Espero y deseo que os portéis bien cuando llegue, porque es evidente que está en camino. Sobre todo vosotros, políticos y periodistas, no neguéis y exageréis respectivamente. Sé que ya la oposición se torna multiorgásmica pensando en el día en que pueda achacarle al gobierno tal y tal negligencia y falta de información y mascarillas. Presentadoras de noticiarios ya entrenan sus voces preparando jornadas interminables, calentando calculadoras, poniéndose al día en la correspondiente jerga médica, listas para repetir, obedientes, lo que reciban por teletipo. Me gustaría que no se quedaran ahí, que rasgaran al menos un centímetro la dura capa de mentira, conveniencia, paranoia con la que se ha teñido el asunto desde el comienzo.
Es mucho más fácil arrojar leña al fuego, lo sé, acomodarse en la tendencia igual que el feriante, endosando, oportunista, tu peluche de moda. Cuando todos mienten, uno va sobre seguro mintiendo, ¿a que sí? Pero ocurre que, últimamente, noto una cierta disposición en el público a celebrar la verdad. Por lo común, suele caer bien aquella persona dada al soltar las cosas como las examina y siente. Estamos cansados de que nos hagan la pelota. “Los ciudadanos merecen una explicación”. ¿Cómo? ¿Para qué? Queremos hechos, o no hechos, pero nada de justificaciones o excusas, de palabrería. Así que espero un poquito de investigación independiente por vuestra parte, algo de calma y nada de mascarilla. En serio, no te pongas eso para darme la predicción meteorológica al tiempo que me vendes un colchón. No parece serio (quizir, la mascarilla).
¡Oh, qué aburrimiento nos espera si en verdad se establece la plaga! ¿Tardes monotemáticas en la oficina, la obra, o el bar, frente a la caja tonta inteligente? ¿En serio? ¿Videos y selfies desde la camilla, la consulta, vomitando indignación por la falta de papel higiénico? En resumen: ¿lo esperable? Bien. Entonces espero que se quede ahí, que no lo elevéis al cubo, que demostréis, por una vez, ser más adultos que vuestros niños, los cuales siguen jugando con la chinita del chino de la esquina, de momento…
