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“Sin puteros no habría ni prostitución ni trata”

Entrevista a Alika Kinan, la primera superviviente de trata con fines de explotación sexual del mundo en ganar un juicio contra el estado argentino

Nuria Coronado Sopeña
Nuria Coronado Sopeña
Es periodista feminista, autora de Hombres por la Igualdad (Ed LoQueNoExiste), editora, organizadora de eventos feministas y responsable de Comunicación y RR.PP. de Juan Merodio. Además es Máster en Producción Radiofónica (RNE), Biblioteconomía y Documentación (Universidad Complutense) así como Mujer y Liderazgo (Escuela Aliter). Fue becaria “Erasmus” y “Leonardo” en Roma. En la actualidad colabora con Diario 16, Público, El Español, 20 minutos y AgoraNews, entre otros medios. También es formadora en periodismo con perspectiva de género y ha sido galardonada con el “Premio de Diario 16” por la labor profesional y personal en la defensa de la igualdad (2018), el de “Embajadora de honor de yocambioelmundo.org” (2018) y el de “Candidata a las Top 100 Mujeres Líderes en España” (2018) en la especialidad de medios de comunicación.
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análisis

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Alika Kinan acaba de hacer justicia universal. A sus 42 años, y tras demasiado dolor y mala suerte en la vida, esta argentina siente que cierta paz compensa todo el peso cargado en su alma. Y es que esta feminista radical “por mi amor infinito a las mujeres” y “activista contra el mercado sexual”, como ella misma se define, ha logrado crear jurisprudencia en todo el mundo, al sentar en el banquillo a quienes fueron sus proxenetas y lograr que el Tribunal Oral Federal de Ushuaia les declarase culpables de un delito de trata con fines de explotación sexual y que además tengan que resarcirla con 780.000 pesos argentinos (más de 30.000 euros) por los daños y perjuicios de todo lo padecido en el burdel donde ella y sus compañeras fueron explotadas sexualmente durante demasiados años.

 

UNA MUJER FRENTE A UN ESTADO PUTERO

A través de su relato, el de otras supervivientes y de numerosas pruebas, Pedro Eduardo Montoya, dueño del prostíbulo “Sheik” -quien les obligaba a hacer servicios sexuales con 20 o 30 hombres por noche-, ha sido condenado a 7 años de prisión como autor del delito de trata de personas así como a Ivana Claudia García y Lucy Campos Alberca, pareja y encargada del local respectivamente, a 3 años “como partícipes secundarias agravado por pluralidad de víctimas del delito de trata de personas”, tal y como dicta la ejemplar sentencia. “Nos obligaban a beber alcohol e incluso tuvimos que consumir droga para aguantar todo aquello”, relata Kinan.

 

Una sentencia que, aunque para el fiscal Adrián García Lois, “debería haber sido mayor”, marca un antes y un después contra este delito y abre puertas para que otras víctimas,- tal y como explica Marcela Rodríguez, abogada de Alika- de cualquier lugar del mundo, “se animen a seguir sus pasos”. Además dicho fallo ha sacado los colores al otro cómplice de la terrible situación que vivieron en silencio dichas víctimas: la de la Municipalidad de Ushuaia quien permitió la actividad de este negocio. “Sin la complicidad del Estado, los gobiernos y la Policía uno de los negocios capitalistas más rentables del mundo: la trata de personas no sería posible”. Desde Diario 16 hemos querido hablar en exclusiva con ella y mostrar cómo una mujer ha sido capaz de cambiar el mundo gracias a su salvación: el feminismo. “No basta con decirse feminista, hay que radicalizarse. El feminismo no nos salva, nos salvamos nosotras cuando entendemos lo que nos pasa”, explica.

“El futuro, es la libertad de todas, el cambio de paradigma, que los hombres no consuman más prostitución, ¡la restitución de derechos, la revolución!

 

¿La sentencia a tu favor es un reconocimiento a la dignidad de cuantas mujeres en el mundo caen en un negocio tan cruel y despiadado como el de la trata con fines de explotación sexual?

La sentencia a mi favor además de ser un reconocimiento a la dignidad, al esfuerzo y al coraje de enfrentarse a las redes de trata, es un mensaje claro para todas las mujeres víctimas de trata, es un mensaje de que se puede, que si yo pude todas podemos.

 

¿Durante el proceso estabas segura de que ibas a ganarlo o en algún momento tuviste alguna duda por todos los intereses que se mueven?

Durante todo el proceso tuve miedo, terror, era un salto al vacío, donde nada era seguro. Yo logré comprender lo que me habían hecho y sabía que era víctima, pero no hay garantías de que los tribunales y los fiscales finalmente concluyeran que así era. Fue un gran trabajo y gran esfuerzo por parte de todos los que actuaron, la presentación de pruebas, mi declaración y la de la testigo X, la labor de mi abogada quien me representó en todas las instancias fue impecable.

 

Ahora que has vencido mirar para atrás es ver…

A todas las que dejé atrás, todas mis compañeras mis hermanas que aún luchan por entender que les ha sucedido y por la restitución de sus derechos. Atrás veo mi vida, en lo que me convertí y la gente que me acompaña. El futuro, es la libertad de todas, el cambio de paradigma, que los hombres no consuman más prostitución, ¡la restitución de derechos, la revolución!

 

¿Sin puteros no habría prostitución?

Efectivamente, sin puteros no habría prostitución por ende no habría trata.

 

¿A quienes defienden la regularización de la prostitución qué les dices?

Nada, no tengo tiempo q perder, quienes defienden la prostitución son aquellos que tienen intereses en el negocio o quienes hacen pleno ejercicio de la opresión más antigua a las mujeres, la sensación de poder que tienen cuando pagan por sexo.

 

 

Tu decisión de llevar a los proxenetas ha marcado un antes y un después a nivel mundial ¿crees que otras mujeres se animarán a seguir tu estela?

Ya lo están haciendo, en Argentina, en Uruguay, en España en un gran logro que nos permite exigir justicia a todas.

¿Dónde queda la mujer que ejerce la prostitución con cada servicio?

No queda, es una voluntad anulada, un cuerpo, una fosa en donde caen las peores miserias de la humanidad. Ser esclavas nos reduce a un «sin derechos», «sin reclamos», » sin deseo», nos reducen a nada.

 

¿Tu valentía te ha costado demasiado?

Mi valentía ha tenido costes personales muy altos, no puedo explicarte todo el sufrimiento y las humillaciones que he atravesado por mi pedido de justicia, lo que le ha costado a mi familia, a mis hijas.

 

¿Estás en paz?

No, no estaré en paz mientras las mujeres sigan siendo esclavas sexuales, mientras los hombres las sigan oprimiendo sexual y económicamente. Hasta que no vea a la última mujer que tenga sus derechos restituidos no estaré en paz.

 

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