El 75% de los trabajadores, tienen sueldos inferiores a los mil euros. Ser mileurista, por tanto, se ha convertido en un privilegio en un Estado cuyo Ejecutivo presume de haber superado la crisis económica.

La mayoría de los convenios firmados en lo que va del año 2017 no tiene clausula de revisión salarial. La negativa de la CEOE y la CEPYME a aceptar la clausula de revisión salarial es lo que ha provocado que los sindicatos UGT y CCOO no aceptaran un acuerdo sobre el aumento de los salarios en España (AENC 2017).

El 83,6% de los convenios carecen de clausula de revisión salarial, que haga subir los salarios según sea la subida de la inflación. Según los datos del Ministerio de Empleo los salarios pactados suben un 1,33% durante los primeros siete meses del año, mientras que la inflación se sitúa en el 1,5% en el mes de Junio.

UGT y CCOO, anunciaron la ruptura de las negociaciones para llegar a un acuerdo sobre el aumento de los salarios en España (AENC 2017). Ambos sindicatos denunciaron que la patronal, fue la responsable de la ruptura y que ahora nos encontremos con salarios que pierden poder adquisitivo y que no se van a revisar.

La patronal se negó a aceptar la clausula de revisión salarial, y bloqueó la posibilidad de que la banda de incremento de los salarios fuese más allá de su anterior propuesta de 1,2 – 2%, ampliable al 2,5% en función de las características de cada sector.

La CEOE y Cepyme, no estaban dispuestos a consentir y aceptar que los trabajadores recuperasen ciertos mecanismos que habían logrado hacer desaparecer con los reforma neoliberales del partido Popular del año 2012.

El 16,4% de los convenios colectivos han conservado la salvaguarda, compensa a los trabajadores por la pérdida de poder adquisitivo si los precios suben más de lo que se pactó para los salarios. Hasta el año 2016 apenas eran menos del 15 de los convenios. En lo que va de año, ha subido algo su uso, hasta el 16,4%. Estos datos son muy negativos para los sindicatos, y muy lejos de las cifras que tendrían de haberse llegado a un acuerdo, no deseado por la patronal, para evitar que los trabajadores salgan de la precariedad salarial.

En cuanto al número de trabajadores cubiertos con convenio colectivo sube un 25%, hasta 1,25 millones de los poco más de cinco millones de asalariados que contaban hasta julio con la protección de un convenio colectivo.

La supresión de la clausula de cláusulas de garantía salarial, fue una demanda de los organismos internacionales para, supuestamente ganar en competitividad. Un ejemplo de está competitividad son los bajos salarios, la desigualdad y la pobreza. Los contratos temporales crecen y tener trabajo no garantiza salir de la pobreza.

Ceguera de la patronal

La ceguera de la patronal asesta un duro golpe a la credibilidad de sus interlocutores y devalúa el proceso de diálogo social. A UGT y CCOO les “provoca una profunda duda sobre futuros escenarios de concertación”. Pero insisten sobre la necesidad del diálogo social, aun en otro escenario y ámbito de negociación, como herramienta para combatir la precariedad y la desigualdad.

CCOO y UGT habían insistido en la necesidad de garantizar un incremento estimable de los salarios después de seis años de pérdida. Propusieron una banda del 1,8 al 3% de subida salarial y una cláusula de revisión que garantizara el mantenimiento del poder adquisitivo;

La cláusula de revisión

Para los sindicatos la cláusula de revisión salarial sigue teniendo un valor conceptual y práctico y que trasciende a la coyuntura de esta negociación.

CEOE y CEPYME han sido incapaces de reconocer la necesidad de trasladar a las rentas salariales la recuperación de la economía española y de las empresas para avanzar hacia un modelo más justo de relaciones laborales y de salida de la crisis.

¿Tenemos o no en cuenta la inflación?

Ambos sindicatos denuncian que mientras el PIB crece por encima del 3%, los salarios apenas se incrementan el 1,2%. Y evidencia el comportamiento de las organizaciones empresariales que en su comunicado afirma que: «los incrementos salariales deben venir de la productividad, la competitividad y la mejora de los márgenes empresariales. Ya nunca más tendrá que ver con la inflación«. Punto y seguido, apuntan «y además sin perder de vista la inflación y los incrementos de salarios de los grandes países de la UE«. UGT y CCOO dejan en evidencia a la patronal con sus contradicciones: ¿En qué quedamos? ¿Tenemos o no en cuenta la inflación?

Para UGT y CCOO es una falta de respeto tanto al diálogo social, como a millones de trabajadoras y trabajadores pendientes de actualizar sus convenios, el resultado final de este largo e irregular proceso de negociación en torno al AENC 2017.

La firma del acuerdo servía para mejorar sustancialmente los salarios, por justicia social y para impulsar la actividad económica.

Ambas organizaciones auguran un otoño difícil y estudiaran la convocatoria de una amplia campaña de información y movilización en defensa del salario (también del poder adquisitivo perdido ante el NO acuerdo de 2017), el empleo de calidad y la protección social.

Para Pepe Álvarez secretario general de UGT el acuerdo de subida salarial “está muerto” y superado por los acuerdos sectoriales. Y emplaza a una negociación, no sobre salarios, sino sobre el conjunto del sistema de relaciones laborales que tenemos en nuestro país.

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