En un momento en que la mayoría de los países europeos discuten estrategias para reducir su dependencia energética rusa, en respuesta a la invasión de Ucrania, el Gobierno británico presentó este jueves su propuesta para convertir a Reino Unido en un estado independiente desde el punto de vista energético en las próximas décadas.
Los planes del Ejecutivo de Boris Johnson incluyen una importante inversión en la ampliación de las capacidades de producción de energía nuclear del país, con la construcción de ocho nuevos reactores -actualmente hay 15- para 2030.
El plan, cuyo objetivo es hacer frente también al fuerte incremento de los precios de la energía, incluye construir unos ocho reactores en los actuales centros nucleares del país e impulsar la energía eólica, solar e hidrógeno, mientras respalda la producción de petróleo y gas británico a corto plazo.
Con este plan, denominado Estrategia de Seguridad Energética Británica, el país puede hacer que el 95 % de la electricidad generada para el año 2030 sea de baja emisión de carbono.
Esta estrategia verá una aceleración significativa de la energía nuclear, con la ambición de hasta 24 GW para 2050 provenientes de esta fuente de energía, indicó el Ejecutivo de Boris Jhonson en un comunicado.
El objetivo es impulsar también la energía eólica marina, a fin de producir hasta 50 GW para 2030, más que suficiente para alimentar todos los hogares del Reino Unido, según las autoridades.
Asimismo, Reino Unido planea lanzar una ronda de licencias para nuevos proyectos de petróleo y gas del Mar del Norte este otoño.
El país buscará, además, incrementar la capacidad solar actual de 14 GW del Reino Unido, que podría crecer hasta cinco veces para 2035, en tanto que apoya incrementar la producción de hidrógeno con bajas emisiones de carbono para 2030.
«Estamos estableciendo planes audaces para ampliar y acelerar la energía asequible, limpia y segura fabricada en el Reino Unido y para el Reino Unido, desde la nueva energía nuclear hasta la energía eólica marina, en la próxima década», señaló el primer ministro británico, Boris Johnson, al divulgarse esta estrategia.
