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Por una República democrática y federal

José Amestoy Alonso
José Amestoy Alonso
Escritor y profesor licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Zaragoza. Sus líneas de investigación son Climatología, Medio Ambiente y Tercer Mundo.
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análisis

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La mala prensa de la monarquía española, con los affairs del Emérito(la peor década del Emérito) y el politiqueo de Felipe VI escorado a la derecha, están demostrando que la monarquía española es una institución anacrónica, obsoleta y fuera ya de lugar en el S.XXI, están propiciando el incremento del republicanismo en la sociedad, sobre todo entre los más jóvenes que no se creen la transición democrática; una mayoría de ciudadanos y ciudadanas no están de acuerdo con que la monarquía fuese impuesta por el dictador y golpista Franco. Ni entonces ni ahora se ha votado en España por Juan Carlos I ni por Felipe VI, que está en el poder por herencia.

Tras dos experiencias frustradas (1873-1874 y 1931-1939), en España se experimenta en los últimos años un renovado interés por el republicanismo, interés que se plasma en una cierta revitalización de los movimientos en favor de la restauración de la República como forma de Estado.

Una muestra de este movimiento es el surgimiento de plataformas como Ciudadanos por la República o la creciente alusión al republicanismo por parte de partidos como Izquierda Unida, Podemos y partidos minoritarios, generalmente de izquierdas, así como por parte de partidos independentistas tales como Esquerra Republicana de Catalunya, además de más del 50% de la ciudadanía.

El republicanismo es una ideología y una teoría política que postula gobernar una nación como una república, es decir, como una «cosa pública» o un asunto que compete a toda la ciudadanía y no solo a una determinada clase social o a unas élites. El republicanismo, como ideología, lucha contra el despotismo y la dictadura, y en España cada vez más contra la Monarquía, que en la actualidad por los acontecimientos de JC I  y la intromisión de Felipe VI en la política ha bajado del 50% de aceptación.

El republicanismo es radicalmente anti despótico y opuesto a la aristocracia, la oligarquía y la dictadura. Busca también un sistema político que proteja la libertad y especialmente se fundamenta en el derecho, en la ley como expresión de la voluntad soberana del pueblo y a la que no puede sustraerse nunca un gobierno legítimo.

Como teoría política, el republicanismo propone y defiende la república como el modelo de gobierno óptimo para un Estado. En sentido estricto, la república se define naturalmente en oposición a la otra forma actual de gobierno en los países occidentales: la monarquía, según Xabier Irujo en 2020.

En el Español, se recogen las declaraciones de la coportavoz estatal de Podemos, Isa Serra, el 14 de abril en los «Diálogos republicanos» ha afirmado que el PSOE es un «pilar fundamental» para el «sostenimiento» de la Monarquía, a pesar de la «crisis» que atraviesa la institución, y sostiene que el actual Rey Felipe VI «interviene directamente» en la política, a diferencia del papel que jugó su padre Juan Carlos I (todo «juerga»)

La juventud no compra el relato de la transición;

durante su intervención, Serra ha subrayado que existe una «ruptura generacional» con la monarquía entre los más jóvenes que, a raíz de las sospechas de irregularidades del emérito, no consienten la «corrupción» y creen que la institución está «seriamente deslegitimada«.

En este sentido, Serra ha aseverado que este segmento de la sociedad «no compra el relato de la transición», que pese a los «chanchullos» que podía tener Juan Carlos I la monarquía «tenía una función y una utilidad para preservar el régimen posterior al franquismo», que no fue otra cosa que el continuismo del franquismo disfrazado de democracia, con un lavado de cara impresionante.

Según Isa Serra, la monarquía necesita «militantes«.

En este contexto encuadra también la «emergencia de Vox«, un partido que «viene a defender la monarquía ante su «situación de crisis», dado que ahora la institución necesita «militantes» al no haber ya posibilidad, a su juicio, de que haya gente como en la transición que no sea monárquica pero que entienda esa «utilidad cumplida» durante ese periodo.( «Utilidad cumplida»?).

Y en ese apartado de defensores sitúa también al PSOE, su socio de coalición en el Ejecutivo, una formación que  se define como monárquica a pesar de los postulados de las juventudes socialistas, y en el Programa socialdemócrata(que no se cumple), y que sigue siendo un «pilar» para el «sostenimiento de la monarquía».

También ha comentado que es fundamental fijarse en el papel que juega Felipe VI, que en su opinión es diferente al rol ejercido por su padre y es un monarca que «interviene directamente en la política», como se vio en su discurso a la nación tras el referéndum independentista del 1-0, escorado a la derecha.

Por su parte, Sol Sánchez  de IU ha criticado que existe un escenario «doloroso» que es ver, ante las actividades del emérito, el «desgaste» de instituciones como la Fiscalía o la Agencia Tributaria.

Y es que la dirigente de IU ha subrayado que se está «desgastando» a las instituciones ante el «espectáculo que está dando la monarquía y de Juan Carlos I», al deslizar que en su defensa hay actitudes cercanas a la «connivencia«.

Elena Torres, responsable del republicanismo de IU escribe el siguiente artículo, que la ciudadanía debe leer, entender y practicar basándose en la construcción de un horizonte republicano. Para ello, la autora del artículo señala

que debemos empezar por cuestionarnos el actual sistema democrático, sus carencias políticas y las contradicciones existentes entre la democracia y el sistema económico, continuar por ver qué entendemos por libertad, cómo podemos crear nuevos horizontes alejados de las lógicas neoliberales o la necesidad de una nueva institucionalidad:

Si queremos hablar de libertad en un sentido republicano necesariamente tenemos que hablar de democracia plena, como dice Elena Torres, también en su sentido sustantivo, es decir, de la garantía de unas condiciones de vida dignas para todos y todas las ciudadanos/as, para poder tomar cualquier tipo de decisión de manera libre.

Libertad, Democracia, Ley, Solidaridad, Fraternidad, Igualdad, Pueblo soberano, principios básicos, entre otros,  de un país republicano.

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4 COMENTARIOS

  1. España ya es «democrática y federal». Tan democrática como Francia, EEUU o Bélgica (índice de las democracias del mundo) y tan federal como Alemania. El estado de las autonomías es de facto un estado federal.

    Las monarquías no son obstáculo para la democracia, la libertad y la prosperidad, como lo demuestra que varios de los países más democráticos del mundo Reino Unido, Suecia, o Noruega, son monarquías como España.

    Las repúblicas tampoco garantizan mayor bienestar, democracia y libertad, como lo demuestra que varios de los países más pobres y tiránicos del mundo son república; Corea del Norte, China, o Venezuela.

    Lo que se debe y puede cambiar se puede hacer dentro del actual marco constitucional y es ahí donde se debe incidir e insistir; en las medidas concretas que hay que tomar para que España mejore y los españoles prosperen.

    Entrar en el debate «monarquía-república» sería crear un nuevo problema y entrar en un debate de formas, no de contenidos, que desviaría la atención sobre los verdaderos problemas.

    España tiene serio problemas, pero no son de democracia y libertad, sino de corrupción desigualdad y pobreza; problemas que pueden ser resueltos dentro del actual marco constitucional.

    • Te olvidas que el anterior monarca no vive en España por estar, presuntamente, implicado en graves delitos. Y para más «inri» va ser juzgado en G. Bretaña, porque aquí, él es más que la ley. ¡Manda cara.., con la democracia boubónica española!

      • Venezuela, Corea del Norte y decenas de repúblicas, tienen presidentes corruptos que siguen ejerciendo sus cargo en tanto J. Carlos se vio obligado a abdicar.

        Con una reforma del artículo 56 que aclare que la inviolabilidad del rey se limita a su actividad política, no a la personal, sería suficiente.

        Cambiar la monarquía por una república que el pueblo no pide y los partidos políticos mayoritarios tampoco, es crear un problema donde no lo hay.

        La monarquía aunque es antidemocrática en cuanto que no es por elección tiene también ventajas; el rey se ve obligado a ser más neutral que si fuera un presidente electo. Los partidos pasan y la monarquía no y debe convivir con unos y otros.

        No veo las ventajas de sustituir a Felipe VI por Aznar, quien podría ser candidato a presidir la república y salir elegido.

  2. Marruecos anunció prospecciones petrolíferas frente a Canarias a pocos días de anunciar Sánchez la cesión del Sáhara Occidental.

    Logro del gran estadista: Pedro Sánchez

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