No veo ‘El hormiguero’ y lo único que supe del paso de Drew Barrymore y Timothy Olyphant por el programa fue a través de los programas de zapping, sobre los “zascas” constantes del actor. No fue mi reclamo para ver la serie ‘Santa Clarita Diet’.
Dando un paseo por Netflix, encontré la serie y, siendo sincero, me atrajo por el hecho de parecer una pequeña reunión de actores de la saga de películas de terror ‘Scream’, asesinada ella (en la primera película) y asesino él (en la segunda película).
Comencé a verla sin muchas esperanza y, en menos de 24 horas y tras un exhaustivo binge-watching, me había terminado su primera temporada.
La premisa de la serie es poco atractiva. Tal y como la describen en Netflix: “La anodina vida de una pareja de agentes inmobiliarios sufre un drástico cambio que los conducirá por una senda mortal de destrucción en el buen sentido de la palabra”. Y es que lo bueno viene cuando superas el primer capítulo y te decides a darle una segunda oportunidad.
Drew Barrymore muere en el primer capítulo, por poco tiempo, porque “vuelve a la vida” en modo zombie y, conforme pasan los capítulos, el caos y la destrucción lo va sembrando todo, con un fondo de comedia familiar y costumbrista, que va repasando los cambios en la vida aburrida de los Hammond: Joel, Sheila y su hija Abby, mientras van acostumbrándose al nuevo estado de la madre de familia.
Las situaciones absurdas, el no querer dar lecciones de nada, la soez, el gore y la química entre los protagonistas hacen que la serie te enganche, te haga pasar un buen rato, reírte a carcajadas y te deje con ganas de más.
Además, a lo largo de sus 10 capítulos, encontrarás referencias a películas de culto de los 80 – una técnica que a Netflix le está dando un buen resultado en sus series – y se te vendrán a la cabeza conversaciones de series como ‘Dexter’, ‘iZombie’ y ‘Modern Family’… Una mezcla rara pero que da un resultado excelente.
No hay confirmación de segunda temporada pero, personalmente, espero que la haya pronto, porque deja con muchas ganas de más.
