Lo cierto es que esas afirmaciones no se ajustan a la realidad, tal vez por olvido o por no disponer de la informa o, más bien, por el deslumbramiento que en ocasiones, más aún en tiempos del Covid19, producen las abundantes cuentas de publicidad que generosamente inyecta en el mercado de la comunicación el banco cántabro.

Estos diferentes y plurales medios corifeos se olvidaron de que en 2017 el Santander sufrió pérdidas, tal como se refleja en la información contable del Banco, depositada en la CNMV.

Lo escandaloso de esas pérdidas es que se produjeron en el año en que el gobierno del PP (sin oposición) y la UE regalaron el Popular al Santander, por un euro, de forma más que presuntamente irregular, un banco con un patrimonio de 11.000 millones de euros y 3.200 millones más en plusvalías latentes. Fue una «operación diabólica» que arruinó a más de 305.000 familias españolas, pequeños y medianos accionistas, que en justicia necesitan de una reparación inmediata.

Lo que resulta también escandaloso es que Santander pretendió ocultar esas pérdidas, publicando primero un beneficio de más 6.600 millones a finales de enero de 2018, para incluir subrepticiamente un ajuste de 7.200 millones de euros en las cuentas auditadas dos meses después. Que se sepa, el inefable y, a su vez, «aplaudido» por diputados socialistas, Sr. Albella, el fuerte con el débil y débil con el fuerte, no hizo nada ante semejante manipulación.

Como resultado del ajuste y como se pueden comprobar en las cuentas auditadas, el Banco Santander sufrió pérdidas en 2017 por algo más de 100 millones de euros, el mismo año que le regalaron el Banco Popular Español arrebatándoselo a sus accionistas, fundamentalmente españoles y españolas, de forma irregular (subasta fuera de plazo, información privilegiada, e irregularidades en la información, entre otras maniobras). Pese a que existía una diferencia de 7.000 millones entre las cuentas auditadas y las publicadas a bombo y platillo, ninguna autoridad pidió cuentas a Banco Santander y ningún medio, excepto Diario 16 informo al respecto.

Según ha podido conocer este medio, y después de la información sobre la certificación de solvencia y liquidez que el Banco de España emitió dos días antes de la resolución y puesta de manifiesto la débil situación patrimonial del Santander, múltiples perjudicados y perjudicadas estudian nuevas demandas contra la entidad cántabra en los próximos días.

 Por otra parte, se espera que, ante las pérdidas masivas anunciadas la semana pasada, todos los altos ejecutivos y consejeros voluntariamente devuelvan todos los bonus cobrados los últimos tres años.

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