En el mes de Mayo y en estas mismas páginas de Diario16 escribía una de mis columnas periódicas de opinión hablando de la posibilidad cierta y real de la celebración de unas terceras elecciones tras el 26J. Parecía entonces para muchos algo improbable que la clase política de nuestro país nos llevará a unos nuevos comicios, máxime cuando los propios protagonistas de los principales partidos políticos negaban la mayor señalando como imposible algo que hoy cada día parece más probable.

Y es que , día tras día uno, simple y mortal ciudadano de un país llamado España, no puede por menos que lamentarse de la falta de altura política de emergentes, emergidos e históricos, todos, partidos nuevos y veteranos demuestran hoy a cada momento la cicatera forma de entender la política , más como un regate a corto que vele por sus interés particulares que por una herramienta al servicio de un pueblo y una ciudadanía que asiste atónita y con hartazgo a la incapacidad de quienes se pasean por la carrera de San Jerónimo exhibiendo en gran medida su mediocridad en cuanto a hacer del pacto y del consenso una herramienta de cambio. Análisis aparte merece así en este esperpéntico panorama el posicionamiento táctico de un Mariano Rajoy que en ese permanente juego al escondite es capaz de recibir el encargo de formar gobierno sin asegurar su presentación a una investidura , hoy alejada de su hoja de ruta más cercana al mes de Noviembre y a un remake electoral .

Aún con todo, lo cierto y verdad es que PP, PSOE , Ciudadanos y Podemos tienen ante sí las claves del desbloqueo, la de la abstención del PSOE que haga posible el gobierno del PP con el apoyo de Ciudadanos o el gobierno del PSOE con el apoyo directo o indirecto entre otros de PODEMOS CIUDADANOS , caminos que parece unos u otros desean transitar cuando la hoja estratégica partidista marque los tiempos, aún cuando estos no sean en ocasiones los mejores para un país que necesita de manera urgente un gobierno.

Es así, la hora de tomar ya conciencia del momento histórico que nuestro país vive y con ello pasar de la estrategia del papel a la acción de la política como herramienta de transformación de la realidad. Y eso de la mano de un PSOE que tiene en sus manos la capacidad de evitar unas terceras elecciones gobernando desde la oposición o haciéndolo desde Moncloa, en el primer caso permitiendo con su abstención el gobierno corte del PP de uno o dos años – aún sin Mariano Rajoy- y a cambio eso sí de un acuerdo claro que permitiese desmontar las políticas retrogradas del PP como la Reforma Laboral o la LOCE del innombrable Wert entre otras ,en segundo caso desde un gobierno de cambio con el apoyo de las demás fuerzas políticas. En un caso u en otro el PSOE deberá tomar parte activa del momento político más tarde que temprano, sabiendo que tanto la primera como la segunda decisión conllevaran un desgaste político mayor o menor.

En definitiva, toca exigir a la clase política estar a la altura del momento político e histórico que vive nuestro país y en caso de no hacerlo e ir a unas terceras elecciones pedirles que dejen paso todos y cada uno de ellos a otras personas capaces de liderar desde su partido un tiempo de salidas y no de bloqueos en lo que a la gobernabilidad de España se refiere, esta debería ser la generosidad de quienes no sean capaces de interpretar la voluntad de la ciudadanía. Dulce et decorum est pro patria mori , dulce y honorable es morir por la patria , palabras de un poeta como Homero alejadas hoy parece del carácter de una clase política que en poco o nada representa hoy lo mejor de un país que no encuentre el reflejo de sus esperanzas en una carrera de San Jerónimo convertida más en una feria de las vanidades que en corazón de la democracia.

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