martes, 19marzo, 2024
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¡Que extraño!

Óscar Iglesias Fernández
Óscar Iglesias Fernández
Profesor de Sociología de la UNED
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análisis

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Estas han sido las primeras palabras que ha dicho uno de mis hijos cuando este domingo hemos salido de casa, por primera vez, desde que se declaró el estado de alarma. La calle estaba vacía, el silencio era sonoro y solo ha sido interrumpido por los pájaros y dos coches que han pasado durante el tiempo que hemos dedicado a dar un paseo.

Como han cambiado las cosas en tan poco tiempo. Una sensación de alerta e inseguridad se veía en el rostro de otras madres y padres cuando nos hemos cruzado para mantener mucha más distancia que la que hay que tener de seguridad. Imagino que ellos verían en mi rostro algo similar, porque, hasta que nos vayamos acostumbrando, vivimos o sentimos una gran contradicción.

Por una parte, las ganas de relacionarnos, de hablar con la gente. Y por otra, la sensación de amenaza que el virus nos ha introducido en el cuerpo, y la prudencia que, al menos por ahora, existe cuando vemos que alguna persona se nos aproxima.

Después de tantas semanas en casa, los niños acompañados de un adulto han podido salir a la calle durante una hora. El hecho de cuando salir, como salir y quién puede salir a la calle está generando incertidumbres, debates y ciertos malestares, que están siendo aprovechados de manera torticera por ciertas fuerzas políticas, que están más interesadas en la confrontación que en la unidad para salir lo mejor posible de esta dramática situación.

Ante tales debates, hay que señalar que las medidas tomadas en España cuentan con un apoyo mayoritario de la población. Concretamente, para un 72,6 por ciento de los ciudadanos las medidas que se han adoptado son muy necesarias y para un 24,7 por ciento son las necesarias, según el último barómetro del CIS.

Aun así, es cierto que la desescalada es distinta en cada país. Y esto, genera la pregunta de porque en algunos sitios sus ciudadanos pueden salir a la calle a hacer deporte o a pasear y nosotros no. La respuesta es simple y compleja a la vez. Cada país lleva su ritmo, pero el objetivo es salvar vidas y evitar contagios.

No obstante, dentro de unos días, nosotros también podremos salir a pasear en familia o a hacer algo de ejercicio. De verdad, se necesita. Pero de nuevo, hay que hacer un llamamiento a la responsabilidad, porque como siempre una minoría parece que va a lo suyo y no hace ni caso. Y lo peor, es observar la intransigencia de esas personas, cuando alguien por su bien, por nuestro bien, les dice de manera educada que no pueden hacer lo que están haciendo. Lejos de rectificar se encaran, como puede observar este domingo.

Estamos pasando y vamos a pasar tiempos muy difíciles. Esto, ya es percibido por la inmensa mayoría de la población, que en un 95,9 por ciento esta o mucho o bastante preocupa por lo que está sucediendo en estos momentos.

Pero junto a esta preocupación, también hay rayos de esperanza. Uno, hace referencia al optimismo que tenemos la mayoría de los españoles en relación con las posibilidades de ganar la batalla contra el Covid-19. Un 25,3 por ciento de la población es muy optimista. Un 51,2 por ciento es bastante optimista. Un 16,4 por ciento poco optimista. Un 4,5 por ciento, regular. Y un 2,2 por ciento nada optimista.

Otro, es que, a pesar de la dureza del confinamiento en casa, un 26,1 por ciento de la población señala que está llevando muy bien el enclaustramiento en su hogar. Y un 64,9 por ciento, razonablemente bien.

Y el más importante, es que el 91,4 por ciento de la población cree que se debería hacer un esfuerzo especial para intentar llegar a grandes acuerdos ante la crisis económica y laboral que está produciendo el coronavirus.

Todos los sectores políticos, económicos y sociales tienen que hacer realidad el deseo de los ciudadanos. Seamos responsables. Trabajemos todos unidos desde el lugar donde estemos cada uno, para pasar cuanto antes las graves complicaciones que viviremos como sociedad. Todos juntos, sin dejar a nadie atrás, para acostumbrarnos cuanto antes a esta nueva normalidad.

Que lo extraño de ahora, nos una y nos haga mejores.

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