El secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea, en medio de la profunda crisis que está viviendo el partido ha presentado su dimisión a lo largo de la tarde de hoy.
El que fuera mano derecha de Pablo Casado era uno de los señalados tanto por los barones como por los dirigentes y los parlamentarios del PP. A lo largo del día de hoy se han escuchado voces muy críticas e, incluso, se ha hecho pública una carta del Grupo Parlamentario Popular en el Congreso de los Diputados reclamando el cese inmediato del político murciano.
A pesar de que no había intención de dimitir, los acontecimientos de las últimas 48 horas han precipitado la salida de uno de los políticos más polémicos, tanto en su modo de gestionar el PP como por su actividad parlamentaria.
Tanto a Casado como a Teo les han tapado las bocas. Y sí; se han equivocado porque son inútiles. Los tres tenores, o como ellos se creían; los tres valores del partido están de mierda hasta la nuez, y lo que ayer dijo el ángel caído en entrevista con Ana Pastor – por cierto muy deficiente periodista y pronto hablaremos de eso – como disculpa no es acorde con la imagen higiénica de limpieza de sí mismo y de su amigo y presidente Pablito, porque si su interés fue dar carpetazo lo pudieron hacer desde el princípio y no ceder ante las presiones de los dinosaurios fósiles del partido, que por los escándalos de más de mil casos de corrupción están en la puta sombra, tan ancha a estas alturas que les ha absorbido a ambos por – según sus versiones – luchar por los principios de honestidad. Claro, a no ser que seas tonto de carrito no cuela, y en vez de echar la culpa a la oposición de las filtraciones lo pudieron hacer ellos, ganar la guerra con la retrasada que pusieron al frente del gobierno de Madrid y así era jaque mate sin esfuerzo. Pero si no estás en la portada de los periódicos, ya ni espumando rabia contra «casi-podemos» ni pasando la mopa en la sede de tu partido porque allí les gusta la mierda, pués agur, majos. Pero todos sus problemas siguen intactos y Feijóo no los va arreglar porque no está habilitado para solucionar nada, si es otro con una sombra de corrupción del tamaño de la luna. Ejemplo penúltimo: ante la retirada masiva de las sucursales del rural, y para defender a los pocos habitantes, en la mayoría ancianos, ha pagado con el dinero público los cajeros para que estos hijos de la gran puta sigan operando. Lo más sangrante es que aparte de beneficios todavía mayores desde la pandemia por la subida de precios, por nuevas comisiones, por el volumen de compras por Internet, por la cara, y porque así se ahorran una pasta, les tenemos encima que invitar a que ganen más en detrimento de todos nuestros derechos como clientes y consumidores. Pero aquí, entre tanto existen partidos como los de la derecha española: vox, psoe, pp y Cs nada va a cambiar porque este sistema les convino desde siempre a los que podéis entrever sin tener que citar. A estos políticos, en un corto espacio de tiempo, les agotarán las oquedades de sus propios discursos e irán a donde van todos a redimirse y rearmarse de plata: consejo de administración de una empresa del Ibex, que es la máquina cíclica que hay que tener engrasada como única regla de funcionamiento.
Ya os dije que la sombra cartesiana ahora se extiende en 3D y les importa un carallo que votes Juan o Lolo, que no es su juego
ese de las banderas.
Y como base de reflexión para toda esta situación, una frase; no se puede ser reo y verdugo a la vez sin incurrir en suicidio.