Pedro Sánchez y Susana Díaz en el Congreso extraordinario PSOE celebrado en 2014.

Hay quien se me cabrea cuando digo que el español medio es inculto, y me habla de una dignidad del pueblo que me parece muy respetable defender, pero es que yo no sé qué es «pueblo», «nación», «patria»… permítanme la duda, yo veo lo que veo y oigo lo que oigo, soy así de redundante, perdí la fe en los otros mundos.

El PSOE de hoy resulta que es el mismo de ayer (¿?). Empiezo a ver que la estrategia reconciliatoria del Partido (la de coser) es vendernos que no ha ocurrido nada, que todo cuanto vemos no es más que el resultado de la negativa de Podemos a apoyar un Gobierno de Pedro Sánchez hace nosécuántos y que, Dios mediante, ahora se puede producir un acercamiento de las izquierdas y volver a las componendas parlamentarias, aquí un allá, allí un acá, y a pasar la Legislatura con estos azules del PP que tienen la mayoría y claro…

Yo hablo de incultura pero no califico, porque se cura con esfuerzo, por el contrario: constato que la mayor parte de nuestros políticos viven con esta realidad (en parte provocada por su propia gestión) profiriendo el peor de los insultos, que no es llamar inculta a la gente sino tratarlos como lerdos profundos de nacimiento. Para ellos se trata de lanzar titulares, medias verdades, contradicciones de las que sale la conclusión que quieras (matemáticamente) y así modular una opinión pública que ya no incluye pensamiento sino pura y dura imagen construida, bienvenidos a la Nueva Era, la Neolengua, la Neoverdad.

Que yo sepa este Pedro Sánchez, que supuestamente se ha hecho con las riendas del PSOE, es el mismo que renunció por dignidad política a su escaño, que denunció la presión mediática, empresarial y desde dentro de su partido para traicionar, según él, el mandato de las bases y su programa electoral favoreciendo que gobernara el PP, el mismo Pedro Sánchez que se ha presentado a un proceso de elección interna enfrentado al aparato, contra una gestora, contra una Susana Díaz que ha dedicado las lindezas más execrables a Podemos e incluso al propio Sánchez y sus seguidores, contra los medios más influyentes de este país, contra el “lobby” de los ex-Presidentes de Gobierno, este Pedro que ha ganado y nos ha demostrado la existencia supuesta de un procedimiento interno democrático tan limpio que permitió vencer a las bases enfrentadas, contrarias y en oposición a los criterios de los dirigentes del Partido Socialista Obrero Español, este Sánchez acusado de podemización, demagogia, ruina del PSOE, traidor, y a partir de ahí lo que quieran… día de primarias legándonos imágenes históricas de soberbia o ufanía en aquella foto de la noche ferraziana.

Hay una lógica que no me cuadra, atención que me dicen que es complicadete: aquel PSOE en el que Pedro Sánchez fue defenestrado hasta el punto de tener, por su cuenta y riesgo, que volver a reconstruirse como opción para recuperar un Partido desideologizado y que necesitaba virar a la izquierda, aquel PSOE contra el que Sánchez se reiventa consiguiendo derrotar a todos esos grupos de presión y la propia esclerótica del Partido, aquel PSOE ¡resulta que debió ser apoyado por Podemos para gobernar! y lo dice este otro PSOE de ahora (confieso estar confuso, creí que se iniciaba un cambio) que ha surgido de la ruina de aquel PSOE proPP, abucheado y arrinconado por las bases…

O yo soy tonto, y os lo estoy poniendo en bandeja a los Hernandos que por todos lados pululan últimamente, o no me entero de nada, o todo lo contrario... con cariño. Yo creo que estamos demasiado acostumbrados ya a calcular el efecto de nuestras declaraciones en un pueblo profundamente inculto como el nuestro, y eso trae estas fruslerías, y a lo mejor me equivoco. Tomad algo a mi salud.

Susana Díaz, ha ganado usted. Porque el PSOE no se renueva, se metamorfosea para que lo que usted pretendía se imponga como verdad única disfrazada de triunfo de las bases, y todo porque Pedro Sánchez no puede (o peor, no quiere) limpiar el partido de apoliticismo derechón henchido de responsabilidad patriótica y unidad de España. Y si Podemos entra en esta dinámica de estupidización y malversación de los hechos, la estará cagando hasta el pescuezo:

¡Pedro Sánchez no fue Presidente porque no tenía ni formas ni programa progresista al que votar, porque sus propuestas y maneras (las del PSOE de entonces) no sólo no diferían de las del PP (salvo las gominas) sino que, como se vio en aquel magnicidio político del propio Sánchez, buscaban los mismos fines hasta el extremo de propiciar la investidura de Rajoy, y eso es lo que han castigado las bases, y por eso Sánchez ha vuelto de entre los muertos para traer la buena nueva!…

La mentira cabalga cosiendo y cantando como jinete ecpirótico y apocalíptico; sí, tenemos aún democracia porque esta verdad la puedo narrar, yo o cualquiera, pero no funciona porque asistimos inermes al triunfo de la sordidez y la estulticia, la demagogia más ramplona y populista (de verdad). Otra vez lo están haciendo. Y calladitos. Ea. Ufff.

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