A tan solo dos semanas para que concluya la admisión de obras para la sexta convocatoria del Premio Literario Amazon, el 31 de agosto, entrevistamos a la deslumbrante ganadora de la edición del año 2018, la quinta, donde una autora cordobesa, Pilar Muñoz, llegó a la final y se hizo con el premio con la novela, ‘Aquello que fuimos’. Confiesa que lee en Kindle; aunque compagina la lectura digital con el papel: «Según la novela, el momento de lectura, el lugar…». Esta funcionaria de la Administración General del Estado, licenciada en Psicología, y especializada en Psicología Clínica, aficionada a la escritura desde corta edad, ya había participado en el concurso de Amazon en su edición anterior, la de 2017, con la novela ‘Un café a las seis’. Cree que la elección del ganador o ganadora del concurso atiende a criterios de originalidad, creatividad y calidad del texto, por lo que cualquier novela que cumpla con tal demanda puede ser ganadora, con independencia de su género. Aunque, puntualiza, «si nos basamos en las estadísticas, podríamos afirmar que el thriller o la novela negra tienen más probabilidad de ganar». De cualquier manera, confirma, está claro que todos los géneros tienen cabida y pueden ser seleccionados.
El día que la avisaron de que había ganado el concurso, dice que no se lo podía creer. «Tardé en asimilarlo, me parecía haberlo soñado, porque nunca puse mis miras en ganar el concurso; me parecía tan difícil que ni siquiera lo contemplaba». Y aunque la novela aún no ha sido publicada —está programado para el 3 de septiembre—, comenta que ha sido un placer trabajar con el equipo editorial. «La forma en la que se han volcado con la novela y el mimo con el que han hecho su trabajo ha superado mis expectativas». Al igual que nuestro anterior entrevistado, Cristian Perfumo, su novela ya estaba escrita antes del concurso y aprovechó la convocatoria para presentarla. Lo que sí puntualiza es que estaba ‘muy revisada’ cuando decidió enviarla. También coincide con Perfumo en un efecto adverso, y es la mala prensa que, de nuevo y lamentablemente, empieza a adquirir la autopublicación entre los lectores. Respecto a que en la convocatoria de este año, y por primera vez, Prime Vídeo ofrecerá a uno de los finalistas la posibilidad de firmar un contrato de opción para realizar una producción audiovisual, comenta que le parece una idea genial. «Cualquier iniciativa que suponga una promoción adicional para la novela y un mayor alcance público de su contenido, es positiva».
Referente a todos esos autores que están planteándose presentar una novela al concurso y tienen dudas de hacerlo, Pilar dice que en primer lugar deberían considerar el origen de esas dudas. «Si están referidas a la calidad de la novela, al interés de la historia u otros aspectos formales de la misma, entonces les aconsejo revisarla y seguir trabajándola al máximo. Si es miedo escénico o la convicción de que es tremendamente difícil ganar al tener que competir con un número de participantes tan elevado, les diría que destierren esos pensamientos y se lancen sin dudar». Pero sobre todo recomienda que los participantes cuiden la calidad del producto antes de ponerlo en venta. «El respeto al lector no lo podemos obviar». Nos recuerda que el lector está pagando por aquello que le ofrecemos y merece que pongamos en sus manos una obra de calidad. Otra cuestión es que la historia guste o no, sonríe. «Si queremos que siga confiando en nosotros y nos vuelva a leer, no lo podemos defraudar». Además, considera que la herramienta KDP (Kindle Direct Publishing) es lo suficientemente intuitiva y cuenta con la ayuda necesaria que explica cada paso en el proceso, por lo que el temor a la parte técnica de algunos participantes no tiene sentido.
Hablamos de la autopublicación digital y me intereso por saber si es el futuro o solo una moda pasajera. Pilar no lo duda: «La autopublicación es una vía alternativa para llegar al lector que ya viene funcionando desde hace tiempo, intentando compartir escenario con la edición convencional, cuya prioridad es el papel pero que no puede obviar el formato digital porque empieza a ser demandado por muchos lectores. Mientras las editoriales no den cabida a toda la producción literaria que se genera (cosa imposible, por cierto), la autopublicación seguirá adelante, pero no en exclusiva. El futuro, según yo lo preveo, es que ambas sigan coexistiendo».
Pilar considera que la implicación del escritor en la promoción de su obra es la misma sea autoeditado o con una editorial. En el primer caso por el propio interés del autor, y en el segundo porque la editorial lo exige para que la novela se venda más. Es por eso que la opción de la denominada ‘semiedición’, donde el autor gestiona los derechos digitales y la editorial los derechos en papel, le parece perfectamente válida y, además, legítima. «La prioridad de las editoriales convencionales sigue siendo el papel, hasta el punto de que hay algunas que no se plantean el formato digital, entre otras cosas, por temor al pirateo».
Certifica que si fuese una alta ejecutiva de Amazon y tuviese poder para modificar el concurso, mejoraría la promoción, por parte de Amazon, de las novelas participantes en el concurso, y, sobre todo, de las cinco finalistas. Para Pilar son muchísimas las obras presentadas y, por tanto, dificilísimo ganar, incluso llegar a la final. «Bajo mi punto de vista, mejorar el prestigio de un premio y convencer a los clientes de que las obras seleccionadas son realmente buenas contribuye al incremento de participantes, de lectores y de ventas».
¿Dime tres cosas buenas de publicar en Kindle?
«No hay un desembolso económico previo por parte del autor. La gestión directa de todos los aspectos relativos de la obra: precio, fechas de lanzamiento, herramientas de promoción, etcétera. Y el alcance de la obra, ya que desde el mismo instante de su publicación ya es accesible para millones de lectores, dentro y fuera de nuestras fronteras».
¿Y tres cosas no tan buenas?
«El número de obras publicadas en Amazon es tan sumamente elevado que puede resultar muy complicado hacer visible la nuestra. El maldito pirateo. Y vencer la resistencia de los lectores, por desgracia creciente, a comprar novelas autopublicadas en Amazon».
