso atrás en lo que hasta ahora se ha conseguido?

Creo que el camino a seguir es el que llevamos realizando las Educadoras, terapeutas y todas las profesionales relacionadas con la Cultura menstrual y climatérica que es el camino del hacer y del estar.

El hacer desde lo que venimos haciendo algunas desde hace varios años y otras muchos más, que es poner nuestro tiempo, cuerpos y conocimientos al servicio de las otras en multitud de espacio y eventos para simplemente y que lo es todo, traer al mundo el valor que nunca debió perder nuestra menstruación y ciclicidad.

Y el estar, generando presencia en espacios de representatividad y “apretando las tuercas”, como se dice en mi tierra, a las administraciones públicas para que hagan efectivas las diversas medidas relacionadas con la salud y la educación menstrual que ahora sí, por primera vez en la Historia de este país, están recogidas en la ley estatal de salud sexual y reproductiva y de la interrupción voluntaria del embarazo. Las leyes y los derechos son papel mojado si no se hacen efectivas y no queremos que pase esto con temas como la pobreza menstrual, la necesidad de incorporar la educación menstrual en la escuela o el reconocimiento de la baja menstrual que venimos reivindicando desde el activismo menstrual desde hace ya bastantes años.

El estar, pero creo que sobre todo el hacer, en los términos que comentaba unas líneas más arriba, es lo que nos ha traído este tiempo de “revolución menstrual”.

Rocío Ahumada de bauboLOVE se dedica a expandir la cultura cíclica, junto con su emprendimiento de diseño y confección de compresas y bragas menstruales en Cardedeu, Cataluña.

¿Crees que las mujeres que se acercan a ti y a tu puesto han roto la barrera del tabú que supone hablar de la menstruación?

La respuesta es sí y no.

Muchas se acercan a mi puesto con mucha consciencia. Algunas ya llevan años utilizando compresas de tela. Pero no siempre son mujeres conscientes de su menstruación y gestión del sangrado.

Muchas se acercan con mucho temor y vergüenza. Pero, a pesar de ello, me hacen preguntas y aprovecho la ocasión para ofrecerle la reflexión necesaria para superar el tabú y abrir los diálogos sobre lo que vivimos todas una vez al mes.

Luego están las mujeres que cuando se acercan y ven de lo que se trata, pasan de largo, no quieren ni parar a ver, e incluso, alguna pone cara de asco. Pasa cada vez menos.

Lo que sí que veo es que el tabú se agudiza en las chicas jóvenes, tienen mucha más presión social con la excepción de las que se acercan con mucho apoyo familiar y consciencia ecologista.