Banco Santander no levanta cabeza en los últimos dos meses. Todo han sido malas noticias y eso no es bueno para una entidad que, como todo el sector financiero, vive de los mensajes positivos.
Todo empezó, tal y como publicó Diario16, con los datos de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, por sus siglas en inglés) en la que el Santander ocupó la última posición de las ratios de solvencia de toda la banca española y con unos datos que dejaban al principal grupo bancario de España a los del sector financiero griego.
Pocos días después se conoció la sentencia del Caso Orcel, en el que la Justicia condenó a la entidad presidida por Ana Patricia Botín al pago de 68 millones de euros al banquero italiano Andrea Orcel al reconocerse que sí que había una relación contractual y que la marcha atrás en el nombramiento como consejero delegado incumplió con lo indicado en ese contrato.
Pocos días después de esta decisión judicial, Ana Patricia Botín tuvo que declarar en calidad de demandada en el juicio de la demanda interpuesta por Eduardo Martín-Duarte, abogado y accionista del Santander, en la que se acusaba a la presidenta de la entidad cántabra y al propio banco de manipulación de las juntas de accionistas.
El año ha comenzado con un informe demoledor de Fitch que coloca al Santander a la cola de los bancos de la Eurozona en referencia al exceso de capital, es decir, la distancia que existe entre los datos de solvencia y el mínimo regulatorio que cada entidad tiene que cumplir. Santander sólo está por encima de otro gigante financiero: Deutsche Bank.
El banco presidido por Ana Patricia Botín se encuentra en una situación en la que sólo está por encima del mínimo regulatorio poco más de 300 puntos básicos, un dato que contrasta con los referentes a la principal competencia de la entidad cántabra: BBVA y CaixaBank.
El banco catalán tiene una distancia respecto a su mínimo regulatorio de casi 500 puntos básicos. Sin embargo, la cifra más sorprendente es la de BBVA, el principal oponente del Santander, puesto que casi dobla los resultados de la entidad presidida por Ana Patricia Botín al situarse muy por encima de los 600 puntos básicos.
Santander, el banco menos solvente
Los datos publicados por la EBA mostraron cómo Banco Santander sigue ocupando la última posición de la banca española en lo que respecta a la ratio CET1 fully loaded, es decir, la que mide la solvencia de las entidades bancarias.
La entidad presidida por Ana Patricia Botín cuenta con una ratio de solvencia de 11,7%, 6 puntos por debajo de Unicaja y 2,5 puntos peor que BBVA.
Según el estudio de EBA, la entidad malagueña se ha situado a la cabeza de la banca española como la más solvente, con una ratio CET1 fully loaded del 17,7%, por delante de Kutxabank (17%) y BBVA, con un 14,2%.
En cuarta posición se situó el Grupo Cajamar, con un 12,9%, mientras que por detrás se posicionaron lbercaja (12,7%), CaixaBank y Abanca (12,5% ambos), Bankinter (12,2%), Banco Sabadell (11,9%) y, finalmente, Banco Santander (11,7%).
