Podemos se desmarca del proyecto de Yolanda Díaz

La izquierda española se encuentra en una encrucijada trascendental de cara a las próximas elecciones que están a la vuelta de la esquina. Solo la unidad de las diferentes fuerzas progresistas podría frenar el avance de la extrema derecha (Vox se mantiene firme en el 15% de los votos, según las últimas encuestas) pero, pese a esa exigencia, lo que impera en la izquierda hispánica es el gallinero, la división y el cainismo fratricida. La peor de las noticias se ha consumado en las últimas horas cuando la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha instado a la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, a finalizar cuanto antes la construcción de su nuevo proyecto Sumar y empezar a negociar “ya” una posible coalición con Podemos, de cara a las próximas elecciones generales. Es decir, que Podemos no quiere ni oír hablar de la posibilidad de refundir el espectro político a la izquierda del PSOE en una sola fuerza con un solo programa y una misma idea para presentar batalla al bloque de las derechas.

En declaraciones a la Cadena Ser, recogidas por Europa Press, Montero insistió en que la formación morada no va a integrarse en Sumar y aspira únicamente a una alianza electoral como ocurre con el actual espacio de Unidas Podemos, que lo integran formaciones diferentes que se “respetan los unos a los otros”.

Montero señaló que “respeta” los tiempos y la decisión de Díaz de lanzar “su partido”, en referencia a Sumar, pero añadió que “ojalá termine cuanto antes” ese proceso y decida que si va a ser la “candidata” tanto de su plataforma como de Podemos, para así poder negociar una alianza que permita a la izquierda al margen del PSOE gobernar con “más fuerza” y lograr más escaños tras los comicios generales del país.

La ministra de Igualdad declaró que Podemos se presentará a los comicios con sus siglas y realizará política institucional porque quiere “seguir garantizado derechos” y potenciar las transformaciones sociales, frente a una “derecha” que cuando gobierna trae “recortes”, “privatizaciones”, peores servicios públicos, más desigualdad y hace que los “corruptos” tengan “más impunidad”.

Además, quiso dejar claro que su espacio político ha logrado cosas que hasta hace poco decían que eran imposibles como aplicar el Ingreso Mínimo Vital, el tope al precio del gas o la subida del salario mínimo interprofesional.

Por tanto, desde el respeto a los tiempos de Díaz, aseguró que tiene que hablar con Podemos ahora sobre el futuro electoral porque “todavía es posible” un acuerdo de coalición entre ambas partes.

Sin acuerdo de coalición

El proceso de reconfiguración de la izquierda ha generado ciertas tensiones dentro del actual espacio confederal. De esta forma, la formación morada lleva las últimas semanas apremiando a la también ministra de Trabajo para que aclare su futuro y confirme si quiere ser la candidata de la unidad de la izquierda, un objetivo que comparte la formación y que está por encima del resto de consideraciones.

No obstante, diferentes portavoces han enfatizado que un acuerdo de coalición debe ser justo y reconocer el papel que tiene Podemos dentro de la izquierda transformadora.

Precisamente, mañana jueves Díaz ha convocado a los grupos de trabajo sectoriales de Sumar para poner en común los avances realizados sobre las propuestas programáticas y hacer balance general del proceso de escucha con la sociedad civil realizado hasta ahora.

Además, la vicepresidenta opinó recientemente que no era el momento de hablar de elecciones y abogaba por entablar conversaciones cuando el horizonte de los comicios generales estuviera definido.