Se mire como se mire, todo es de récord en esta autora, en esta novela, su primera obra de ficción. ¡Publicada a los 70 años! Primer récord. Y a partir de ahí otros muchos: libro más vendido en Estados Unidos en lo que va de 2019, en sólo un año ha vendido más de cuatro millones de ejemplares en Estados Unidos, los derechos de traducción se han vendido a más de 40 idiomas y lleva la friolera de 50 semanas siendo el libro más vendido de la prestigiosa lista del New York Times, amén de ser el número uno en Amazon, en el Wall Street Journal o en la cadena de librerías Barnes and Noble… Y además de ser finalista del Premio Edgar Allan Poe 2019, la famosa actriz y productora Reese Whiterspoon llevará la historia al cine, e incluso hay quien se atreve a decir de ella que estamos ante “la nueva gran novela americana”.
Desde este mes de octubre los lectores españoles pueden disfrutar de los múltiples encantos de La chica salvaje (Ático de los Libros), de la zoóloga y etóloga Delia Owens. La trama no solo es sugerente sino que, sobre todo, se presta a la presentación de varios enfoques temáticos de plena actualidad: ecologismo, feminismo, pacifismo…
Esta primera novela surge después de una trayectoria profesional como zoóloga de Owens, que, tras pasar 23 años en Zambia junto a su marido estudiando los animales de la zona y denunciando la caza furtiva de elefantes, se instaló en un rancho de Idaho, al noroeste de Estados Unidos, donde germinó su best seller. La salida de África se vio envuelta en la polémica ya que la pareja fue acusada en 1996 del asesinato aún no resuelto de un cazador furtivo.
La protagonista, una joven solitaria
En La chica salvaje, su protagonista, Kya, es una joven sensible que fue abandonada a los seis años y sobrevive en solitario en las marismas del pequeño pueblo de pescadores de Barkley Cove, en Carolina del Norte. Todo ese idílico mundo de comunión plena con la naturaleza se romperá de cuajo cuando aparece un hombre asesinado en el pantano de la zona y la bella joven es acusada del crimen.
Owens ha enhebrado una historia de denuncia abierta a los abusos que sufren las mujeres, de crítica a la sociedad civil, de grito hacia la justicia con mayúsculas y contra los que deciden sobre ella y los que sufren el yugo de los prejuicios. En definitiva, un grito reparador a favor de la libertad plena en comunión con nuestros instintos más primitivos y unidos a la naturaleza.
