Con todo el público de la sala puesto en pie, así ha sido recibida en el Festival de Cine de Toronto Western Stars, la película-concierto de Bruce Sprinsteen. “Una continuación de las historias que ha contado a lo largo de su carrera”, así definía el músico de Freehold (Nueva Jersey) este proyecto audiovisual que llegará a los cines a finales de octubre, apenas cuatro meses después del lanzamiento del álbum del mismo nombre.
“el material del que se nutre la cinta recurre a abundante metraje de los años setenta y ochenta”
A pesar de tratarse del último disco del rockero hasta la fecha, el material del que se nutre la cinta recurre a abundante metraje de los años setenta y ochenta, buscando esa coherencia entre el nuevo proyecto y las inquietudes que han formado parte del universo del artista desde sus primeros años en los escenarios.
El polvoriento Estado de California, con sus carreteras eternas y sus restaurantes en medio de la nada plagados de personajes peculiares protagonizan la última hornada de canciones de Bruce Springsteen, que si bien recurre a un concepto musical diferente en este disco –muy marcado por el pop de los 70-, sí que mantiene el imaginario americano ya planteado en trabajos anteriores.
El largometraje, en el que el cantante interpreta en directo el nuevo ábum al completo, se presenta con la firma de Springsteen junto a la de Thom Zimny, quien apostó por dejar que la emoción de las canciones sirviera para empastar las imágenes, muchas de ellas rodadas en los impresionantes desiertos californianos. “Realmente estaba respondiendo a las cualidades sonoras de las cuerdas y las cualidades sonoras que encontré en el álbum pensé que se traducirían en una gran experiencia cinematográfica”, explicó Zimmy en la presentación en Toronto.
Tras las desiguales críticas que ha obtenido el disco –a pesar de haber llegado a lo más alto de las listas en muchos países-, muchos conservan la esperanza de que este largometraje musical ofrezca algo más de coherencia a la última aventura del ‘boss’.
