Susana Díaz sigue con sus batallas. Tras un barómetro, se celebraba en el sur el ir venciendo al peor PP andaluz de la historia, el juntarse con un Marín que no da tres pasos sin pegarle una patada a una piedra y el imponerse a una Rodríguez que no se hace al estar en una institución.

En cuanto a lo interno, de Despeñaperros hacia abajo, esa soleada burbuja socialista, la siguen idolatrando. A su vez, la falta de medios de comunicación ha hecho que el aparato domine ampliamente las Juventudes Socialistas, que empieza su mandato no con rebeldía, sino con eclesiástica obediencia.

Ante esto, me he tomado la licencia (y con perdón) de cogerle prestada una letra a Sabina, de su «Princesa» he hecho yo «Susana»:

Entre tu San Telmo
y tu Parlamento andas siempre, Susana.
Con tu chaqueta verde
y en lugar de pendientes
tres propuestas muy raras.
¿Cómo no imaginarte?
¿Cómo no recordarte,
hace apenas treinta años?
cuando Chaves decía
de ti maravillas
cuando diste por primera vez con un cargo.

Ahora es demasiado tarde, Susana,
búscate a otro Pedro que te ladre Susana.

Maldito sea el barón
que levantó entre tú y yo un silencio oscuro
del que ya sólo sales
para decir que propones un partido más puro.
Ya que vas sin careta, Presidenta,
ahora, ¿quién puede seguirte en tu viaje?
¡Qué obediente el que hubiera
dado la vida entera
porque tú le pidieras llevarte los avales!

Ahora es demasiado tarde, Susana,
búscate a otro Pedro que te ladre Susana.

Tú que ya repartías
autoridades vacías en congresos sin gracia
¿Cómo no ibas a verte
resucitando a tus huestes
diciendo tres falacias?
¿Con qué ley condenarte
si tú eres juez y parte
y fiscal de la causa?
Sigue con tu aparato, reina,
pero no pidas
que nos pasemos la vida siendo una marca blanca

Ahora es demasiado tarde, Susana,
búscate a otro Pedro que te ladre Susana.

 

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre