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Punto y coma

David Almorza Gomar
David Almorza Gomar
Profesor Titular de Universidad de la Universidad de Cádiz, en el Departamento de Estadística e Investigación Operativa, adscrito a la Facultad de Ciencias del Trabajo. Ha sido Vicerrector de Alumnos de la Universidad de Cádiz (desde el año 2003 hasta el 2013) y Vicerrector de Responsabilidad Social y Servicios Universitarios de la Universidad de Cádiz (desde 2013 hasta 2015). Durante estos doce años, ininterrumpidamente, ha tenido entre sus competencias el Área de Deportes de la Universidad de Cádiz. Ha promovido la creación del Aula Universitaria de Fútbol de la Universidad de Cádiz, y en estos momentos ocupa el cargo de Director del Aula de Fútbol. Tiene el título de Entrenador Nacional de Fútbol con Licencia UEFA-PRO. Ha entrenado en las categorías Infantil y Cadete del Cádiz C.F. desde el año 2010 hasta la actualidad. Además, en el Cádiz C.F. ocupa el cargo de Coordinador de Delegados y Auxiliares de Fútbol Base desde el año 2014.
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análisis

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Un punto y coma es un signo de puntuación. Indica una pausa mayor que la marcada por la coma y menor que la señalada por el punto. El médico investigador Boris Pérez compartía un café con un amigo que le dijo: “No usas mucho el punto y coma, Boris. ¿Es que no lo conoces bien?”.

Boris sonrió y le explicó a su amigo que, a partir de la definición, un punto y coma se utiliza en una frase que el escritor iba a dar por finalizada pero que prefirió continuarla. “Como ocurre en la vida”, continuó Boris, diciéndole que hay personas que en principio iban a dar por finalizada sus vidas pero que, por alguna razón, la continuaron.

“¿Me hablas de suicidio, Boris?”. Y Boris respondió que sí, y continuó hablando del Proyecto Punto y Coma (Project Semicolon), un movimiento sin ánimo de lucro cuyo objetivo principal es dar esperanzas y animar a que las personas en ese trance difícil puedan seguir adelante. Según la Organización Mundial de la Salud, siguió Boris, cada día se quitan la vida unas tres mil personas, lo que suma más de un millón de personas al año.

El Proyecto Punto y Coma propone, a las personas a las que ayuda, que se tatúen un punto y coma en algún lugar. Suele hacerse en sitios poco visibles (tobillo, nuca, muslo…), y es el recuerdo de que en algún momento decidieron terminar con sus vidas y que, por algún motivo, tienen la oportunidad de continuarla.

“¿Y la terapia ayuda?”, preguntó su amigo. “Parece que sí, que ayuda mucho”, respondió Boris. La costumbre es que, cuando una persona supera definitivamente la situación, completa su tatuaje de punto y coma con una mariposa. Una forma de expresar que se vuelve a nacer y con más ganas. El punto y coma se convierte en el cuerpo y la cabeza de la nueva mariposa que se crea en torno al tatuaje inicial. La mariposa es un logro para quien la lleva y un ejemplo para quien espera llegar a tenerla.

El amigo de Boris se dio cuenta de que Boris conocía bien qué era un punto y coma. Terminaban su café y la conversación. Boris siempre viste con pantalones largos y calcetines, pero ese día, quizás por el calor, llevaba unos calcetines muy cortos que no llegaban al tobillo, y eso permitió a su amigo ver un tatuaje de un punto y coma. No estaba completado con una mariposa. De pronto Boris se vio sorprendido, y a la vez agradecido, cuando recibió un fuerte, silencioso e íntimo abrazo de su amigo. Porque los buenos amigos son una importante razón para vivir.

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