La comparecencia de Pedro Sánchez ha servido, además de para anunciar las medidas aprobadas por el Consejo de Ministros orientadas a intentar reducir las consecuencias económicas de la guerra de Ucrania, para que el presidente del Gobierno hiciera pública la intención de presentar en las próximas semanas un Proyecto de Ley para la creación de un impuesto a los beneficios de las compañías energéticas. El objetivo del Ejecutivo es que dicho impuesto entre en vigor el día 1 de enero de 2023.
Sánchez ha indicado que lo que se busca es «garantizar un reparto justo de las cargas«, algo que «sintoniza con la opinión pública del país, con las medidas adoptadas por otros países del entorno y atiende a recomendaciones de la OCDE, la Unión Europea y el FMI«.
Según ha indicado el presidente del Gobierno, las cargas de la guerra de Ucrania han de distribuirse «con justicia, aportando más quiénes están en mejores condiciones. Quienes obtengan réditos indirectos de esta subida deben aportar de forma adicional al esfuerzo colectivo y contribuir más al sacrificio colectivo«.
Pedro Sánchez no ha indicado ni el cómo ni el cuánto se gravará a las compañías energéticas, pero, a preguntas de los periodistas, ha respondido que un buen ejemplo a seguir podría ser el impuesto extraordinario del 25% que Italia ha implementado sobre los beneficios de estas empresas. «Es un ejemplo al que estamos mirando de manera muy particular» ha dicho Sánchez
