Un día que tenga tiempo lo buscaré y, si no existe, lo inventaré. No será difícil, pues casi todo será copiar, pegar y comentar. Pienso en un libro de historia a base de frases importantes, de las que han conquistado portadas, abierto ojos y movilizado conciencias. Algunas han conseguido definir épocas. Frases lapidarias, irónicas, grandilocuentes, rompedoras… puede seguir usted completando esta lista infinita. Por si al final me atreviera con el proyecto, hablaré hoy de dos autores de frases, uno de ellos muy conocido, pero ambos de la misma tendencia “literaria”. Los tengo delante de mí, en dos pantallas distintas.

Comenzaré pidiendo disculpas por los acrónimos, que se desvelarán al final. Cuando menos te lo esperas estás haciendo publicidad de terceros y, sin querer, les proporcionas electores. Siempre hay un público para cualquier cosa o persona que se convierta en marca y, si no se lo creen, consulten lo que pasa cuando tuiteas “partido popular”. Pues reduciré al mínimo ese peligro y que se ganen los seguidores con su propio esfuerzo.

En primer lugar, y en la pantalla situada a mi izquierda tengo a RB1, nacido en 1947, alto, bastante presunto e implicado en la organización que he citado en el párrafo anterior, pruebas de lo cual son los múltiples cargos de confianza que ha desempeñado en las instituciones públicas del archipiélago en que reside y, durante mucho tiempo, uña y carne con un delincuente, y también político, el muy conocido MP. Además, ha actuado en tareas representativas, destacando una legislatura en el Senado de España, aunque no elegido por las urnas sino en los despachos.

RB1 es el autor confeso de la frase “Es lunes y estoy en mi despacho”, que afirmó haber pronunciado por teléfono hacia las 8:00 de la mañana del día 27 de noviembre de 2006, mientras hablaba con HG, nacido en 1950 e implicado en la misma organización, quién poco después sería apresado, juzgado, sentenciado culpable y condenado a vivir entre rejas durante un tiempo.

Reconoció RB1 haber pronunciado esas siete palabras, en el orden citado, mientras respondía a un interrogatorio llevado a cabo por los titulares del derecho constitucional a la libertad de prensa, durante el que RB1 disfrutó de todas las garantías democráticas. Dada la sospechosa coincidencia entre una conversación tan insulsa y los graves hechos que se producirían minutos después, tomó inmediatamente cuerpo en las islas la convicción de que, en realidad, lo que RB1 le dijo a HG fue otra cosa, o también otra cosa, y no solo lo de “Es lunes…”. Se consiguió sospechar con fundamento gracias a que más tarde, y con la cabeza fría tras digerir la respuesta, los periodistas, conocedores de que alguien como RB1 jamás se dejaría en el tintero una mentira de conveniencia, dedujeron que la frase en cuestión solo daba para contener, como máximo, una verdad por lo que, descubriendo ésta, deducirían al mismo tiempo donde estaba la parte falsa, es decir, la importante. Raudos acudieron a lo único que no miente casi nunca, el calendario, y comprobaron que, efectivamente, el día 27 de noviembre de 2006 había caído en lunes, por lo que tenía que ser en el resto de la frase, sospechosamente irrelevante toda, donde tenía que ocultarse la parte no confesada de la conversación telefónica.

Sin margen racional para romper la concatenación entre llamada y hechos muy graves antes mentada, e identificados estos, los presentes en aquellas declaraciones terminaron creyendo que lo que aquel lunes hizo RB1 fue avisar a HG de que la Guardia Civil estaba a punto de entrar en la sede de cierto Ayuntamiento, armada con el correspondiente mandamiento judicial y con la legal intención de llevarse todo lo que pudiera servir para la investigación de los muchos delitos urbanísticos que con acierto se presumían. Por aquel entonces, HG era el alcalde del Ayuntamiento “cierto” y RB1 Consejero de Interior del Gobierno interinsular.

En segundo lugar, y en la pantalla situada a mi derecha, tengo a RB2, un poco más joven que RB1 y HG, pues nació en 1955. También podría ser algo más alto que ellos, o no. Está implicado hasta las cejas en la misma organización, aunque con la máxima categoría y, por tanto, responsabilidad. De este sujeto disponemos de una imagen más reciente, en la que aparece sentado en un banquillo diferente a los utilizados para todas las personas anteriormente citadas en España, en la misma calidad de testigo, que han sido miles y miles a lo largo de los años. El asiento no es únicamente más cómodo sino que, además, está a la misma altura del estrado de un Tribunal que, según los críticos más afilados, habría decidido malvender la dignidad que se le supone para que RB2 pudiera sentirse psicológicamente más seguro de sí mismo en uno de los trances más desequilibrantes a los que cualquier persona puede ser sometida a lo largo de su vida, y con todo el peso de la ley vigilando. La cosa, dicen también, “tuvo delito”, pues no es aceptable discriminar favorablemente al jefe de una organización que, como tal, está siendo sometida a juicio.

Amén de otras frases que han dejado perplejas, y a veces rotas de risa, las mandíbulas de millones de personas, RB2 es el autor material de una que ha conseguido un lugar de honor en su ya amplio repertorio y que transmitió mediante un mensaje tipo sms enviado desde su teléfono móvil el 10 de abril de 2012. Decía textualmente “…nada es fácil pero hacemos lo qué podemos. Ánimo”, un texto que, por lo demás, no tiene ninguna gracia. Su destinatario era el señor BG, nacido en 1957 y tampoco bajo de estatura, miembro también importante de la organización dirigida por RB2 y participada por el resto de actores de este relato de no ficción, y también por otros, algunos ya encarcelados y muchos más sometidos a estrecha vigilancia. BG se dedicaba al dinero y, por las fechas del mensaje que le envió RB2, el cerco de la Justicia se iba cerrando sobre él un poco más cada día, hasta conseguir que terminara acostando sus huesos en una piltra carcelaria. Solo por hacer memoria, el obstinado RB2 aún le enviaría otro histórico mensaje al listo BG el día 20 de enero de 2013, pidiéndole en esa ocasión que fuera “fuerte” y prometiéndole que le llamaría al día siguiente, extremo este último que nadie puede asegurar que se produjera, ni tampoco lo contrario, porque la información anterior se conoció, es un suponer, gracias a filtraciones procedentes de parte interesada y, por definición, esa clase de filtradores solo informan lo que les conviene, y los filtrados solo destapan los contenidos que ya son conocidos, pero para confundirlos.

El caso es que, regresando al escenario de la imagen que tenemos, RB2 fue preguntado en la Sala, expresamente, por el significado de “hacemos lo que podemos”, a lo que respondió textualmente que “hacemos lo que podemos significa lo que exactamente significa”, dejando con tal explicación sin palabras a los presentes. Quizás sintiéndose un tanto incómodo, o porque alguien le hiciera un gesto a tiempo y él pudo verlo, en honor a la verdad lo que al poco hizo RB2 fue añadir otra frase para que quedara claro su respeto, verbal, a la separación de poderes establecido en la misma Constitución que cada día blande contra terceros. A pesar de sus reflejos, la mayoría de las portadas destacaron la primera respuesta, la espontánea, que suele ser siempre la más sincera y la que mejor traduce lo que pasa por la cabeza del vocalista, su categoría humana y el grade de respeto que le merecen sus semejantes.

A diferencia de la respuesta de viva voz que improvisó RB1, tan de niño pillado por sus padres en un renuncio, RB2 escribió “hacemos lo que podemos” de manera reflexiva y, aunque probablemente producto de una de esas situaciones de compromiso que a nadie gustan, seguro que se dejó guiar por el sentido común del que siempre hace gala para no poner en peligro lo principal, a saber en este caso, y no parece dispuesto a confesar. Se trata, por tanto, de una frase más sospechosa que la de su compinche insular, y con mayor fundamento.

La palabra “Hacemos”, en tiempo presente y en plural, quiere decir que varias personas, incluido él, podrían estar ordenando la comisión, o cometiendo directamente, uno o varios delitos para librar a BG de la Justicia. La única respuesta, en forma de «no explicación», se ha producido cinco años y tres meses después de enviar el mensaje a BG, pero solo porque ha tenido que acudir al banquillo judicial de la foto que tenemos y tras preparar intensamente la “comparecencia” con sus asesores durante días, si nos atenemos a las informaciones publicadas y no desmentidas. Ciertamente, RB2 añadió lo que, según él, no significaba «hacemos lo que podemos» en relación con la legalidad vigente, pero esta es una calificación que, en todo caso, tendría que sentenciarla un juez cuando por fin se sepa lo que siguen ocultando esas cuatro palabras.

Además, de lo que no cabe la menor duda es de que RB2 se estaba dirigiendo a BG en su propio nombre y en el de otros u otras que podrían formar parte de un grupo dentro de la organización, quizás opaco para quienes no formaran parte del núcleo más duro y destinado a trabajos «especiales». Algo así como la «fontanería», aunque también hay denominaciones menos generosas y, probablemente, más certeras. Durante la gran ocasión del 26 de julio ante el tribunal nadie requirió al testigo sobre quienes, con nombres y apellidos, podrían ser las personas que, junto con él mismo, estaban haciendo algo, lo que fuera, pero que también era de interés que el imputado BG lo supiera. Porque, si RB2 escribió en plural conscientemente, ¿porqué no le preguntaron nombres y apellidos de los cómplices del “hacemos”? Es más, y en plan refrescante de neuronas, ¿porqué la acusación no le fue diciendo, una a una, los nombres y apellidos de decenas de personas, suficientemente conocidas, y probablemente incluidas en ese plural tan activo? De esa forma el testigo solo hubiera tenido que ir diciendo, por ejemplo, que Fulanito “SI” pertenecía al grupo “hacemos” y Menganita “NO”, o viceversa. Eso hubiera facilitado mucho su colaboración con la Justicia. Esta vez no es posible añadir “o no”.

Interés especial merece también la palabra «podemos». Para empezar, tal y como está colocada en la frase, detrás de «lo qué», significa que «algo» estaban pudiendo hacer, mucho o poco. Después debemos preguntarnos por la categoría de quienes eran los que «podían», pues lo lógico hubiera sido canalizar cualquier relación con BG a través de AB, por citar al tercero de la cena «humana» que compartieron para una despedida que tampoco fue verdad. Pues no, tuvo que ser el propio RB2, el más “poderoso” y, a la larga, el más vulnerable, quien asumiera los riesgos inherentes a los contactos con alguien que ya no seguía en la organización y que, además, se estaba convirtiendo en un problema más serio cada día. Bonita manera de respetarse a sí mismo y a su país la de alguien que, si no gobernara en esta España a la que sus élites le han secuestrado tantas veces su libertad a lo largo de los siglos, haría años que habría sido cesado a patadas por vergüenza ajena. Pero es bien cierto que RB2 sabe en qué país manda, y ya ha declarado muchas veces que todo lo que funciona no procede cambiarlo. Aunque sea el envilecimiento generalizado.

 

Los nombres “ocultos”

Asumiendo el riesgo de ser redundante, pues quién haya leído lo anterior habrá deducido nombres y apellidos con menos dificultades que el protagonista principal, se procede al desvelado de los acrónimos por orden de aparición en el relato.

RB1. Rodríguez Barberá, José María. Fue, durante veinte años o más, el jefe del PP en Palma de Mallorca y, por tanto, detentador de un poder real decisivo, además de los varios cargos en el partido o en las instituciones públicas que también acumuló.

  1. MP. Matas Palou, Jaume. Suficientemente conocido por el electorado, la policía, jueces, fiscales y funcionarios de prisiones. Ex presidente de Baleares y ex ministro, entre otros empleos a cargo del Presupuesto. Siempre fue miembro, hasta que convino su salida, de la misma organización que RB1 y el resto de protagonistas, a la que cada vez más jueces añaden en sus autos y sentencias el calificativo de “criminal”, lo que no obsta para que siga siendo la ocupante de un gobierno monocolor que maneja nuestros impuestos.
  2. HG. Hidalgo Garcés, Eugenio. Ex alcalde del municipio “cierto”, Andratx, en la costa de Mallorca que mira hacia poniente. Líder durante muchos años de una actividad urbanizadora desbocada que primero le permitió enriquecerse ilegalmente para que después la Justicia lo inhabilitara, además de condenarlo a descansar en la cárcel y al pago de algunas multas que pudo atender sin problemas.

 

RB2. Rajoy Brey, Mariano. El más conocido de todos ellos y el único de los cinco primeros que, hasta el momento, ha tenido que comparecer ante la Justicia únicamente como testigo, quizás gracias a la calidad de su blindaje. Es el líder de la misma organización que proporcionó, a los otros cuatro de estos cinco, la plataforma institucional necesaria para que pudieran planificar y ejecutar sus fechorías.

  1. BG. Bárcenas Gutiérrez, José Luis. Implicado desde siempre en lo único realmente importante para la organización, el dinero de todo color y en cualquiera de sus múltiples manifestaciones, pues se trata de un grupo defensor a ultranza del sistema capitalista, aunque no pueda utilizar estrategias ultras, todavía.
  2. AB. Arenas Bocanegra, Javier. El sexto. Andaluz nacido en 1957 y fracasado en su principal objetivo político, ser lo más en un mundo, el suyo, de grandes terratenientes, pero muchos más aceituneros altivos. A cambio, ministro de Aznar por triplicado y guerrero, como todos los suyos, contra aquel señuelo inventado de un armamento masivo que, no siendo su peor mentira, es más que probable que haya ayudado a parir miles de suicidas que, desperdigados hoy por todas partes, están dispuestos a morir matando. Ayer en Cambrils y Barcelona.

Nos encontramos, pues, ante seis personajes pertenecientes a una misma organización que, como tal, es la principal de las que figuran entre los mayores motivos de preocupación de la población española según el CIS. Todos son autores de frases pero para la ocasión se han seleccionado dos. RB1, el de “Es lunes y estoy en mi despacho” quien, desde entonces, no ha hecho más que caer en el escalafón y aún es probable que deba transitar por los números negativos, los de esos días que no cuentan porque estás fuera de la calle. Por su parte, RB2 fue pillado enviando un “hacemos lo que podemos” y, aunque también es de piedra, las oleadas de una sociedad que ya no tiene tanto miedo le están haciendo mella.

 

Especulaciones

Multitud de testigos dan fe de distintas coincidencias entre RB1 y RB2, aunque se ha descartado como línea de trabajo la casualidad de sus iniciales para explicar la pulsión común por las frases vacías, las medias verdades o la mentira como líneas principales de defensa frente a situaciones adversas.

De los encuentros presenciales entre ambos no se sabe lo que hayan podido cruzarse, aunque es tan potente la fuerza del instinto cuando se comparte la prioridad por los intereses privados que casi siempre sobran las palabras, siendo los gestos expresiones más que suficientes para intuir lo que les conviene y, desde los tiempos más remotos, usan el verbo como mero disfraz de las intenciones, por lo que cualquier cosa que se diga, sea la que sea, saben entre ellos que sirve siempre para «lo que tiene que servir». Además, la dilatada experiencia de los cada vez más delincuentes de la organización que van pasando por cárceles y juzgados demuestra que, aunque no figure en sus estatutos, se aplica a rajatabla el acceso a la categoría de “esa persona”, como consigna en clave interna, además de para no tener que pronunciar en público el nombre de los fracasados por haberse dejado pillar. “¡Quita bicho!” que dijo aquel cuando la Guardia Civil le preguntó por el jamón vivito y coleando que llevaba colgado del hombro.

También se está trabajando con la hipótesis de la utilización consciente, por esta élite presunta, de los modelos organizacionales permitidos por la ley como método de autodefensa de cada uno de los  individuos del grupo, similar al que practican esos peces que forman grandes bancos para confundir a los depredadores, que en el caso que nos ocupa serían organismos públicos como la Inspección de Hacienda, los diversos cuerpos de policía y la Justicia, avisados en ocasiones por héroes casuales que se juegan el sueldo y denuncian lo que no pueden soportar.

 

Conclusiones

Pero debemos felicitarnos. La obligación de hablar destila frases que se convierten en pruebas a partir de las cuales se consiguen logros en la lucha contra esta modalidad del crimen organizado denominada corrupción, un cáncer que a lo largo de los años de monarquía se ha infiltrado con suma facilidad por los vericuetos de nuestra política, con la indiscutible intención, tantas veces coronada por el éxito, de meter la mano en la caja de todos para robar una parte del dinero que hay en ella. Para conseguirlo han empleado sofisticados procedimientos y contado con la colaboración de terceros, artimañas que han dificultado enormemente las investigaciones y conseguido que muchos miembros de esta subespecie despreciable hayan cultivado fortunas enormes, hoy inexpugnables gracias a trucos como el del aforamiento para los VIP, la prescripción calculada del delito en otros casos y, en última instancia, el indulto, cuando el finalmente condenado comienza a enviar señales de que no quiere ser el único que pague los platos rotos y, por tanto, pasa a representar un peligro para la organización. 

José María Rodríguez Barberá, Jaume Matas Palou, Eugenio Hidalgo Garcés, Mariano Rajoy Brey, José Luís Bárcenas Gutiérrez y Javier Arenas Bocanegra son los protagonistas de esta historia, de tan indiscutible actualidad. También son los autores de muchas frases que pasarán a los futuros libros que hablen del pasado, retratando en sus páginas la categoría de una sociedad capaz de soportar tales ofensas sin proceder inmediatamente contra sus responsables e interrogarlos a pan y agua, es un decir, hasta que confesaran. Hoy, a modo de entrenamiento, se han destacado dos. El repaso superficial realizado convierte en inabarcable la propuesta de un compendio de frases con consecuencias que justificaba este artículo. Se materialice o no, las más potentes permanecerán vivas en la memoria colectiva, a pesar de la velocidad de mayor vértigo cada día con la que los acontecimientos nos acercan al precipicio.

Una vez más, la imaginación salvaje nos ha vuelto a traicionar y hemos repetido el error de mentar sus nombres en lugar de ignorarlos o, al menos, disimularlos, a sabiendas de que con esto solo conseguiremos remover a su favor la confianza de miles de electores cuya escala de valores no sabe no contesta. Ante esta evidencia que tanto redunda, y que quizás explique también el extraño hecho de que 213 diputados no sean capaces de sacar del gobierno a 137 sospechosos, solo nos queda confiar en que la Justicia pueda realizar sus tareas de limpieza antes de la próxima cita con las urnas.

De lo contrario la mayoría, casi siempre pasiva, se encomendará en silencio a la biología, a pesar de que tal solución solo es prueba de incapacidad para tomar las propias riendas y nunca es buena. No sería la primera vez que un derrotismo parecido llena de frustración el momento de lo que llaman España.

DEJA UNA RESPUESTA

Comentario
Introduce tu nombre