Santo Domingo

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«La emergencia no es justificación para evitar una apropiada rendición  de cuentas», declara Transparencia Internacioanal, desde República Dominicana, país que prepara ser la residencia del rey Felipe de España.. Y «Aventura de la Histora» nos informa de la participación  de los  reyes en la corrupción. Y diversas fuentes tienen dificultades para fijar el primer puesto de corrupción en América Latina  y Caribe.

Santo Domingo.-  Participación Ciudadana, capítulo dominicano de Transparencia InternacionaI,  sostiene que los riesgos de corrupción aumentan en los períodos de emergencia en estos países,  explica su director Carlos Pimental. 

En el caso de República Dominicana, según datos de dicha  organización, en el 2019 se encontraba entre los países con más altos niveles de corrupción, ocupando el lugar 137 de 180 países. Ocupa junto con Honduras y Nicaragua, el primer lugar.

Los capítulos de Transparencia Internacional indican que “es esencial que la transparencia, la apertura y la integridad se mantengan y refuercen las compras y contrataciones públicas durante la emergencia declarada” en América Latina.

En ese sentido, reclaman máxima publicidad en la información sobre compras gubernamentales vinculadas con la emergencia y activar las agencias nacionales antimonopolio para evitar colusión entre actores económicos o prácticas que resulten en la especulación de los precios.

Reitera la urgencia de activar auditorías en tiempo real para los procesos de contratación pública y concentrar en una sola plataforma toda la información relativa a las contrataciones gubernamentales.

“La emergencia no es justificación para evitar una apropiada rendición de cuentas”, apuntan.

Desde Brasil, Corrupción puede crecer en Latinoamérica por crisis de Covid-19, según Transparencia Internacional. El director en Brasil explica que en la actual crisis los Gobiernos “están abriendo extraordinariamente el gasto público” para hacer frente a la crisis y “ahí están los riesgos de que grupos con acceso privilegiado” obtengan beneficios “en perjuicio del pueblo en general”.

En Venezuela, percibido junto a Nicaragua como los países más corruptos de América Latina, “se tiene que publicar lo que no se ha hecho en los últimos 20 años” en cuanto a compras estatales, señaló la representante venezolana, Mercedes de Freitas, según la agencia francesa – AFP.

OMC- LA ORGANIZACION  DE COMERCIO

Los gobiernos tienen que protegerse de los grupos de presión que defienden intereses partidistas y el sistema de la OMC puede ayudarles a lograrlo. Tradicionalmente, el proteccionismo nos ha enseñado los daños que pueden causar los intereses sectoriales mezquinos cuando adquieren una influencia política desproporcionada.  Las políticas restrictivas se han convertido en guerras comerciales en las que todo el mundo salió perdiendo. 

El sistema de la OMC ayuda a los gobiernos a hacerse una idea más equilibrada de la política comercial.  Están en mejor posición para defenderse de los grupos de presión que defienden intereses partidistas al centrarse en compromisos que interesan al conjunto de la economía.

Restringir las importaciones puede parecer un buen modo de apoyar a un sector económico, pero desequilibra la economía en perjuicio de otros sectores a los que no se debería penalizar.  Por ejemplo, si un país protege su agricultura, el resto de los ciudadanos tiene que pagar los alimentos más caros, lo cual presiona al alza los salarios en todos los sectores.

El sistema de la OMC abarca una amplia gama de sectores.  Si en una negociación un grupo de interés presiona a su gobierno para que se le considere como un caso especial que necesita protección, el gobierno puede contrarrestar esas presiones sosteniendo que necesita un acuerdo amplio que beneficie a todos los sectores de la economía.  Eso es lo que hacen los gobiernos con frecuencia.

Uno de los obstáculos al comercio a que se refieren las normas de la OMC es el de la imposición de contingentes, que consiste, por ejemplo, en limitar las importaciones o exportaciones a un volumen específico cada año.

Pese a todo, en la mayoría de los países sigue habiendo contingentes de varios tipos, y los gobiernos sostienen firmemente que son necesarios.  Pero se controlan mediante los Acuerdos de la OMC y hay compromisos para reducir o eliminar muchos de ellos.

Hay otras muchas esferas de los Acuerdos de la OMC que también pueden ayudar a reducir la corrupción y el mal gobierno. El Acuerdo de Contratación Pública (ACP).  Regula la forma en que los gobiernos participantes hacen sus compras, y abre partes importantes del mercado de contratación pública a la competencia extranjera.  En diciembre de 2011, en el marco del ACP, se concertaron nuevas disposiciones que mejoran las disciplinas y amplían el acceso a los mercados entre 80.000 y 100.000 millones de dólares anuales.

La Aventura de la Historia. Revista mensual de divulgación elaborada por expertos de prestigio

Muchos de los reyes de España tuvieron una desmedida ambición y aprovecharon su cercanía al monarca no sólo para abusar de su poder, sino también para enriquecerse rápidamente y sin reparos legales o morales. 

Revisamos, explica AH,  la carrera fulgurante de tres de estos pícaros de altos vuelos, que han pasado a la Historia por explotar su presente con pasión y sin rubor: Lerma, Valenzuela, y Ripperdá.

Arribistas y corruptos en la España Moderna. El primero, el duque de Lerma, valido de Felipe III, tomó el control de los asuntos de estado desde la accesión al trono del débil y manipulable monarca. Hijo de una familia nobiliaria que había caído en malos tiempos, Lerma consiguió ser nombrado gentilhombre de cámara de Felipe II en 1580, y pronto adquirió gran influencia sobre el heredero al que aduló con todo tipo de lisonjas y regalos, que pronto despertaron los recelos de los ministros de Felipe II. Aun tras intentos de Felipe II de alejarle de la corte, la autoridad de Lerma fue confirmada nada mas ser nombrado rey Felipe III, ya que este dejó todos los asuntos de estado en manos de su valido.

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Las primeras medidas del nuevo valido estuvieron encaminadas a organizar y consolidar su facción, repartiendo cargos y oficios entre sus parientes y amigos, al tiempo que se deshizo de los antiguos favoritos de Felipe II. Sin freno ni vergüenza, Lerma antepuso sus ansias de medro y lucro personal a los intereses de la monarquía. Tanto él como sus como sus hombres de confianza, especialmente Pedro de Franquesa y Rodrigo Calderón, pronto instruyeron un régimen de corrupción que duraría hasta la muerte de Felipe III, en el cual conseguir la venal buena opinión de Lerma era imprescindible para conseguir cualquier medida. José Luis Betrán, profesor titular de Historia Moderna de la Universidad Autónoma de Barcelona, describe los escandalosos manejos del duque y sus adláteres, ejemplo máximo de corrupción y venalidad en la España de los Austrias.

Fernando de Valenzuela, hijo de un hidalgo andaluz, logró un fulgurante ascenso desde la pobreza, pasando del puesto de caballerizo real a ser el mayor confidente y valido de la reina viuda Mariana de Austria, una extranjera con depresión crónica que se encontró aislada en la Corte durante la minoría de Carlos II. Su súbito ascenso al poder empezó cuando, tras un fallido intento de conseguir su fortuna en Italia, regresó a Madrid, donde, falto de dinero y de empleo, conoció y contrajo matrimonio con Maria Anbrosia de Ucedo, una de la camareras de la Reina. Esto le facilitó el acceso a Palacio, consiguiéndole el puesto de caballerizo real, y sus primeros contactos con la Reina. Otro conocido que pronto vendría a ser de importancia critica fue el padre Juan Everardo Nithard, el austríaco confesor de la reina, a quien Valenzuela conocía desde hacia algunos años, ya que vivía en frente de su casa.

La desaparición de Felipe IV en 1665 dejó los destinos de la monarquía en manos de un niño de cuatro años, tutelado por un Consejo de Regencia, dominado por la reina y su confesor Nithard, que ejercería el gobierno hasta su mayoría de edad. Mariana de Austria y su confesor se vieron constantemente observados, vigilados y amenazados por una nobleza recelosa de que las riendas del gobierno estuvieran en manos extranjeras. En ese ambiente de intrigas constantes, Valenzuela se convirtió en los ojos y en los oídos de Nithard y de doña Mariana en la Corte, ganándole el apodo de “el Duende de Palacio”. Desde este punto Valenzuela consiguió cada vez mas influencia política sobre la reian, hsata tal punto que muchos rumoreaban que fuese amante de la Reina.

Su condición social, creció a la par que su poder político, siendo nombrado en 1675 marqués de Villasierra, y llegó a incluso ser premiado en 1676 con la Grandeza personal de primera clase. Valenzuela llegó a contar con el apoyo de gente tan relevante como el almirante de Castilla, el condestable, y los duques de Osuna, Alburquerque y Medinaceli, y a apadrinar un amplio programa de obras públicas, en el que destacan las reconstrucciones de la Plaza Mayor y del Puente de Toledo. Carlos Blanco Fernández, investigador del GREHC-UAB, describe su ascenso desde la nada y las conjuras de los nobles, que condujeron a su estrepitosa caída tras la mayoría de edad de Carlos II. En un tercer artículo, Rosa María Alabrús Iglesias, profesora de Historia Moderna, UNED, Barcelona, traza el atrabiliario perfil del octavo barón de Ripperdá, trepador, oportunista y espía de multiples lealtades, que llegó a ministro de Estado de Felipe V.

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