Salud, Mar Menor y metales pesados

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Escribir sobre el tema del título de este artículo obliga a plantear una hipótesis: algunos metales pesados, como veremos, conlleva indagar en la relación existente entre metales pesados, medioambiente y enfermedades humanas, de la flora y fauna marina, de ríos, lagos, lagunas…

Primero exponemos algunas ideas sobre los metales pesados y cuáles son los tóxicos, siempre basado en bibliografía; posteriormente analizaremos los aspectos tóxicos y algunas enfermedades que han originado la extracción de metales pesados en las sierras mineras de La Unión y Cartagena y algunos enclaves contaminados.

Así, «las motivaciones para controlar las concentraciones de metales pesados en corrientes gaseosas son diversas. Algunos de ellos son peligrosos para el medio ambiente y la salud, por ejemplo mercurio (Hg), cadmio (Cd), plomo (Pb) y cromo (CCr),» según C.Michael Hogan.

«Los metales pesados tóxicos más conocidos son el mercurio, el plomo, el cadmio y el arsénico, y en raras ocasiones, algún no metal como el selenio.

Otros causan corrosión, como zinc o plomo, o son malos por otros medios (por ejemplo el arsénico puede contaminar los catalizadores).

Pequeñas cantidades de hierro, cobalto, cobre, manganeso, molibdeno, y zinc son requeridas por los humanos. Excesivas cantidades pueden dañar nuestro organismo.  Metales pesados como mercurio, plutonio, y plomo son metales tóxicos que no tienen un efecto vital o beneficioso para el organismo, y su acumulación en el tiempo y en el cuerpo de los animales puede causar serias enfermedades, como por ejemplo saturnismo o envenenamiento por mercurio, de acuerdo con Lane Tw et Motel FM.A

«Algunos metales pesados son necesarios para los humanos en pequeñas proporciones tales como cobalto, cobre, cromo, manganeso y níquel, mientras otros son carcinogénicos o tóxicos, afectando, entre otros, al sistema nervioso central (manganeso, mercurio, plomo, arsénico), los riñones o el hígado (mercurio, plomo, cadmio, cobre) o la piel, los huesos, o dientes (níquel, cadmio, cobre, cromo», siguiendo a Ron Zevenhoven, Pia.

Peces de alta mar (como el Tetractenos glaber) y aves marinas (como la Fratercula arctica) son controlados por la presencia de estos contaminantes.

Según diversos autores como Rosas, Báez, Belmont, Vázquez, Sarma, Alexander, Rashed y et álter, «los principales lugares en los que se encuentra bioacumulación son los estuarios o lugares con agua salobre, debido a que los contaminantes son arrastrados a lo largo del trayecto de los ríos y depositados en los lechos lacustres, siendo reportados niveles elevados de metales pesados en el fondo, en algas, ostras y peces de consumo humano, tal como sucede en muchas lagunas de agua salobre en México, Nigeria, Egipto, y en el Mar Menor, en donde se han realizado estudios del suelo, plantas, agua y tejidos animales, encontrando niveles elevados para metales pesados por encima de lo permitido por sus sistemas de salud y control ambiental en cada una de las naciones».

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Muy ilustrativo el vídeo «La ruta negra de los metales pesados en Cartagena» de José Matías Peña,  de la Fundación Científica y Técnica para la lucha contra la contaminación y el cambio climático ( en Constitución).

En el caso que nos ocupa  como es el Mar Menor, la Sierra minera de La Unión y Cartagena, y siguiendo estudios de componentes de la Fundación Científica y Técnica contra la contaminación y el Cambio Climático, y estudios médicos, observemos que de las laderas de la Sierra minera unionense de dónde se extrajo plomo argentífero, y a través de pequeñas ramblas a lo largo de los años se depositaron sedimentos de metales pesados contaminantes en el Arco Sur del Mar Menor, acumulándose lodos y sedimentos de más de un metro espesor y las aguas de La Laguna Salada, antiguo golfo marino cerrado por un restinga de acumulación de arena , en la que llegó a haber dunas fosilizadas, posteriormente destruidas por el urbanismo desaforado en La Manga.

Estos lodos son tóxicos y mucha de la fauna y flora marina está contaminada y su ingesta provoca en las personas, sobre todo en los niños, enfermedades intestinales y estomacales, y, por poner un ejemplo, las ostras que había, es posible que quede alguna, había que hervirlas antes de degustarlas; lo que puede hacerse extensivo a más fauna marina y flora como la posidonia y otra fauna y flora que ha muerto

Esos vertidos del Arco Sur también han afectado a los cultivos de esta área, encontrándose metales pesados en ellos, que luego ingerimos como alimentos las personas de la zona cartagenera, y exterior.

En las laderas de las montañas de la Sierra minera se construyeron balsas donde se acumulan restos de metales pesados que en parte se han secado y con la lluvia  y el viento la contaminación tóxica cancerígena ha llegado a las poblaciones aledañas como El Llano del Beal y otros, y según la estadística de Sanidad,  en número de niños y personas mayores están afectadas por enfermedades cancerígenas.

De vital importancia e indicativo de la toxicidad de metales pesados es el siguiente vídeo, donde de demuestra la toxicidad cancerígena del plomo y otros metales pesados en el pueblo del Llano del Beal en las estribaciones de la pendiente de la Sierra minera de la Unión, y como señala el Sr Ortuño, el plomo se llevó la vida de sus padres y abuelos y ahora la de sus hijos, que desde hace años la cantidad de plomo en sangre de los niños es muy elevada y los casos de cáncer se incrementan día a día, y la administración poco hace o nada para evitarlo. Por las ramblas y suelo se encuentran sales de plomo, magnesio, zinc y otros metales pesados.

VISIONEN y comprenderán como la salud humana, y el medioambiente está toxificado por los metales pesados peligrosos.

De igual modo, tanto en Portman como en las montañas próximas al Barrio de Santa Lucía, en Cartagena, la empresa Peñarroya ha contaminado las aguas del puerto de Cartagena y ha anegado la preciosa Bahía de Portman de estériles de los lavaderos y el agua de ellos, mediante tuberías vertían en la bahía miles de toneladas de residuos tóxicos. Desde hace más de 50 años la bahía está tapada por los estériles y cerrada desde el Lastre hasta el antiguo puerto pesquero la entrada de agua marina.

En la actualidad, se está intentando regenerar pero los resultados no son los esperados y los productos tóxicos y la contaminación persisten.

Según La Opinión de Murcia, los vecinos de Portmán renuncian al dragado de la bahía.

La Liga de Vecinos de Portmán, recuerdan igualmente que esta posibilidad «ha resultado inviable desde el punto de vista económico», por lo que proponen retomar la solución contemplada en el proyecto de 2011, que «fue anulado por el Gobierno del PP».

Por otra parte, muestran su rechazo a la alternativa del sellado de los estériles mineros propuesta en 2005, «que fue rechazada tajantemente por los vecinos y colectivos de Portmán, dado que supone una renuncia a la recuperación de la bahía y, por tanto, renunciar también a saldar la deuda histórica generada

durante décadas en este pueblo y en el litoral de la Región por uno de los mayores desastres ambientales del Mediterráneo.

La realidad es que el problema persiste, y el desastre de la Bahía de Portman ahí está; en nuestra opinión, tanto la Ministra de Transición Ecológica y el gobierno regional deben ponerse de acuerdo y solucionar tamaño desastre, que sólo se ve en los países subdesarrollados. Mucho hablar, mucho hablar, pero soluciones viables ninguna. Y la pelota en el tejado pasándose de unos a otros.

Señalar como indica el Edafólogo y Profesor de la UPCT, citado más arriba, que desde las proximidades del Cabezo Beaza, donde se localizaba Zincsa, antigua Española del Zinc, la empresa de Ácido Sulfúrico, y más hacia el sur Potasa y Derivados ( Explosivos Riotinto) los terrenos existentes en el área están muy contaminados y son muy tóxicos afectando a las barriadas próximas produciendo enfermedades graves.

Lo mismo ocurre en la zona de la sierra cartagenera donde se ubicaba la empresa de extracción de metales pesados Peñarroya que origina enfermedades neurológicas, cáncer, y en los últimos estudios se ha detectado radiactividad en dichas zonas del Cerro de San Julián y resto de parajes, afectando los metales pesados a las aguas del puerto en la zona de Santa Lucía.

Concluimos afirmando que los metales pesados producen efectos tóxicos y enfermedades graves en las personas, animales, aves, todo tipo de fauna y flora, como hemos analizado, y que las administraciones tienen que poner SOLUCIONES y no mirar para otro lado, y si es así que dejen actuar a la Fundación  Científica y Técnica contra la contaminación y el cambio climático ( en Constitución) que tiene la técnica y los instrumentos para combatir estos problemas.

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