La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha registrado un reclamación en la Secretaría de Estado de Memoria Democrática, dependiente del ministerio de la Presidencia que actúe y proteja a las víctimas de la represión franquista frente a las agresiones que han supuesto las exaltaciones del genocida Queipo de Llano por parte de su familia y la defensa de José Millán Astray por parte del alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida.
La ARMH ha cursado su reclamación a través del registro
Texto de la reclamación
En las últimas semanas hemos asistido a dos momentos con impacto público en el que las víctimas de la dictadura franquista han visto vulnerados sus derechos al asistir a exaltaciones públicas de dirigentes y responsables de la dictadura franquista. La primera de ellas ocurrió durante el traslado de los restos del genocida Gonzalo Queipo de Llano, exhumado en la basílica de la Macarena, en Sevilla. Los aplausos y los vivas al responsable de 45.000 asesinatos, cientos de violaciones, mujeres a las que se humilló con agresiones públicas como el rapado de pelo y un sinfín de violaciones de derechos humanos no pueden ser celebradas sin que una sociedad democrática se sienta agredida por esos hechos.
Por otra parte, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, ha defendido pública y notoriamente la figura de José Millán Astray, uno de los grandes responsables del golpe de Estado y de la construcción de una dictadura que durante cuarenta años violó masivamente derechos humanos y se negó, sin ningún impedimento, a convocar elecciones democrática. El argumento del alcalde de Madrid de que Millán Astray tenía una calle antes de la guerra civil es un insulto a la inteligencia. Nadie aceptaría una calle del joven Adolf Hitler y de un terrorista por hechos anteriores a su uso de la violencia.
Las víctimas de la dictadura son agredidas por estos hechos y merecen la protección del Estado democrática, como señalan los informes de Naciones Unidas, del Grupo de Trabajo contra la Desaparición Forzada e Involuntaria y el del Relator Especial para la Verdad, la Justicia, la Reparación y las Garantías de no Repetición.
La ARMH solicita por tanto a la Secretaría de Estado de Memoria Democrática:
Que utilizando las herramientas legales proteja a las víctimas de la dictadura franquistas contra estas y otras agresiones y termine con el apartheid entre víctimas de violencias, porque si la familia de un terrorista hiciera un acto de afirmación y exaltación pública como el que hizo la familia del genocida Queipo de Llano a las puertas de la Macarena; o un alcalde defendiera una calle dedicada a la vida de un terrorista antes del uso de la violencia no hubiéramos asistido al silencio y la pasividad del Estado que estamos viendo en estos casos. No puede ser que unas víctimas tengan protección y otras desprotección.
¡Que País! Que aún desde estancias del poder se encubra a un genocida, a un cobarde asesino.
Es lo que hay, siempre encuentran un ángulo desde el que poder justificar la barbarie y el salvajismo de una ideología que ha sido incapaz, en dos siglos, de asumir la democracia liberal y realizar la revolución social que en toda Europa estaba resuelta cuando nosotros andábamos simulando elecciones en el turnismo para impedir la libertad y el derecho y, que en el 36 recurrieron, otra vez, y no la última (el 23f del 81 lo volvieron a intentar) al ejército y las armas para imponer una creencia en la que siguen encasillados. No tienen remedio, pero lo peor es que muchos de nosotros consintamos sin repudio semejante presencia.