Desde pequeños nos dicen que la leche fortalece los huesos, que los lácteos son alimentos completos y que es muy conveniente consumirlos. Sin embargo, los datos estadísticos indican que cada vez hay más personas que desarrollan intolerancia a la lactosa.
Hace tan solo un par de décadas, los intolerantes a la lactosa solo tenían una forma de controlar el trastorno: restringir al máximo la ingesta de lácteos o prescindir totalmente de su consumo, según la gravedad de su intolerancia.
Sin embargo, a día de hoy existen en el mercado infinidad de derivados lácteos que los intolerantes pueden consumir sin ningún problema, como la leche de Kaiku Sin Lactosa y más productos de la marca.
Qué es la intolerancia a la lactosa
La lactosa es un azúcar específico que se encuentra en la leche de origen animal. El organismo humano utiliza una enzima denominada lactasa, que es la encargada de descomponer la lactosa para su asimilación.
Si el organismo del afectado no produce lactasa suficiente, la lactosa no es asimilada, produciendo los trastornos gastrointestinales característicos de la intolerancia.
Posibles causas de la intolerancia a la lactosa
No se conocen a ciencia cierta las causas de esta intolerancia, pero está probado que ciertos factores influyen en su aparición:
- La intolerancia a la lactosa es más frecuente en determinados grupos étnicos, como las personas de descendencia asiática, africana y árabe.
- También está demostrado que a mayor edad, mayor probabilidad de desarrollar una intolerancia a la lactosa
- Asimismo, la abstinencia muy prolongada en el consumo de productos lácteos puede provocar el desarrollo de una tolerancia moderada a la lactosa.
Como dato curioso, a mediados del siglo pasado, el 100 % de la población china era intolerante a la lactosa.
Tras una política de introducción de productos lácteos, desarrollada por el gobierno chino con la colaboración de empresas alimentarias extranjeras, los datos indican que el porcentaje de intolerantes se ha reducido en aquellas zonas en las que se ha inducido el consumo de leche.
Este hecho ha abierto una vía de debate científico, ya que pone en solfa la teoría de que la raza es el factor que más influye en la aparición de esta intolerancia.
¿Hay más intolerantes a la lactosa en la actualidad?
La respuesta correcta es que sí y que no:
Por un lado, la edad es un factor determinante en la aparición de la intolerancia. Por lo tanto, en una sociedad envejecida con la nuestra, es evidente que se detectarán más casos. Pero esto ocurre también con otro tipo de trastornos, como pueden ser la osteoporosis o los problemas reumáticos.
Por otra parte, el avance de la medicina ha provocado que hoy en día se detecten con facilidad los casos de intolerancia a la lactosa. En el pasado, muchas intolerancias no eran diagnosticadas, y los síntomas se achacaban a otras enfermedades o trastornos orgánicos.
Por tanto, puede decirse que, si bien es cierto que, a día de hoy, el porcentaje de casos diagnosticados es más alto que en el pasado, esto no significa que la raza humana esté evolucionando hacia una intolerancia generalizada a la lactosa.
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