El ministro de Economía, Luis de Guindos, lo anunció en el último Ecofin, consejo de ministros de Economía y Finanzas de la UE. Para paliar la desviación del déficit, el Gobierno tiene la intención de subir el pago fraccionado del Impuesto de Sociedades. Ahora,  el ministerio de Hacienda de Cristóbal Montoro, ha adelantado a la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, organismo independiente encargado de fiscalizar las cuentas públicas, que dicho pago fraccionado pasará del 12% vigente en el año 2015, al 20% , del resultado contable de las empresas.

Según fuentes de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal, el Ministerio de Hacienda les ha comunicado, además, que el incremento será “permanente”, lo que lo convierte en una subida de impuestos y no en un mero ajuste que tendría compensación a la hora de efectuar la liquidación anual, en julio, del ejercicio siguiente como dijo que iba a ser Luis de Guindos.

La idea del Gobierno es establecer un tipo mínimo del 20% con carácter permanente. En 2012 ya se hizo algo parecido, una medida que se prorrogó hasta 2015. Pero el tipo mínimo se estableció en el 12%, del resultado contable,  ocho puntos menos que lo que se pretende ahora.

Para entender bien la repercusión que esta medida puede tener en la cuenta de resultados de una sociedad, se debe saber que las empresas tienen la obligación de efectuar tres pagos fraccionados a cuenta del Impuesto de Sociedades durante el ejercicio. Adelantan, así, lo que van a pagar al Fisco cuando lleven a cabo la liquidación del Impuesto, en julio del año siguiente, donde se establece si el saldo de los abonos adelantados es superior a lo que deberían pagar, o, por el contrario, es inferior. Es, más o menos, el mismo sistema que el IRPF. En el supuesto de que las cantidades adelantadas sean superiores a lo que finalmente se debe abonar, se procederá a la consiguiente devolución. En caso contrario, se abonará la cantidad a favor de Hacienda.

La incógnita, ahora, es si el fuerte incremento de los pagos fraccionados supondrá también el de los tipos a la hora de establecer la tarifa del Impuesto. Sobre este asunto todavía no se ha dicho nada. Sobre todo porque queda claro que con lo recaudado se pretende cuadrar en 6.000 millones de euros las cuentas públicas, tal y como explicó  De Guindos a los socios de la Unión Europea a la hora de presentar alegaciones a la desviación de déficit por la que el Reino de España ha dejado de incumplir su programa de estabilidad siendo sancionado por tal motivo con multa y la pérdida de una parte de las ayudas de los fondos europeos.

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal no cree posible que con esta subida de los pagos fraccionados del Impuesto de Sociedades se logren recaudar esos 6.000 millones de euros.

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