Ayer cayó el cubo de agua fría, gélida sobre las cabezas de cientos de miles de catalanes, de soberanistas, independentistas, y sobre todo, de republicanos. Ayer, la mesa del Parlament decidía sucumbir al auto que Llarena firmó en el mes de julio. Un auto, que dicho sea, no se ajusta a derecho, tal y como lo han considerado los propios letrados del Parlament , que tuvieron que plantear la opción de las sustituciones para poder mantener la mayoría parlamentaria -tal y como señala el propio Llarena– (en un informe con fecha 17 de julio).

La mesa ya tuvo su situación de tensión el 19 de julio (aquí puedes leer lo que sucedió). Llegaron a tablas porque no quedaba clara la manera de abordar esta endiablada cuestión. Decidieron posponer la deliberación  para ponerlo sobre la mesa en el comienzo del curso político. Y así se hizo la semana pasada. La mesa del Parlament volvió a reunirse y a tratar la cuestión de la suspensión de los diputados procesados.

Decidieron entonces que esta cuestión debía plantearse al pleno del Parlamento, ya que no había obtenido la mayoría absoluta favorable en la Comisión del Estatuto de los Diputados. De esta manera se visualizaría claramente quién estaba por la labor de apoyar una decisión ilegal e injusta que suponía, ni más ni menos, que la injerencia de un juez instructor en la soberanía de un órgano democrático, como es el Parlament.

Así las cosas, se votó. Y la mayoría absoluta decidió negarse a suspender a los diputados. O sea, pasar del auto de Llarena. Sin embargo, la votación se dividió en dos partes: por un lado se votó sobre la suspensión y a parte se planteó la sustitución. Aquí ya empezaron las tensiones puesto que si se niega la suspensión inicial, que es lo que engloba toda la acción de Llarena, ¿qué sentido tiene debatir sobre la manera en la que habrán de actuar los diputados? ¿No se supone que deberían seguir como hasta ese momento?

Bien, lo cierto es que desde que llegó la interlocutoria de Llarena, en julio, los diputados fueron suspendidos de sueldo. Y para que los funcionarios pudieran poner en marcha esta cuestión, parece ser que contaron con el visto bueno de Torrent, el Presidente de la Cámara. Ha señalado que se ha tratado de una cuestión meramente «técnica».

Así las cosas, desde julio, los diputados procesados no cobran un salario, a pesar de haber sido electos y estar desempeñando sus funciones (dentro de sus circunstancias, claro). Y por eso hubo quienes solicitaron los salarios mientras la decisión de acatar o no el auto fuera tomada. Otros, por el contrario, no quisieron reclamarlos. Esto ya podía dar pistas para poder saber lo que sucedería después.

Llegados al punto en el que han de pronunciarse sobre la «sustitución», se desarrollan una serie de pactos entre JuntsXCat y ERC mediante los cuales llegan al acuerdo de mantener la delegación como había venido siendo hasta la fecha. Fueron varias las negociaciones pero así se acordó. Y así se votó en el Parlament. En esta votación no participaron Ciudadanos ni PSC ni PP. El texto acordado no hablaba explícitamente ni de sustitución ni de delegación. Concretamente, el famoso punto dos del acuerdo decía lo siguiente:

«Que mientras dure la situación jurídica actual y no se resuelvan los recursos presentados por las defensas, los derechos parlamentarios de los diputados Carles Puigdemont i Casamajó, Oriol Junqueras i Vies, Jordi Turull i Negre, Raul Romeva i Rueda, Josep Rull i Andreu, y Jordi Sánchez i Picanyol, podrán ser ejercidos por el miembro de su grupo parlamentario que los interesados designen».

Parecía que la cuestión había quedado solucionada. Los acuerdos realizados versaban sobre el hecho de dejar claro que se mantenían las delegaciones de voto como hasta la fecha. Pero ERC presenta escritos donde designan a quien sustituirá a sus diputados. Y este hecho hace saltar las sospechas: ¿se estaba asumiendo ahora una sustitución, en el sentido en que Llarena lo pedía?. JuntsxCat se niega a redactar un escrito nuevo en el que designe a quien ha de actuar en nombre de los presos y exiliados. Y es cuando comienza el caos.

Es así como se inicia la discusión entre sustitución y delegación. No es que los efectos en si mismos sean muy diferentes. Las dos medidas tendrían carácter temporal y supondrían que siguiera contando cada voto, manteniendo así la mayoría parlamentaria independentista. Pero la diferencia estriba, fundamentalmente, en que mantener la delegación implica negarse a acatar el auto de Llarena (y en este sentido votó por mayoría absoluta en contra el Pleno); y hablar de sustitución supondría acatarlo. Sutil diferencia, pero importante sin duda.

Entre consideraciones, discusiones y negociaciones, el jueves se adopta por la mesa del parlament un acuerdo donde precisamente se deja literalmente claro que se pondrá en marcha la delegación. No la sustitución. Así, el diputado Albert Batet, emite un escrito donde señala que seguirá votando en representación de sus compañeros, en vista del rechazo del pleno a la suspensión de los mismos. Este escrito se revisa por la mesa, y como no le acompañan las firmas de los diputados que delegan en Batet, se suspende la sesión para intentar subsanar el error.

Se subsanó un rato después, con un escrito firmado por los diputados de JuntxCAT que ratificaba el escrito de Batet. Se estudia por la mesa del Parlament, y se le confiere validez.

En este momento, PSC, PP y Ciudadanos solicitan revisión de este acuerdo de la mesa y que se reconsidere. Tras la convocatoria de la junta de Portavoces, la mesa desestima las peticiones de estos grupos sobre la reconsideración de la resolución motivada que acaban de adoptar.

Es entonces cuando Iceta, Presidente del Grupo del PSC en el Parlament, solicita al Presidente del Parlament, Torrent, la posibilidad de solicitar un informe a los servicios juíridicos del Parlamento «sobre la adecuación del escrito presentado por el diputado Albert Batet. Y solicita también que los servicios jurídicos se manifiesten sobre la adecuación en caso de que ese escrito fuese suscrito por los diputados afectados por la suspensión».

En base a esta petición de Iceta, el viernes día 5 Torrent solicita con carácter de urgencia el dictamen a los servicios jurídicos. Un informe que debía tratar dos cuestiones:

  • si se puede considerar que los escritos del Grupo Parlamentario de JxCat y de sus diputados ausentes dan cumplimiento a lo que se acuerda en la resolución adoptada por el Parlamento en la sesión del 2 de octubre.
  • si la admisión de estos escritos, en las actuales circunstancias, pueden poner en riesgo la validez de las votaciones que se celebren en el Pleno del Parlamento

El informe jurídico considera en una primera conclusión que, tras examinar el contenido del escrito del portavoz de JxCAT, Albert Batet, así como los posteriores escritos de los diputados ausentes, no se adecúan al contenido de la resolución adoptada en el pleno del 2 de octubre, en tanto que, a pesar de apelar a la resolución de manera expresa, se limitan, de manera literal, a poner en conocimiento de la Mesa del Parlamento, que el portavoz del grupo continuará manteniendo la representación de sus diputados; y por su parte, los diputados, lo ratifican. Y en este sentido, los servicios jurídicos consideran que no puede desplegar efectos jurídicos, o sea, que no tiene validez.

La segunda conclusión de los servicios jurídicos establece que, como los escritos anteriormente mencionados no pueden desplegar efectos jurídicos, la eficacia jurídica de los actos parlamentarios en los que puedan participar los referidos diputados, son susceptibles de ser invalidados. Concretamente, en relación a las votaciones, sin que deba entenderse que se deba ver reducido el número de parlamentarios, si un parlamentario no es sustituido expresamente por otro, este no puede ejercer el derecho de voto por delegación, por lo que esta posibilidad, que se atribuyó con anterioridad a la interlocutoria del 9 de julio de Llarena, no puede desplegar efectos ahora. O sea, que en el caso de actos parlamentarios que supongan el ejercicio del derecho a voto, si este se ejerciese por delegación, no podrá computarse. 

Y añaden más los servicios jurídicos, haciendo una advertencia: la adopción de acuerdos no válidos podría incurrir en una vulneración del derecho fundamental de participación política del artículo 23.2 de la Constitución, que afectaría al resto de los diputados de la cámara. Y apunta que esta infracción podría ser apuntada ante el Tribunal Constitucional, al margen de las eventuales responsabilidades que pudiese apreciar la Sala Penal del Tribunal Supremo, al estimar que se haya podido incumplir la interlocutoria del 9 de julio.

Y así, los letrados en su informe manifiestan que la delegación no es compatible con el auto de Llarena. Que tocaría hacer un escrito específico de sustitución para que puedan contar los votos. 

Conclusion

Hagamos un resumen después de tanta cuestión jurídica: el pleno vota y decide por mayoría absoluta que NO suspenden a los diputados. O sea, que no acatan el auto de Llarena. Pero después, se debate sobre una cuestión aparentemente secundaria, que en definitiva es la puesta en marcha o no de lo que dictamina el auto. Es más: los comunes señalaron que para ellos el votar que NO a la suspensión era meramente una declaración política de rechazo al auto. Pero luego votaron a favor de la delegación. Y es importante señalar que en el punto dos del texto aprobado no se habla de sustitución. Y debería entenderse que, rechazada la suspensión, debería mantenerse la situación tal y como venía sucediendo. 

El informe del servicio jurídico no es vinculante. Por lo tanto, se podría haber mantenido la situación tal y como estaba, y apelar al mandato del pleno que rechazó la aplicación del auto.

Por eso los diputados de JxCat mantenían la delegación que habían acordado desde el primer momento. Ahí es donde viene la cuestión: que tras el informe de los letrados, ERC decide cambiar su postura y actuar en base a lo que el informe jurídico dice (aunque no es vinculante). Pasan de delegar votos a sustiuirlos (técnicamente tiene diferencias pero no son tan notables como sencillamente, el hecho de acatar el auto de Llarena)

Y es así como mantienen la sustitución de sus diputados. JxCAT se mantiene en su postura de defender el voto delegado en la figura de Batet, aunque ya saben que los votos de los ausentes no se tendrán en cuenta. Conclusión final: se ha perdido la mayoría a pesar de que el pleno ha rechazado aplicar esta medida que, finalmente, ERC ha decidido aplicar.

Informe_serveis_jurídics

3 COMENTARIOS

  1. Perfectamente explicado. Las cúpulas dirigentes divididas. El pueblo unido. No se hagan ilusiones los llamados constitucionalistas. No conseguiran la divisiñón. Gracias Beatriz por explicarlo a España.

  2. Ostras, Bea, gracias por tu explicación. Llevo días leyendo otros artículos y no me enteraba ni de la «o». Y mira por donde, vengo a parar a este digital, y leyendo tu crónica me entero de todo: de la «a» a la «z». Muy bien por tí (a ver si aprenden en otros diarios). Saludos.

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