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Totalitarismo inverso

Jesús Ausín
Jesús Ausín
Pasé tarde por la universidad. De niño, soñaba con ser escritor o periodista. Ahora, tal y como está la profesión periodística prefiero ser un cuentista y un alma libre. En mi juventud jugué a ser comunista en un partido encorsetado que me hizo huir demasiado pronto. Militante comprometido durante veinticinco años en CC.OO, acabé aborreciendo el servilismo, la incoherencia y los caprichos de los fondos de formación. Siempre he sido un militante de lo social, sin formación. Tengo el defecto de no casarme con nadie y de decir las cosas tal y como las siento. Y como nunca he tenido la tentación de creerme infalible, nunca doy información. Sólo opinión. Si me equivoco rectifico. Soy un autodidacta de la vida y un eterno aprendiz de casi todo.
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Sentado en los adobes de lo que queda de una de las paredes de la majada, a la sombra de una frondosa sabina, única superviviente de la ruina en la que se encuentra el aprisco, Medardo, bota de vino en la mano, mira pensativo el paisaje.

Las ovejas pastan plácidamente a su alrededor en uno de los primeros días cálidos de esta primavera que ya casi se acaba. Pronto vendrá el esquile. Los sembrados están aun ralos. Es cosa del frío. El invierno se ha alargado hasta el cuarenta de mayo. El cierzo que ha soplado sin cesar día tras día, desde Semana Santa, acabó llevándose el agua que con tanta precisión labriega había caído durante casi todo el mes de marzo. La nieve se resistía a morir. Las primeras chiribitas comienzan a teñir de blanco y naranja el verde azulado de la hierba de la era. Las cebadas tempranas, parecen ya querer despuntar sus tiernas espigas. Los centenos, hace ya días que cimbrean majestuosos sus enjutas y largas cañas a merced del viento del norte. Las encinas comienzan a ser visitadas por grupos de tórtolas que flirtean a su alrededor. Los gorriones amenizan con sus cantos, ocultos en la sabina, el descanso del pastor.

Ahora, saca del zurrón media hogaza de pan, un cuarto de pernil de tocino entreverado y un par de sabadeñas recién sacadas del oreo de la cocina. Entretanto, los perros que se encontraban vigilando que ninguna de los corderos se metieran al trigal que crece aledaño a la era del corral, se han sentado a medio metro de Medardo y le observan moviendo sus cabezas, atraídos por sus movimientos como si fuera un ilusionista.

Una navaja muy afilada, con la que talla las eternas horas en soledad convirtiendo la madera en preciosos apeos de labranza a escala milimétrica, le sirve también como cuchillo que rebana el pan y corta delicados pedazos de tocino que degusta con avidez. Siempre guarda en el zurrón un currusco de pan duro que echa a los perros entre bocado y bocado. Si se han portado bien, el pan lo acompaña con un trozo de panceta o una raja de la sabadeña que también engulle ahora Medardo.

Mientras pasa la comida con otro trago de vino de la bota, no se puede quitar de la cabeza el comentario que ha escuchado en la taberna, por la mañana, cuando, como todos los días antes de sacar las ovejas de la tenada, ha entrado a tomarse el moscatel con orujo. Todos, en cuanto le han visto asomar por el dintel de la puerta se han callado. Todos salvo Macario que de espaldas no se ha percatado y entre risas ha insinuado que Licinia le pone los cuernos.

El no es hombre al que le guste la fiesta y estando todo el día en el campo, todos los días del año, es difícil cortejar a nadie. Fue el primer sorprendido cuando Marciano, el alcalde y dueño de las ovejas que pastorea, se le apareció un día, en mitad del campo, acompañado de Licinia. La chavala está bien, le dijo Marciano. Es hija del Zurdo, (otro pastor del pueblo) y sabe bien de las penurias de vuestro oficio. Pero ya tiene 18 años y su padre dice que va siendo hora de que se busque su propio cocido. Tu estás solo desde que murió tu madre. Y necesitas alguien que te cuide.

Dos semanas después, el 12 de marzo, estaban casados y en junio fue padre. Ya entonces a Medardo le comía el runrún de las habladurías. Nunca había ido a la escuela y era de escasas entendederas pero algo no le cuadraba. Parecía haber pasado poco tiempo entre la boda y la paternidad. Así que un día se lo preguntó a al señor Marciano. Entonces este le sacó del error. Mira, le dijo. Los embarazos de las mujeres duran nueve meses. Tu te casaste a primeros de marzo. Pues bien. Marzo, magarzo y el mes de marzo, tres meses. Abril, mambril y el mes de abril, otros tres y van seis. Y con mayo, magallo y el mes de mayo, suman nueve. Medardo que desde que tenía seis años había pasado la mayor parte del tiempo en el campo y solo, se dio por satisfecho.

Pero esta mañana, en la cantina le han vuelto las dudas. Macario siempre está metiéndose con todo el mundo y haciendo chanzas de todos, pero hay algo a lo que Medardo lleva dándole vueltas desde que sacó por la mañana las ovejas del corral. Hace dos días le dijo Licinia que en unos días sería de nuevo padre. Pero sigue pensando que no cuadra. Si en el mes de marzo, aprovechando que llovía, se fue con el amo todo el mes a comprar ovejas a la zona de Extremadura, ¿cómo es posible que su mujer esté a punto de parir? ¿Es posible que nazca un niño con seis meses? Se lo preguntaré al señor Marciano, se dice.

Marciano le explica por la noche que todos los segundos hijos necesitan menos tiempo en la tripa de su madre y si. Todos son seismesinos.

A Medardo le sirve la explicación. El es feliz con sus ovejas y lo demás le da un poco igual.

 


Totalitarismo inverso

 

Hay un rumor latente que asegura que la fusión entre el Sabadell, un banco que lleva en serios problemas desde el 2018 y la nacionalizada Bankia, cuyo presidente José Ignacio Goirigolzarri lleva reclamando su privatización también desde hace meses y, sobre todo, que el estado asuma que no es posible recuperar los 22.400 millones que dice que nos costó a todos los españoles el rescate, en inminente.

Esta operación se estaría llevando a cabo “a la sombra” pero con el consentimiento de la Ministra Calviño, esa que asegura que es poco productivo derogar la reforma laboral y que siempre ha visto con buenos ojos que Bankia salga del control público quedándose con los 22.400 millones del rescate más los otros 23.600 añadidos que según los técnicos del banco de España es el coste real de la operación salvar lo que un día fue Caja Madrid y otras entidades financieras valencianas venidas a menos.

Ese mismo rumor dice que los de Pedro Sanchez, no quieren a los de PODEMOS como socios en el gobierno, porque estos jamás permitirían que un regalo así se le hiciera a nadie y por tanto la operación se vendría abajo. Porque es evidente que privatizar solo es un eufemismo. Todos sabemos que en realidad lo que se hace es una maniobra de venta por un euro u otro precio simbólico, alegando interés general y rentabilidad de la intervención a futuro, dejando en manos de la entidad “acogedora” activos “buenos” mientras el estado se queda con aquello que nadie querría para su negocio, alegando interés general y bases de rentabilidad. Algo parecido a lo que pasó con las hipotecas y las casas que acabaron ingresando en el SAREB formando una Sociedad Anónima en la que el Estado, a pesar de ofrecer su “garantía” y de asumir el coste del “negocio”, solo tiene el 41% de las acciones y el 59% sigue siendo capital privado. En este caso, no sería Bankia la que absorbiese al Sabadell, sino más bien que al Sabadell se le agregarían los activos que todos los españoles hemos blanqueado de la entidad que dirige Goirigolzarri (por supuesto colocando a este en puestos donde las decisiones y el salario sean acordes con su “status” liberal).

En momentos como estos me viene siempre a la cabeza aquello que pregonan una y otra vez, y en cada ocasión en la que tenemos que ir a las urnas: el voto útil. El voto útil de la izquierda para que no gobierne el fascismo. Y resulta que, de facto, las políticas que practica siempre el PSOE se diferencian en poco a las de los partidos fascistas. Porque en realidad todo es hijoputismo económico puro y duro. El PSOE lo practica con una sonrisa en la cara mientras te pega la puñalada por la espalda y los fascistas lo hacen de frente entrando como Yagüe en Badajoz.

Todo eso no sería posible sin la connivencia del ciudadano medio que como a Medardo, solo le preocupan sus cosas, y aceptan una y otra vez los trágalas de estos taimados vendehumos, por miedo o por pereza, creyéndose a salvo en su mundo, cuando en realidad esa tabla de salvación en la que viven, que viaja a la deriva en el mar del hijoputismo, será devorada por las olas con el primer nublado con el que se encuentren.

Leia el otro día en este editorial de Vilaweb, que todo esto que os cuento desde hace años, no son elucubraciones de un inconformista enfermizo, sino que ha sido objeto de estudio por parte de al menos un politólogo y filósofo, profesor emérito de la universidad de Pricenton, llamado Sheldon Wolin y que este estado actual de sistema político en el que nos encontramos en España (y en gran parte de lo que el hijoputismo especulativo denomina primer mundo) se define como un “totalitarismo inverso” o “democracia que hace aguas” que es aquel sistema que parece una democracia porque hay elecciones, instituciones elegidas a través del voto y una cierta libertad de acción y de opinión, pero en el que las decisiones se toman fuera de las instituciones por un grupo “superior” que es el que dirige a los gobiernos según sus intereses y que impide a cualquier precio que nadie que no tenga su visto bueno, llegue a ningún poder en el que se puedan tomar decisiones que pongan en peligro la supervivencia de esos poderes superiores.

Los totalitarismos modernos ya no dan golpes de estado con las armas, ni sacando los tanques a la calle. Porque eso hace que haya una parte de la población que desde el minuto uno se encamine a la lucha contra el sistema. Un sistema que, ante las protestas, tiene que coartar las libertades de las personas. Y esto hace que más inconformistas se acaben sumando a la resistencia. Los totalitarismos modernos se infiltran en las sociedades democráticas dejando que el sistema de elecciones fluya y que haya apariencia de libertad, pero controlando a la disidencia desde los tribunales de justicia y poniendo y quitando gobiernos a base de crear estados de opinión que hagan que la gente vea como necesario el cambio. Ahí están las cloacas del estado y la prensa servil que idiotiza al personal a través de la televisión creando Medardos que vivan en sus mundos imaginarios de shows y realities y los programas de creación de opinión, que bajo el supuesto sesgo ideológico del televidente (A3 derecha, La Sexta izquierda) dirijan al personal de ambas tendencias hacia los intereses de quienes mandan. Evidentemente para que esto funcione debe de haber una supuesta dispersión política bajo la tutela de los partidos políticos. Porque siendo estos el instrumento de las democracias tradicionales, dan credibilidad y manejan el gobierno conforme a los intereses adecuados.

El problema, como decía ese editorial de Vilaweb, está cuando, como en Cataluña el control ya no lo tienen los partidos políticos sino que es el pueblo quienes desde abajo, se han auto convencido que el proceso catalán es la única salida a sus problemas. Cuando eso sucede, a los poderes fácticos solo les queda enseñar la patita y actuar como lo han hecho siempre, con violencia y coartando la libertad.

El PSOE lleva cuarenta y dos años de “democracia que hace aguas” engañando a sus votantes. Muchos de ellos hooligans incondicionales que votarán a los dirigentes de ese partido, sean quienes sean, hasta la muerte. Otros, la mayor parte, a sabiendas de que son engañados pero con la falsa creencia de que es el mal menor. Y da igual lo que hagan porque desde la TV y la radio se martillea todos los días contra lo que suponga un peligro. Todo aquel que quiera volar por su cuenta, es masacrado. No parecen importar los desmanes cometidos durante los años. Si miramos para atrás, el PSOE tiene alguna medida maquillada como social pero la mayor parte de sus grandes leyes son en contra de los trabajadores. Primero fue la OTAN y el sometimiento al imperio. Con la excusa de que no había suficientes colegios públicos para universalizar la educación, se firmó el acuerdo que ha convertido a la educación privada subvencionada en el negocio de la iglesia (alguno lo conocéis como escuela concertada). Más tarde, lo que llamaron reconversión industrial que acabó con toda la industria de peso de España y dejó al país preparado para ser el chiringuito de Europa. Luego vinieron tres reformas laborales. En una de ellas, se introdujeron las ETTs que fueron la puerta para la precarización del trabajo. Las reformas laborales se acompañaron con dos reformas de pensiones y con el Pacto de Toledo que fue el principio del fin de las pensiones públicas. Hoy las arcas de la Seguridad Social están vacías y para solucionarlo el PSOE aboga por otro gol neoliberalista como la mochila austriaca.

Llegaron a este último gobierno hace un año con la promesa de la derogación de la ley Mordaza y la LOMCE. Ni siquiera lo han intentado. Llevan sacando a Franco de su tumba, desde entonces. Al final, si lo sacan, será peor el remedio que la enfermedad porque acercarán el peregrinaje fascista hasta su tumba a una boca de metro. Nada más llegar a las alcaldías que antes tenían las confluencias de Podemos, como en La Coruña, la primera medida es la de subirse el salario hasta los 69.000 euros mientras pregonan constricción en los salarios de los trabajadores.

Planean elecciones si no llegan al gobierno con sus condiciones, porque saben que, la gente está hasta el gorro y que muchos se quedarán en casa. Quienes siempre acuden a votar son los hooligans de los partidos. Y de esos, quienes más tienen son PP y PSOE.

Tienen la desvergüenza de no disimular. La estupidez de la idiocia que les respalda es infinita. Así podemos ver a la Vicepresidenta Carmen Calvo luciendo un exclusivo cinturón símbolo del hijoputismo más clasista que ronda los 700 €, mientras acude a la inauguración de un curso cuyo título no puede hacer más flaco favor al despropósito: “Qué esconde la brecha de género en el trabajo. Propuestas para la equidad’.

De nada nos sirve votar. Mi representante al que voté para el Parlamento europeo es uno a los que un tribunal, sobrepasándose en sus funciones, ha impedido que sea nombrado eurodiputado aunque no haya sentencia que le inhabilite, ni esté invalidado judicialmente para ello, ni tenga sus derechos suprimidos. El único voto útil es aquel que trabaja para ti. Y visto lo visto, ni siquiera votar sirve para el disimulo de este sistema de totalitarismo inverso.

Salud, feminismo, república y más escuelas (publicas y laicas).

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4 COMENTARIOS

  1. Gracias Jesús. Ellos saben que somos muy tontos y desmemoriados pero no todos y no tanto.
    Incluso tienen el poder de «traducir» el recuento de nuestros votos si lo consideraran oportuno.
    Porca miseria-

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