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Reino Unido demuestra a Sánchez cómo tratar a la Monarquía en democracia

Reino Unido ha demostrado el respeto a los poderes democráticos y su policía ha afirmado, respecto a la situación legal del príncipe Andrés, que «nadie está por encima de nadie»

José Antonio Gómez
José Antonio Gómez
Director de Diario16. Escritor y analista político. Autor de los ensayos políticos "Gobernar es repartir dolor", "Regeneración", "El líder que marchitó a la Rosa", "IRPH: Operación de Estado" y de las novelas "Josaphat" y "El futuro nos espera".
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análisis

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Mientras que Pedro Sánchez y su gobierno mantienen vigente la medida medieval de la inviolabilidad del rey respecto a la Justicia, algo que es contrario a los principios que sustentan una democracia parlamentaria, en Reino Unido, donde la Familia Real está abonada al escándalo, la Policía ha sido clara respecto a la situación del hijo menor de Isabel II: «nadie está por encima de nadie».

Estas declaraciones las realizó Cressida Dick, directora de la Policía Metropolitana de Londres, cuando fue preguntada si el príncipe Andrés, denunciado por abusos sexuales a una menor, recibiría algún tipo de trato de favor o si disponía de inmunidad ante la Justicia.

Además, la Fiscalía británica está colaborando con las autoridades judiciales de los Estados Unidos de cara a presentar una acusación contra el hijo de Isabel II.

La inviolabilidad española

En España, por el contrario, la Monarquía está blindada ante la Justicia. El Jefe del Estado puede cometer el delito que le dé la real gana, nunca mejor dicho, que jamás pisará un tribunal ni podrá ser acusado.

Un hecho tan deplorable se ha comprobado con las presuntas acciones ilícitas de Juan Carlos I. La Justicia española no puede investigar ni actuar por los actos supuestamente ilegales cometidos por el rey emérito hasta 2014, año de su abdicación.

Además, el aparato del Estado ya se encargó de continuar con el blindaje y los privilegios de Juan Carlos de Borbón modificando de urgencia la ley para que estuviera aforado y, de este modo, protegido de la acción de la Justicia.

Que eso lo hicieran el Partido Popular o Vox podría tener un pase. Sería lógico. Sin embargo, un gobierno con un presidente que se autodefine como «socialista», aunque en realidad es un socioliberal de manual, no podía, en teoría, mantener esta situación porque el PSOE es un partido republicano, es decir, contrario a la Monarquía. Pedro Sánchez no ha hecho nada. Más bien al contrario, se ha presentado como un defensor a ultranza de la Monarquía y se ha convertido en más monárquico que Romanones.

En democracia, como dice la directora de la Policía de Londres, «nadie está por encima de nadie». Sin embargo, en España hay un hombre, Felipe VI, cuyos actos no están sometidos al poder de los tribunales, incluso los más deplorables. Y Sánchez, como todos sus antecesores, sigue defendiendo esta injusticia.

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