Personalidades internacionales condenan la violencia ejercida por los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado durante el desarrollo del referéndum ilegal de la independencia en Cataluña y hacen un llamamiento al diálogo, entre el Gobierno español y el catalán, para solucionar el conflicto suscitado en España este 1 de octubre.
Dimitrios Papadimoulis, vicepresidente del Parlamento Europeo, ha escrito en su cuenta de Twitter que “la violencia policial agrava la crisis entre Madrid y Barcelona. Los conflictos políticos deben resolverse mediante la política”. En una posición similar se ha pronunciado Martin Schulz, exvicepresidente alemán del Parlamento Europeo, quien ha emplazado a Gobierno y Generalitat ha dialogar: “La escalada en España es preocupante. Madrid y Barcelona deben rebajar inmediatamente la tensión y buscar el diálogo”, ha afirmado.
Desde Francia, el presidente de la Asamblea Nacional, François Rugy, ha afirmado que “no hace falta buscar quien tiene razón, hace falta buscar soluciones. Se debe negociar”. Por su parte, el líder de la izquierda, Jean-Luc Mélenchon, ha asegurado que “el Estado español ha perdido la sangre fría. La nación no puede ser una camisa de fuerza”. El socialista, Benoît Hamon, ha sido contundente: “En el corazón de Europa, estas imágenes de la violencia para evitar que la gente VOTE en Cataluña están llenas de significado y amenazas”.
Guy Verhofstadt, líder del grupo liberal europeo, ha publicado lo siguiente: “No quiero interferir en los asuntos domésticos de España, pero condeno absolutamente lo que ha pasado hoy en Cataluña”. Verhofstadt ha añadido que “los partidos separatistas continuaron con el llamado referéndum que fue prohibido por el Tribunal Constitucional, sabiendo que sólo una minoría participaría; ya que el 60% de los catalanes están en contra de la separación”. También hizo mención a la “violencia desproporcionada” para impedir la votación: “En la Unión Europea tratamos de encontrar soluciones a través del diálogo político y el respeto del orden constitucional”, y asegura que el “camino a seguir” pasa por una “negociación en la que participen todos los partidos políticos, incluida la oposición en el Parlamento de Cataluña”, en la que predomine el “respeto al orden constitucional y jurídico del país”.
El primer ministro belga, Charles Michel, ha condenado públicamente la violencia ejercida en las calles catalanas: “¡La violencia nunca puede ser la respuesta! Condenamos todas las formas de violencia y reafirmamos nuestro llamamiento al diálogo político”. El primer ministro esloveno, Miro Cerar, se ha mostrado “preocupado por la situación”, y ha pedido “dialogo político, legalidad y soluciones pacíficas”.
Asimismo, la primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon también ha expresado su preocupación ante lo sucedido: “Cada vez más preocupada por las imágenes de Cataluña. Independientemente de las opiniones sobre la independencia, todos deberíamos condenar las escenas que se están viendo y pedir a España que cambie de rumbo antes de que alguien resulte gravemente herido. Dejad a la gente votar pacíficamente”. En cambio, el exprimer ministro escocés, Alex Salmond, ha cuestionado la permanencia de Cataluña dentro de España y ha aprovechado para acordarse de Theresa May: “Escenas sangrientas en Barcelona: ¿Es hora de dejar que Cataluña se vaya? Theresa May: ¿Es hora de irse? Brexit: ¿Vale la pena?”
En el Reino Unido, el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, ha criticado las cargas policiales durante la jornada de votación: “La violencia policial contra los ciudadanos en Cataluña es escandalosa. El Gobierno español debe actuar para ponerle fin de inmediato”. Poco después, Corbyn pedía a la primera ministra británica intervenir en el conflicto: “Insto a Theresa May a apelar directamente a Rajoy para poner fin a la violencia policial en Cataluña y a encontrar una solución política a esta crisis constitucional”.
Sin embargo, Liam Fox, ministro de Comercio, ha subrayado que “el referéndum es un asunto del Gobierno español”. En esta misma línea se ha posicionado Boris Johnson, ministro de exteriores británico: “el referéndum catalán es cuestión del Gobierno español y de la gente”. Y aunque ha asegurado que “el referéndum no es constitucional”, también se ha mostrado “preocupado por cualquier incidente violento”, y ha recordado que “se debe respetar la Constitución española y el estado de derecho”, pues “España es un aliado cercano y un buen amigo, cuya fuerza y unidad es importante para el Reino Unido”.
Pero no solo Europa ha reaccionado ante el referéndum convocado por el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Desde Venezuela, Nicolás Maduro, a través de su programa semanal, ha condenado la represión por parte del Gobierno español en los colegios electorales de Cataluña y ha pedido respuestas al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, al que ha tildado de “dictador”.
“El presidente Mariano Rajoy tiene que responderle al mundo por lo que ha hecho contra el pueblo catalán”, ha declarado Maduro en la cadena estatal VTV. Pese a que el mandatario venezolano ha asegurado que “no me meto en los temas internos de ningún país”, ha insistido en que “de repente apareció la represión brutal” en Cataluña y ante la cuál, “Rajoy optó por lo más vulgar, la represión inclemente contra gente inocente”. Sin embargo y a pesar de tener el “alma arrugada”, Maduro ha reiterado tanto su “indignación y admiración” como su “rabia y ternura” ante lo sucedido. Y ha destacado que el 1 de octubre quedará como “un día histórico para el pueblo catalán”.
