Durante años Diario16 ha publicado diferentes informaciones sobre los desmanes que, por acción u omisión, ha perpetrado el actual presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), noticias que posiblemente hayan tenido mucho que ver en la decisión que ha adoptado de no continuar al frente del supervisor de los mercados españoles.

La gestión de Albella se resume en la instrucción de múltiples expedientes sin ningún sentido que sólo intentaban tapar la connivencia con posibles intereses superiores, además de la continua presencia del conflicto de interés respecto a Linklaters, el prestigioso despacho de abogados que presidía antes de ser nombrado presidente de la CNMV, y al papel que éste ha jugado en diferentes casos.

El caso más evidente de que la gestión de Sebastián Albella ha sido nefasta para la economía española y para algunas empresas que estaba obligado a supervisar es el del Banco Popular. Es de justicia que tanto el Ministerio de Economía, como el de Justicia o la Fiscalía General del Estado reclamen explicaciones a Albella, por ejemplo, de su inacción frente a los ataques de las posiciones cortas al Popular, de la que tuvo diferentes denuncias presentadas por AEMEC en abril y mayo de 2017. Unos días después de la resolución del Banco Popular, se suspendió la cotización de Liberbank por el exceso de posiciones en corto que, por otro lado, no alcanzaron en ningún momento la magnitud de los ataques al valor del Popular.

La actitud adoptada por la CNMV, una vez que Albella accedió a la presidencia, respecto al Banco Popular fue muy hostil. El supervisor tuvo en su mano frenar toda la operación desde el primer momento, pero, sobre todo, cuando permitió la actuación de las posiciones bajistas AQR Capital Management; Oceanwood Capital Management; Samlyn Capital; Lansdowne Partners; Melqart Asset Management y, sobre todo, BlackRock (máximo accionista del Santander tras la resolución) y Marshall Wace (que forma parte de JP Morgan, el banco de inversión del que fue vicepresidente Emilio Saracho). Por cierto, alguna de estas posiciones bajistas también está siendo protagonista de los actuales ataques al valor del Banco Sabadell y Albella no está haciendo nada.

Según declaró el exconsejero del Popular, Antonio González Adalid, afirmó que la causa de la resolución de la sexta entidad financiera fue el ataque de los cortos (posiciones bajistas) y que «algunos ganaron 400 millones de euros». ¿Quiénes son esos «algunos»? ¿Quién o quiénes llevaron la ignominia hasta el punto de aprovecharse de la ruina de 305.000 familias para ganar 400 millones?

Lo afirmado por el ex consejero del Popular es muy grave y debería movilizar a todos los organismos implicados porque, de confirmarse que la persona, personas, empresas, bancos o instituciones que presuntamente especularon con el Popular estaban implicadas directamente en la operación que llevó a la sexta entidad financiera de España a la resolución, estaríamos hablando de la comisión de delitos muy graves con penas de cárcel elevadas: estafa, manipulación de los mercados, organización criminal, y, sobre todo, en el caso del silencio connivente de los organismos públicos, presunta prevaricación y malversación de fondos.

Tras la confesión de González Adalid, el organismo presidido por Sebastián Albella estaba en la obligación ética y profesional de haber iniciado una investigación de quién o quiénes especularon para ganar esos 400 millones de euros. Sin embargo, no se ha hecho nada.

Lo mismo podríamos decir de la ampliación de capital del Santander de 2017, que la CNMV de Albella no investigó. El banco cántabro comunicó al mercado que dicha operación estaba destinada a «reforzar y optimizar la estructura de recursos propios del banco para dar adecuada cobertura a la adquisición del 100% del capital social del Popular» y, sin embargo, y en base a las conclusiones de un informe pericial que obra en poder de los tribunales y que no ha sido impugnado por la entidad presidida por Ana Patricia Botín, esa ampliación de capital de 2017 de 7.072 millones de euros fue destinada a reforzar el capital de Santander y no solo a cubrir la adquisición de Popular.

Sin el Banco Popular y esa ampliación de capital el Santander, según indica el informe, hubiera dado unos resultados muy diferentes a los hechos públicos en la presentación de cuentas del Ejercicio 2017. La cuenta de pérdidas y ganancias (PyG) y de patrimonio contable del Santander, a 31 de diciembre de 2017, indicaba que en el ejercicio se habían obtenido unos beneficios después de impuestos de 8.207 millones de euros y que el resultado atribuido a los accionistas minoritarios (aquellos que tienen participadas y que logran directamente el beneficio que debe ser deducido del resultado global del banco) era de 1.558 millones. Por tanto, el resultado atribuible a los accionistas del Santander fue de 6.619 millones.

La CNMV tuvo acceso a esa información publicada por el Santander y si hubiese analizado dichas cuentas debería haber iniciado una investigación o abrir un expediente al banco presidido por Ana Patricia Botín por haber, presuntamente, realizado una comunicación que no se correspondía con la realidad.

En relación con el Santander, ocurrió algo similar con el Caso Orcel, cuando comunicó al mercado, a través de un hecho relevante, que habían contratado al banquero italiano como nuevo consejero delegado de la entidad y, meses más tarde, afirmaron que desistían del nombramiento porque «la decisión adoptada es consecuencia de la modificación, tras las negociaciones mantenidas, de las bases sobre las cuales el consejo adoptó la decisión de designar al Sr. Orcel y la imposibilidad de que los costes de compensar a éste por sus remuneraciones pasadas excediesen los tenidos en cuenta al acordar el nombramiento». Sin embargo, el banquero italiano afirma que tiene un documento vinculante e, incluso, llegó a trabajar durante meses con la estructura del banco. En este caso, como en tantos otros, la CNMV ni se inmutó.

Por otro lado, la gestión de Albella ha estado trufada de escándalos por presuntos conflictos de interés respecto a Linklaters, el despacho de abogados que presidió. En el Caso Popular, ese bufete fue un elemento clave y, tal y como publicó Diario16 en exclusiva, la factura y el informe a la Audiencia Nacional indican que el asesoramiento de Albella al Popular no fue una mera charla, tal y como indicó al juez Calama, sino que se tuvo acceso a información confidencial para poder realizar los trabajos por los que Linklaters facturó 486.473,94 euros

Sin embargo, los conflictos de interés de Sebastián Albella no se focalizan sólo en el Popular, sino que empresas como Codere, donde Linklaters tuvo un papel importante en el ataque de los fondos de inversión que controlan a la compañía cotizada, en plena batalla con la familia fundadora. También pudo haber tenido incompatibilidades entre la posición de Albella como presidente de la CNMV y como asesor de cotizadas como Realia y Día, asunto éste en que el carácter de Linklaters como asesor de Letterone, la compañía del ruso Fridman, ha generado regueros de tinta.

Esta es sólo una parte del «legado» que deja Albella de su gestión. Ahora el Ministerio de Economía tiene la obligación para con el pueblo de seleccionar a una persona lo suficientemente ética como para que los mercados estén supervisados de manera que la CNMV no se convierta en el muro de contención de las irregularidades de algunas cotizadas en base a los intereses particulares de su presidente o presidenta. Ministra Calviño por favor no asuma sin más el asesoramiento del Sr. Redondo al respecto. Usted podría en un futuro convertirse en cómplice junto a De Guindos  de lo anteriormente expuesto, pero no asuma más  de lo que le pudiera acarrear una sugerencia o imposición emanada del “ASESOR” con algún sujeto mefistofélico.

Hasta que llegue el nombramiento, lo que queda es que Albella rinda cuentas y tiene mucho por lo que decir, por más que haya diputados socialistas de Cantabria que le aplaudan. Por cierto, ¿que estará pensando hoy Pedro Casares  del que le llego aconsejar tal acción? Me consta que le hicieron llegar sugerencias más acertadas. Él eligió, pero ha debido de aprender, es joven, que los asesores no siempre aciertan ni son los mejores.

6 COMENTARIOS

  1. La Bolsa española es una ESTAFA.Ahora mismo hay una euforia desmesurada que es el terreno ideal para captar pardillos por parte de los fondos bajistas. La BOLSA ES UN CASINO.

  2. Totalmente de acuerdo con el artículo; esperemos que las sugerencias a los poderes públicos se cumplan.
    Sí de mí dependiese ESTARÍA EN PRISIÓN a espera de juicio, o amenos con el pasaporte retirado y sus bienes intervenidos para hacer frente a lo que nos han intervenido a los propietarios del Banco Popular.
    Pero: éste señor es el mismo que escribía libritos sobre BUENAS PRACTICAS en los mercados de valores????

  3. Antes de jugar la partida ajedrez de la Operación Diabólica del Banco Popular buscaron peones de todos los colores para el tablero ,manda huevos en un año en este organismo de la CNMV ,el zafarrancho de desgracias que nos ha buscado este señor , no entiendo mucho de religión pero si me encontrara a Dios por la calle lo trataría de gamberro por las desgracias de millones de familias incluidos sus hijos

    Sebastián Albella (Castellón, 1958) se incorporó en 2016 como presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV)

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