Este viernes se celebra un año más el día sin coches, un día que busca concienciar sobre la necesidad de dejar el coche en casa y utilizar otros medios de transporte, ya sea metro, tren, bici o a pie. Pero en realidad este día no se observan grandes descensos en el tráfico, ni una afluencia distinta en el transporte público, ni ninguna invasión de bicicletas en las calles, por tanto… ¿Sirve para algo el día sin coches?

Al menos es un día para que la noticia esté presente en los medios y quizás la gente hable de ello, quizás se plantee qué pasaría si un día en lugar de coger el coche, coge el autobús, o “mucho mejor en bici que es más saludable” quizá un día pase de planteárselo a hacerlo y entonces ganamos un coche menos en las calles y el aire un poco más limpio.

Para entrar en el debate del coche hay que hacerlo bien pertrechado de argumentos, sino te acusarán de cochófobo o de querer imponer la dictadura de las bicis, pero lo cierto es que es un tema que debemos de abordar de una vez por todas porque nos jugamos lo más importante de todo: Nuestra salud.

Pero este es un tema incómodo, polémico, controvertido, y por eso no se quiere abordar con valentía (puede costar votos) y desde las instituciones políticas han postergado medidas muy necesarias para evitar la muerte prematura de al menos 15.000 personas en España en un año, según el Banco Mundial. Compruébenlo ustedes, las cifras ofrecidas por otros organismos como la Escuela Nacional de Sanidad o la Agencia Europea del Medioambiente son similares, lo que viene a corroborar la magnitud del problema.

Afortunadamente en algunas ciudades españolas se han empezado a tomar en serio este problema, Madrid, por ejemplo, ha presentado un ambicioso Plan de Calidad del Aire que incluye medidas restrictivas para los coches más contaminantes; y podemos esperar que otras ciudades sigan su ejemplo. Por el contrario, este tema a nivel estatal ni se pone sobre la mesa; el Plan Aire, elaborado por el Gobierno, expiró en 2016 y no parece que tengan ninguna prisa por abordar uno nuevo.

Pero si el tema de la salud, no es prioritario para concienciar, vamos al tema económico. El gasto en un automóvil privado es mucho mayor que el transporte público, y no digamos ya sobre una bici o unas zapatillas. Pero es que además, el gasto público que ocasiona la contaminación es enorme, y ese también lo pagamos vía impuestos.

Quizás mucha gente se pregunte para qué sirve el día sin coches, y quizás buscándolo en internet algunas personas lleguen a este artículo y se lo lean, y quizás alguna reflexione y decida apostar más por otra forma de moverse, y quizás decida dejar el coche aparcado. Entonces el día sin coches habrá servido para algo.

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