Es posible llegar a acuerdos cuando sus señorías están dispuestos. Ayer se demostró en el Congreso con la aprobación por unanimidad de la derogación del voto rogado -que se votó ayer tarde en la Cámara Alta con el debate de la toma en consideración de una Proposición de Ley Orgánica que presentaban de forma conjunta los socios de coalición, el PSOE y Unidad Podemos.
El pleno ha dado luz verde a la toma en consideración de esta reforma que, sin duda, ayudará a que más españoles en el extranjero puedan ejercer su derecho al voto.
La proposición de ley orgánica de reforma de la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General, para la regulación del ejercicio del voto por los españoles que viven en el extranjero, ha impedido ejercer el derecho de sufragio activo de muchos ciudadanos, sino que ha instalado la sensación entre ellos de que han sido castigados y considerados como ciudadanos de segunda. Bajo esta premisa, ha sido posible alcanzar el apoyo de todos los grupos del Congreso.
Voto del ruego
El Congreso intentó en su momento, al introducir el voto del ruego, establecer mecanismos de seguridad ante la sospecha de posibles fraudes electorales, pero, en la práctica, tanta sobreprotección asfixió el propio ejercicio del derecho, pasando de unos índices de participación del censo del CERA de más del 30% a ser meramente residual en alguno de los procesos electorales recientes, sobrepasando apenas el 3%, en un censo que está compuesto por más de dos millones de compatriotas en el exterior.
El texto debatido es fruto del trabajo parlamentario realizado en la pasada legislatura por la mayoría de la Cámara.
Entre los mecanismos que se quieren introducir para facilitar el voto de los españoles en el exterior se cuenta la descarga electrónica de la papeleta o la ampliación de los plazos de depósito del voto en urna y del recuento, aspectos todos ellos que deberán estudiarse en la tramitación de esta reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General.