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Sam no es mi tío

"Al gobierno de USA le dicen Tío Sam (Uncle Sam, en inglés) y los impuestos es el dinero del Tío Sam, que es sagrado. IRS (internal revenue service) servicio de impuestos internos

Jorge Zavaleta Alegre (Lima)
Jorge Zavaleta Alegre (Lima)
Corresponsal en Latinoamérica
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análisis

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Las pequeñas ciudades de los Andes latinoamericanos han quedado abandonadas por la acelerada diáspora de los jóvenes hacia las urbes provinciales y regionales… Solo quedan los abuelos y nietos, con la ilusión de un reencuentro futuro. Hoy este fenómeno irreversible desespera a la familia tradicional, cuya geografía marcaba fronteras infranqueables entre chacra y urbe.

La migración, los migrantes, no son vistos con buenos ojos, si los protagonistas son del Sur al Norte. El pensamiento y la acción del dinero legal o clandestino, provocan sensaciones patológicas, tratando de paralizar el planeta, olvidando que las raíces históricas de EEUU o Europa no se pueden entender sin la Migración.

Una nueva mirada nos ofrecen veinticuatro cronistas que participan en Sam no es mi tío, escritores, periodistas, y académicos latinoamericanos que se propusieron narrar América, las Américas. Recoge, posiblemente, una fracción pequeña de los millones de migrantes, que caracteriza la fundación y desarrollo de USA, país que concentra la cuarta parte de la riqueza industrial del planeta. 25% del PBI representa este país, cuya presidencia republicana se empecina en levantar un muro de 7 mil kilómetros, siguiendo el curso del Rio Bravo.

La historia oficial soslaya que EEUU es fruto del concurso del planeta, de la población Latinoamericana y del Africa que aún mantienen una relación asimétrica. Y cualquier futuro, para todos los habitantes de otras regiones dependerá de cuánto debemos apostar por la humanidad entera para garantizar la vida que nos prodiga el Planeta.

Los autores de Sam no es mi tio, desde el título, nos induce a la lectura obligada. Los comentarios, la realidad está compuesta por millones de historias como las suyas que conforman nuestras sociedades. Promesas de unidad, después de dos años de gobierno unilateral, induce en la necesidad impostergable de entender que el mañana no es un proyecto económico social para una parte sino crear condiciones para todos.

Estas crónicas son los relatos de la microhistoria americana contemporánea. Donde las eternas migraciones, la violencia, las partidas y los regresos, el éxito y la derrota, los cruces lingüísticos y culturales, el racismo y la xenofobia cohabitan dentro de un relato que permanecerá siempre incompleto.

El lector de estas crónicas va a acompañar trayectos tan fascinantes como familiares. Se acercará a mundos bajos de los que ya escuchó hablar alguna vez. Reirá y sufrirá con los protagonistas de historias reales, tan reales como las de aquel amigo, aquella prima, aquel padre que se fue al Norte, pero nunca contó qué pasó por allá. O la de una mujer y su amante que ven por la tele la caída de las Torres Gemelas mientras especulan si su esposo murió en el ataque; o un norteamericano que se dedica a defender latinos pobres que más tarde lo van a traicionar.

(Sam no es mi tío: Veinticuatro crónicas migrantes y un sueño americano (Spanish Edition) Kindle Edition, by V.V. A.A (Author), Diego Fonseca (Author, Editor), Aileen El-Kadi (Editor)

Creo que uno de los temas de este libro adquiere más importancia en tanto plantea que es prioritario entender que sino hay salud mental de todos, seguirá multiplicándose los dramas de la depresión de millones, entre otros efectos. Dejar su tierra natal e insertarse a la economía del trabajo resulta, hoy más que nunca, una quimera. El desencuentro fatal de volver a la comarca es muy doloroso, porque oportunidades no hay para todos. El Norte está lejos, muy lejos aún, del Sur.

Recordemos a Hipócrates (460-377 AC), el médico griego considerado el padre de la medicina, distinguió entre la frenitis, que sería el delirium febril, la manía o delirio violento, la melancolía y la epilepsia. Los médicos hipocráticos identificaron cuatro temperamentos: colérico, sanguíneo, melancólico, flemático. Cada temperamento estaba originando por el predominio de uno de los cuatro humores: bilis amarilla, sangre, bilis negra y flema. Con la palabra Cacopatía, Hipócrates designaba de esta manera a los trastornos psiquiátricos graves. Delirio de posesión por el demonio o por un espíritu diabólico.

Melancolía es otro de los términos más antiguos de la psiquiatría, ya lo empleó Hipócrates al referirse a la depresión. Se aplica en la actualidad, a la depresión caracterizada por anhedonia grave, cualidad distinta del estado de ánimo, falta de reactividad a los estímulos, despertar precoz, empeoramiento por las mañanas, pérdida de peso, sentimientos de culpa, marcado retraso psicomotor o agitación y anorexia o pérdida importante de peso.

OLEADAS PASADAS

EEUU desde su independencia a finales del siglo XVIII, ha vivido diversas oleadas migratorias. El día de hoy, un modo de comprender el alcance real de las migraciones pasadas y presentes es observando la composición étnica, los ancestros de la mayor parte de sus habitantes. Otro modo .es el mapa interactivo diseñado por Max Galka, de Metroscom, en el que podemos repasar cómo ha sido el proceso migratorio a EEUU desde 1820 hasta nuestros días.

El mapa ilumina los otros estados modernos que, en un momento dado, más migrantes aportaron a Estados Unidos. Las personas se representan en pequeños puntos de colores (cada punto son 10.000, aproximadamente) que parten de su país de origen hasta el otro lado del mundo. Así, por ejemplo, a mediados del siglo XIX la práctica totalidad de la inmigración recibida en Estados Unidos era europea. El mapa ilumina de forma especialmente países como Irlanda, Reino Unido y Alemania. Fue la primera generación, la más exitosa hoy.

¿Por qué exitosa? Porque es la que mejor se ha asimilado con el paso del tiempo, hasta el punto de como la alemana pasa desapercibida pese a ser la mayoritaria en todo el país. Conforme avanzan los años, el patrón migratorio hacia Estados Unidos cambia: a finales del siglo XIX son los países de Europa del Este (húngaros, polacos), Irlanda y muy especialmente Italia los que más población expatriada aportan al nuevo continente. Se suman también los escandinavos: suecos y noruegos que pueblan el norte del país (Minnesota, las Dakotas):

1850

A mediados del siglo XIX, los principales países que aportaban migrantes a Estados Unidos estaban en Europa Occidental. Reino Unido e Irlanda por un lado y Alemania por otro, además de Francia.

1890

La tendencia cambia a finales del siglo XIX, cuando se suman otros países europeos. Los escandinavos, por un lado, Italia, por otro, y numerosos estados actuales de Europa del Este como Hungría, Polonia o Rusia.

Hasta la Segunda Guerra Mundial, el grueso de la inmigración hacia Estados Unidos es europeo, con puntuales aportaciones de México, Canadá o China. Tras el conflicto, el patrón se modifica sustancialmente.

A partir de los sesenta, México comienza a liderar la inmigración a Estados Unidos, acompañada de otros países latinoamericanos como Cuba, Colombia o Argentina, mucho más minoritarios. Y a partir de los setenta, el foco, además de en México, se traslada a Asia: la India, China y muy especialmente Filipinas, de pasado colonial estadounidense, comienzan a copar los primeros puestos.

1980

Tras la Segunda Guerra Mundial, Europa deja de aportar inmigrantes en su gran mayoría. Ahora, la mayor parte de ellos provienen de México y de un amplio abanico de países asiáticos, especialmente China y Filipinas.

Durante los noventa aumenta el flujo migratorio (se alcanzan los casi 10.000.000 de inmigrantes) con dos países a la cabeza: México, cuya aportación neta de inmigrantes en las últimas cuatro décadas ha sido superior a la de cualquier otro país del mundo, y China, además de otros estados asiáticos.

GRUPOS ETNICOS

Otra forma de observar el proceso, de forma estática, es el gráfico interactivo realizado por Natalia Bronshtein. En él, podemos seguir la línea temporal de la migración en Estados Unidos a través de sus distintos grupos étnicos, y el modo en el que ha cambiado a lo largo de los siglos (europea en el XIX, reducida antes y durante la Segunda Guerra Mundial, americana y asiática durante el siglo XX y XXI)

Las oleadas migratorias, ininterrumpidas prácticamente desde su independencia, han configurado el actual cariz sociopolítico del país. Hablamos de ello con motivo del futuro poblacional estadounidense: en base al origen de los ancestros de cada ciudadano del país, el gobierno es capaz de elaborar un listado de grupos de pertenencia étnicos (que son arbitrarios, pero que permiten rastrear los orígenes migratorios del país). Como hemos comentado antes, los «german-american» son el grupo étnico mayoritario hoy.

Estos son los diez grupos más numerosos según el actual censo:

Alemanes 49.206.934 – 17.1%

Afroamericanos 45.284.752 – 14.6%

Irlandeses 35.523.082 -11.6%

Mexicanos 31.789.483 – 10.9%

Ingleses 26.923.091– 0

Gonzalo Fanjul, de la Fundación Foesa basa su análisis desde una hipótesis simple: El régimen migratorio que prevalece en España, en cualquier otro país europeo y, en menor medida, en las instituciones europeas comunes es tan moralmente cuestionable como contraproducente. Viola los derechos fundamentales, restringe las oportunidades individuales, limita el crecimiento y el progreso nacional, y despierta los peores instintos de nuestras sociedades. Lo que constituye sin duda uno de los retos fundamentales de nuestras generaciones, es una fuerza en contra del interés común de los países de origen y de destino, así como del de los propios migrantes. Un régimen más favorable al desarrollo es a la vez un régimen más próspero y seguro para los países de destino, y viceversa.

La pregunta clave que debemos abordar es si esta fuerza es inamovible. La radiactividad y la polarización política que acompañan cualquier debate sobre la migración sugieren que no hay alternativas al modelo imperante excepto la de moverse dentro de los estrechos márgenes delas políticas que hemos observado en Europa, los EEUU y cualquier otro país de la OCDE en los últimos veinte años.

Un contexto marcado por una economía vulnerable (o una recesión abierta, en el caso de los países del sur de Europa) no ayuda en este sentido. Fanjul nos propone una postura más práctica, que evita un debate de “absolutos” (inmigración sí o no) y trata de intentar la transformación de las políticas migratorias españolas y europeas desde un enfoque más quirúrgico, aunque progresivo: identificar las restricciones vinculantes que impiden las reformas y sugerir unas medidas que las facilitarían.

En pocas palabras, nos propone abordar cuatro obstáculos diferentes para una reforma inteligente de las políticas migratorias europeas: institucionales, políticos, éticos y, finalmente, estratégicos. Este último no sólo es fundamental para la construcción de alternativas para navegar las complejidades políticas del debate sobre la migración, sino que estamos también convencidos de que la construcción progresiva de una confianza mutua entre los socios allanará el camino para cambios más ambiciosos.

Foto; Pacaritambo, en Cusco, tierra de donde salieron los Hermanos Ayar para fundar el Imperio de los Incas.

Aunque se hacen numerosas referencias al caso español, en todo momento las propuestas de Fanjul y otras investigaciones sociológicas establece como marco de análisis el conjunto de la Unión Europea. La razón es doble: a pesar de las apariencias, y con los matices que imponen gobiernos de uno u otro signo, no existen diferencias fundamentales en el enfoque de las políticas migratorias entre los diferentes países de la UE. En segundo lugar, cualquier solución razonable a este reto debe pasar por la comunitarización de las normas e instituciones que rigen la movilidad de los ciudadanos que no pertenecen a la UE.

En un siglo donde las figuras de autoridad (ya sea a nivel político o representantes de tradiciones espirituales) parece que no solamente fallaron a sus multitudes, sino que incluso las engañaron de forma activa, puede que los consejos vagos y poéticos de Gibrán hayan llegado para llenar un vacío de integridad y liderazgo. No es necesario criticar a aquellos que han leído sus obras (entre los que se incluyen figuras de la talla de John Lennon y David Bowie) y que pueden que les hayan servido para expresar su amor, escribir canciones de dolor o apaciguar sus temores existenciales.

GUERRA COMERCIAL

Trump quería una guerra comercial. Ya la tiene: China anuncia aranceles a $50.000 millones China. En cambio en China el acuerdo se está presentando de forma distinta. Aunque sí que hay un tono de satisfacción general, no se menciona en ningún punto los 90 días de negociaciones sobre los temas no arancelarios que EEUU lleva años mencionando. Y es más, en WeChat, el sistema de mensajería por excelencia de China, no es posible compartir la nota de prensa de la Casa Blanca.

.¿Optimismo? Lo que está claro es que las tensiones entre China y EEUU se han rebajado. Ahora quedan esos 90 días de negociaciones que son un gran escollo, pues China lleva empleando esta estrategia para acaparar tecnología y propiedad intelectual muchos años (aunque realmente ya no es necesario, ya que China innova por su cuenta de sobra). Los mercados, desde luego, se han tomado esta reunión como una buena noticia y suben con fuerza en Asia y EEUU. Tenemos 90 días más para respirar.

Al final los emigrantes en general no son tontos y no se mudan a países a tener peores condiciones, ya sean los miles que van de los países del sur de Europa a Alemania o los latinos que van a EEUU.

Pekín hace uso de experiencias similares para fomentar los vínculos con los países en vías de desarrollo, como puede ser recordar las dificultades durante un proceso de descolonización. Los líderes chinos tampoco pierden tiempo en explotar los errores de la presidencia de Trump. Por ejemplo, China busca un lugar en la industria petrolera iraní en un momento en el que la amenaza de las sanciones estadounidense hace que las empresas europeas se echen para atrás.

China también es capaz de ganar peso en Latinoamérica porque no cuenta con un bagaje histórico con el continente. China ha sido capaz de utilizar su experiencia en cuanto a desarrollo económico para posicionarse como una posible fuerza alternativa y ganar peso en la zona.

Todo un debate, el seguimiento y preocupación de una drama que involucrar, debiera involucrar, a todos.

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