La fiscal no ha dudado un instante, en la lectura de sus conclusiones, a la hora de mantener la petición de 22 años y diez meses de prisión para cada uno de los cinco jóvenes sevillanos acusados de violar grupalmente a una joven de 18 años en los Sanfermines del pasado 2016. Además, concluye que las relaciones no fueron consentidas y cataloga de “absolutamente contundentes” las pruebas aportadas durante las dos semanas del juicio celebrado en la Sección Segunda de la Audiencia de Navarra.
La joven denunciante “no sospechaba ni rematadamente lo que estaba pasando”, subraya el Ministerio Fiscal
En las dos horas que la fiscal Elena Sarasate ha dedicado a exponer su informe de conclusiones en la sala, ha asegurado que los cinco acusados “actuaron de forma conjunta y organizada” sobre una joven de 18 años que “no sospechaba ni rematadamente lo que estaba pasando”. Y a todo ello, añade que “cuando los acusados terminaron y consiguieron lo que querían, la dejaron tirada y semidesnuda”.
Al delito continuado de agresión sexual se añaden también otro delito contra la intimidad y un tercero por robo con violencia. La acusación particular ejercida por el Gobierno de Navarra reclama 25 años de reclusión para cada uno de los cinco acusados.
Por el referido delito continuado de una posible agresión sexual, el Ministerio Fiscal reclama 18 años de prisión y también la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de la víctima y comunicarse con ella durante 20 años y otros diez años de libertad vigilada tras la pena de prisión. Además, todas las acusaciones reclaman una indemnización de 250.000 euros, salvo el fiscal, que reduce la petición a 100.000 euros.
La fiscal del caso ha asegurado en su exposición que “la declaración de la víctima cumple todos los requisitos para darle absoluta y totalmente credibilidad y sin embargo la de los acusados tiene contradicciones, no pequeñas, sino determinantes”. Y concluye: “Ellos sí sabían a lo que iban y lo tenían claro”.
