La decisión unilateral de Susana Díaz de elegir al dirigente de Izquierda Unida en Andalucía Diego Valderas como candidato a Comisionado de la Memoria Histórica, un nuevo cargo sacado de la chistera por la presidenta andaluza que no está contemplado en la Ley de Memoria Histórica, se produce precisamente casi al mismo tiempo en que el ex presidente del Parlamento de Andalucía y ex coordinador andaluz de IU ha terminado de percibir su cesantía de dos años iniciada en febrero de 2015, por la que ha cobrado una pensión total de 100.000 euros, a razón de casi 4.200 euros al mes, según consta en la relación de “asignaciones económicas por razón de cese” de los cargos del Gobierno andaluz publicada en el Portal de Transparencia de la Junta de Andalucía.

Además, se da la circunstancia de que la Ley de Memoria Histórica de Andalucía, con apenas tres meses en vigor, ya posee un cargo similar al que ahora ha ‘diseñado’ el ejecutivo de Susana Díaz en exclusiva para el ex líder de Izquierda Unida en Andalucía durante 14 años entre 2000 y 2013. Se trata de la Dirección General de Memoria Histórica, ocupado desde 2015 por Javier Giráldez Díaz.

Además, Valderas estará a las órdenes de la actual titular de la Consejería de Cultura, Rosa Aguilar, ex dirigente histórica de la federación de izquierdas que abandonó sus filas cuando la llamó el ex presidente andaluz imputado por los ERE José Antonio Griñán para que formara parte de su equipo de gobierno. Aguilar, ya como militante del PSOE, votó en las pasadas elecciones primarias del 21 de mayo por la presidenta del gobierno del que forma parte, Susana Díaz, gran perdedora de los comicios internos socialistas.

Díaz, la misma persona que destituyó a Valderas, le busca ahora un cargo que ya existe con otra denominación

La tormenta política desatada por la intención del Gobierno andaluz de nombrar a Valderas Comisionado de la Memoria Histórica, un cargo de nuevo cuño que se integra en la ley de memoria histórica autonómica sin estar contemplado en la normativa, no ha sido consensuado en ningún momento con la dirección andaluza de la federación de izquierdas. Esta decisión ha sido criticada sin ambages por los actuales dirigentes de la federación de izquierdas en Andalucía, empezando por su coordinador, Antonio Maíllo.

Las relaciones de PSOE e IU a nivel andaluz se rompieron de la peor manera posible tras el abrupto final de legislatura a comienzos de 2015, mandato abortado unilateralmente por la presidenta Susana Díaz al aducir “pérdida de confianza” en sus socios de gobierno.

Precisamente en aquellas fechas fue cuando la presidenta andaluza decidió marcar partidistamente la agenda política andaluza al romper el acuerdo de gobierno en coalición con IU y adelantar los comicios autonómicos al 22 de marzo de 2015, una cita electoral que ganó la dirigente socialista, pero muy lejos de la mayoría absoluta que pretendía con esta jugada política, lo que la obligó a pactar más de dos meses después con Ciudadanos para asegurarse un ejecutivo en minoría.

Aquel movimiento que dejó a IU fuera del Gobierno andaluz sentó especialmente mal en la federación de izquierdas, que tras las autonómicas de marzo de 2015 y la irrupción de Podemos en el panorama político se quedó con cinco diputados autonómicos después de haber logrado 12 en las autonómicas anteriores de 2012.

Este lunes, tras conocerse las intenciones del nombramiento, la dirección de IU en Andalucía emitió un duro comunicado en el que solicita formalmente a su compañero que “rechace la propuesta realizada por la presidenta de la Junta de Andalucía y que no asuma, en ningún caso, un cargo de responsabilidad política que no sea propuesto” por la organización política a la que actualmente pertenece, que no es otra que IU, una decisión que, según la federación, ha sido realizada “a espaldas” del partido.

Tras el Consejo de Gobierno de este martes, el portavoz del ejecutivo andaluz, Miguel Ángel Vázquez, ha calificado la propuesta a Valderas de “noble y bienintencionada” y añade que “el insulto no es el camino”, en referencia a la decisión de Díaz de haber elegido a Valderas a espaldas de su propio partido y justo cuando ha finalizado su cesantía de dos años por un montante total de 100.000 euros.

1 COMENTARIO

  1. Susana Díaz como siempre, rescatando a sus amigos del ostracismo. Desde luego, en vez de gastar el dinero público en cargos «a medida» podría dedicarse a rescatar a los estudiantes andaluces de la caldera en la que «sobreviven» gracias al esfuerzo de profesores y profesoras que los rocían con agua para que no caigan desmayados. Lamentable como va la junta de Andalucía http://liverdades.com/escuelas-de-calor/

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