Hoy, que nuevamente desayunamos, comemos y cenamos corrupción política de nombre Kitchen, yo quiero reivindicar la Política como el Servicio más generoso a este país. Porque no todos los políticos son iguales, porque no es lo mismo lo que defienden los partidos de derechas que los partidos de izquierdas, aunque a veces los intereses espurios se toquen.
Reivindico la figura de políticos de Estado que son los responsables del retorno a este país de la Democracia, la generosidad de figuras como Santiago Carrillo y la Pasionaria, la integridad y valentía de Clara Campoamor, José Antonio Labordeta, Ernest Lluch, Tierno Galván (decía que “los bolsillos de los gobernantes deben ser de cristal”), las figuras de Adolfo Suárez y Joaquín Ruiz Jiménez, que habiendo pertenecido al régimen franquista, fueron capaces de mediar y conseguir una Democracia de todos y para todos. Reivindico el espíritu de los padres de la Constitución Española.
Como dijo hace unos años Joaquim Bosch: “Quienes no defienden lo público son insolidarios; quienes roban lo que es de todos son corruptos; quienes apoyan a ladrones son miserables.” Define perfectamente lo que yo opino sobre los políticos y que cada uno se aplique, lo que le corresponda.
La izquierda siempre debe estar en la defensa de lo público, así como entiendo que la derecha defienda los intereses de la empresa privada; en ambos casos, intereses legítimos. Lo que no es legítimo es entrar en política para medrar, o para vivir de ella sin dar palo al agua, y por supuesto, lo que es ilegítimo es robar lo que es de todos y sobre todo apoyar a los ladrones.
A nuestros políticos actuales, solo les pido que se acuerden de todos aquellos que fueron ejemplo de honestidad, integridad y valentía, y que olviden sus egos e intereses personales. Esa actitud nada ayuda a un pueblo que tanto los necesita, y que clama por representantes que sepan estar a la altura de las circunstancias tan duras como las que vivimos actualmente.