El Ministerio de Defensa ruso ha acusado a los militares de los batallones nacionalistas ucranianos de haber incendiado deliberadamente un granero que albergaba toneladas de cereal, ubicado en el puerto marítimo de Mariúpol, al huir de las tropas rusas.
El Ministerio de Defensa ruso ha emitido un comunicado oficial donde señala que el incendio tenía como objetivo dejar sin suministros de cereal a los residentes de Mariúpol. Según la información rusa, han sido destruidas más de 50 toneladas de cereales.
«Este crimen inhumano demuestra a toda la comunidad internacional el «verdadero rostro» del régimen de Kiev que, de hecho, utiliza los métodos del terrorismo alimentario contra su propio pueblo» ha señalado el escrito oficial.
El ministerio ha afirmado que este crimen se ha cometido porque «el llamado Occidente civilizado continúa apoyando a Kiev mientras acusa a Rusia de avivar una crisis alimentaria mundial».
Además, han querido subrayar desde el ministerio que desde que las fuerzas rusas entraron en Ucrania, en su «operación militar especial», «han apoyado a la población civil en todo momento, la tratan con humanidad y no han atacado la infraestructura social del país, a diferencia de las formaciones armadas ucranianas».
Ucrania ha acusado públicamente a Rusia de robarle sus reservas de trigo. Unas acusaciones que, desde Naciones Unidas, no han podido verificar, y así lo ha constatado el portavoz del Secretariado General, Stephane Dujarric.
