Las esperanzas se acaban. A falta de las últimas confirmaciones, todo parece indicar que el español de 39 años Ignacio Echevarría es una de las víctimas mortales del atentado de Londres.

Los padres del español están desde ayer en la capital británica, después de que sus hijas recorrieran todos y cada uno de los hospitales buscando, sin éxito, entre los heridos del atentado a su hermano.

Las últimas 72 horas de la familia y amigos del único español desaparecido han sido angustiosas. Las autoridades británicas, ajenas al dolor de los Echeverría y llevadas por unos estrictos protocolos de seguridad, se han tomado su tiempo en la labor de comprobación de la identidad de los fallecidos en el atentado de Londres, y esta lentitud ha provocado un paulatino incremento de la desesperación de los más allegados a Ignacio Echeverría, el español de 39 años que trabaja en una entidad financiera de la City desde 2016 y que se topó con los terroristas cuando paseaba en bicicleta con dos amigos por la zona del ataque el pasado sábado.El joven no ha aparecido entre los 48 heridos que dejó el brutal ataque y la búsqueda se centra ahora entre las siete víctimas mortales, algunas aún sin identificar. El ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso Dastis, habló el lunes por la noche con su homólogo británico, Boris Johnson, para urgirle a que se aceleren los trámites de identificación, con el objetivo de «no añadir más angustia y dolor a las familias”.

El Gobierno británico fue criticado por algunas las familias de los desaparecidos tras el atentado. La británica Melissa McMullan relató ante las cámaras de televisión su odisea intentando localizar su hermano James, de 32 años, de hospital en hospital. «Habría sido tan fácil como llamar a su número de teléfono, antes de que se quedara sin batería, para saber si estaba entre las víctimas mortales», relató. La familia le dio por fallecido sin esperar siquiera a la confirmación oficial.

Mark Wallace, padrastro de niñera australiana Sara Zelenak, que también figura entre los desaparecidos, lamentó la falta de comunicación oficial y recalcó cómo habían estado llamando inútilmente de hospital en hospital.

La familia de Ignagio Echeverría, el madrileño de 39 años que se enfrentó a los atacantes con su monopatín para salvar a una mujer de los terroristas, llegó ayer a Londres.

Su hermana Isabel estuvo tres días buscándole en los hospitales. El banco donde trabajaba, el HSBC, tuvo que contratar incluso a un detective para dar con su paradero.

El ministro de Exteriores, Alfonso Dastis, medió ante las autoridades británicas para «acelerar al máximo los esfuerzos de identificación y evitar más angustia y dolor» a la familia Echeverría. El tiular del Foreign Office, Boris Johnson, insistió en que se deben seguir los protocolos establecidos antes de hacer públicas las indentidades de las víctimas.

1 COMENTARIO

  1. Protocolos de inoperancia…para identificar…para evitar…para controlar…excesivo protocolo y poca eficacia. De ponerse en el lugar del otro ya ni hablamos…no es piedad…es EMPATÍA. (SIMPATÍA)

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