Es imposible predecir la orientación sexual de una persona a partir de sus patrones genéticos. Esa fue la conclusión a la que llegaba el pasado verano un estudio elaborado a partir de pruebas y entrevistas entre más de medio millón de personas. Sin embargo, un empresario con agudo instinto pero escasa ética se vio inspirado por ese trabajo para lanzar una aplicación que defendía justamente lo contrario. How gay are you? (¿Cómo eres de gay?), era el nombre de la app que lanzó con la que usuarios podían analizar los resultados de sus pruebas de ADN y calcular la probabilidad genética de ser gay.
“La web GenePlaza que alojaba la aplicación –a un precio de 5,50 euros la descarga- ha decidido eliminarla”
Por suerte, y tras numerosas quejas, la web GenePlaza que alojaba la aplicación –a un precio de 5,50 euros la descarga- ha decidido eliminarla. Aunque la página intentaba evitar cualquier polémica aclarando que la prueba, en realidad, no podía predecir la atracción hacia personas del mismo sexo, las reclamaciones han sido demasiado contundentes, e incluso los científicos responsables del estudio en el que se basaba la aplicación la han criticado, asegurando que se trataba de una burda manipulación de su metodología de trabajo. En definitiva, un fraude.
Los responsables de la polémica iniciativa decidieron rebautizar la aplicación como 122 Shades of Gray, en referencia a las 122 variables genéticas escogidas para determinar la orientación sexual, lo que no hizo más que avivar las brasas de la polémica.
“El primer nombre de la aplicación tenía una connotación humorística que mucha gente entendió, pero que hubo gente que malinterpretó por lo que decidimos cambiarlo”, ha comentado el fundador de GenePlaza, Alain Coletta, que añadía: “En GenePlaza entendemos muy bien que no hay un gen gay, sino que hay muchísimas variantes que producen efectos muy pequeños y que, además, a esto hay que añadir factores ambientales que no son tenidos en cuenta”, explicó también Coletta.